Algunos consejos para tener un auto saludable y cuidar tu bolsillo
Un cuidado óptimo evitará golpes a tus bolsillos con gastos de emergencia.
Existen muchos mitos relacionados con una conducción correcta y sobre todo de las maneras más recomendables para mejorar el rendimiento de tu auto.
Desde luego que hay puntos básicos de los que debes estar atento para cuidar su eficiencia, pero sobre todo para que no gaste mucho combustible y te ayude a cuidar tu billetera.
De acuerdo con los expertos y con algunos estudios que han sido publicados, el consejo más básico, consiste en darle al auto un mantenimiento preventivo y correctivo.
Cuando la transmisión, manual o automática, falla, el auto pierde potencia no avanza, y si lo aceleras gasta más combustible.
LLANTAS BIEN INFLADAS
Si los cargas con la presión de aire que sugiere el fabricante, seguro tendrán mejor relación con el tanque de gasolina y te darán más kilómetros con menos litros. Los neumáticos mal inflados y de gran tamaño tienen mayor resistencia al rodamiento reducen los kilómetros por litro
CUIDA EL FILTRO DE AIRE
Cada que lleves el carro a servicio pide que chequen el filtro de aire y lo limpien. Tú mismo puedes revisarlo periódicamente y si lo ves muy sucio cambiarlo
DE PREFERENCIA LA MÁS CARA
La gasolina premium es 71 centavos más cara pero puedes tener la certeza de que te rendirá más kilometraje que la magna
NO ABUSES DEL AIRE ACONDICIONADO
Procura activarlo sólo en carretera, cuando conduces a menos de 100 km/h y cuando el calor sea extremoso; para circular en la ciudad es mejor sólo bajar un poco la ventana o reciclar el aire
NO ERES PILOTO DE F-1
Procura circular a una velocidad constante y verás que el carro gastará menos gasolina; aunque no lo creas, si viajas a 20 Km/h en el Periférico ahorras más combustible que si vas rápido en calles donde debes frenar constantemente por los semáforos
NO ALTERES AL MOTOR
Todas las mañanas puedes arrancar el carro en cuanto enciendas al motor, pero hazlo de manera lenta para que le des oportunidad a la máquina lubrique y poco a poco podrás ir acelerando hasta entrar en tu ritmo normal. Si arrancas a toda velocidad, el motor se fuerza y requiere mucho más combustible.