AMLO le declara la guerra… ¡al divorcio! Es otro de los “frutos podridos” del período neoliberal, afirma
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La desintegración familiar se ubica en el centro del fenómeno de descomposición de la vida pública y producto del modelo económico seguido en los últimos años. El crecimiento en los divorcios y el consumo de drogas, son dos de sus manifestaciones, aseguró el presidente López Obrador
“El neoliberalismo no sólo causo un daño en lo económico, en lo material, sino destruyó familias. Creció mucho el problema de la desintegración de las familias”, afirmó hoy el Presidente de la República durante su conferencia de prensa matutina.
La familia, dijo López Obrador, “es la institución de seguridad social más importante del país” y en la medida en la cual se revierta su proceso de deterioro “vamos a ir creando las condiciones para bajar la delincuencia”.
Al referirse al tema, y aunque aseguró que se trataba de un fenómeno que “no está medido”, el titular del Ejecutivo culpó al modelo neoliberal de provocar el crecimiento en el índice de divorcios en el país y, como consecuencia ulterior, los problemas de violencia y alto consumo de drogas.
“Creció mucho el problema de la desintegración de las familias. Eso no está medido. No es como la tasa de crecimiento económico. Pero el crecimiento de divorcios en este período (neoliberal) fue elevadísimo. Se rompieron familias y la familia es fundamental”.
Debido a esto, aseguró, “las cárceles están llenas de jóvenes. La mayoría de los que pierden la vida son jóvenes. Este es fruto podrido del modelo económico neoliberal. Es uno de los saldos mas dolorosos”.
De acuerdo con el Presidente, el consumo drogas creció en México por las mismas razones, aunque había sido contenido por “los valores que había en las familias -que se mantienen todavía pero que habían más en las familias- que se alteraron en este periodo neoliberal… por la desintegración de las familias creció el consumo de droga”, aseguró.
Para enfrentar el fenómeno, dijo el mandatario, “tenemos una gran reserva de valores en nuestro pueblo” y esto es así, a pesar de que se ha intentado acabar con esos valores.
“A pesar de que han querido acabar con eso valores, no han podido. El individualismo no ha podido. El egoísmo no ha podio. El consumismo no ha podido. El lujo barato no ha podido. El apostar a los bienes materiales no ha podido con los valores que existen, todavía, en las familias, en los pueblos, en la sociedad mexicana. Y eso es lo que nos va a permitir la regeneración de la vida pública. Esa es la apuesta y hacia allá vamos y yo creo que vamos a lograr ese propósito”, concluyó.
El INEGI da la razón a AMLO De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, entre 1994 y el año 2017, la tasa de divorcios se multiplicó por cinco en nuestro país, al tiempo que el número de matrimonios se redujo de forma drástica.
Las estadísticas del INEGI muestran que, mientras en 1994, por cada 100 matrimonios que se registraban en el país, únicamente se divorciaban 5.2 parejas en promedio, dicha proporción pasó a 27.9 divorcios por cada 100 matrimonios en 2017.
Pero las estadísticas no solamente parecen darle la razón al Presidente en relación con el crecimiento en la proporción de divorcios, sino también en otros dos fenómenos sobre los cuales el INEGI registra cifras puntuales: pese al aumento constante de la población, el número de matrimonios descendió 25 por ciento entre 2000 y 2017, pasando de 707 mil 422 a 528 mil 678 casos.
Al mismo tiempo, el número de divorcios creció 181 por ciento en el mismo período, al pasar de 52 mil 358 en el año 2000 a 147 mil 581 en 2017.
El descenso en la tasa de nupcialidad en el país, según las cifras del INEGI, inició en el año 2000, tras haber alcanzado su punto más alto en 1999, al registrarse 7.5 matrimonios por cada mil habitantes. A partir de ese momento la gráfica del indicador muestra una auténtica “caída libre” que lo ubicó en 4.3 matrimonios por cada mil habitantes en 2017.
Ver estadísticas del INEGI