'Ante la intimidación presidencia queda resistir', Enrique Serna
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Los ataques a medios por parte del Presidente dejan ver su temor por la pérdida de su popularidad, dice el autor
CIUDAD DE MÉXICO.- El escritor Enrique Serna, quien recientemente publicó "El vendedor de silencio", una novela sobre el México posrevolucionario en el que existían periodistas que cobraban caro su silencio, con un régimen autoritario dispuesto a pagarlo, asegura que en el México actual hay una prensa libre e independiente que, contrario a lo que piensa el presidente Andrés Manuel López Obrador, no surgió con su gobierno, sino que lleva décadas conquistando una libertad de expresión que hoy, desde su tribuna matutina, se dedica a denostar.
Serna, ganador del Premio Xavier Villaurrutia por esta obra, asegura que esta situación no pone en riesgo la libertad de expresión, pero funge como una herramienta de propaganda para distraer la atención pública de los problemas que aquejan al país. Y, ante la intimidación, lo que queda, dice, es resistir.
¿Cómo ha cambiado la libertad de expresión de los tiempos de Denigri hasta ahora? "Hay una mejor libertad de expresión que en tiempos de Carlos Denegri porque los propios periodistas han ido conquistando espacios para la libertad de expresión desde los tiempos del antiguo régimen. Esa lucha contribuyó a lograr la transición a la democracia, que le ha dado una enorme libertad a los medios de comunicación. De modo que gracias a esos periodistas combativos que durante varias décadas han dado la batalla, se han logrado abrir esos espacios. La libertad de expresión no es algo que haya conseguido ningún presidente de la República, es algo que se ha conseguido a lo largo del tiempo. Esto me interesa aclararlo porque en un momento dado, López Obrador dijo que los periodistas estaban mordiendo la mano que les había quitado el bozal, citando una frase de Gustavo Madero. Pero el Presidente no le quitó ningún bozal a ningún periodista, ellos ya eran libres antes de que llegara al poder".
¿Las críticas del Presidente a los medios de comunicación ponen en peligro a la libertad de expresión? "Las mañaneras, en particular, no ponen en peligro la libertad de expresión. Esas conferencias, me parece, son una política de comunicación social que privilegia la propaganda sobre la verdadera información. Además son una estrategia bien planeada para desviar la atención de los grandes problemas que este gobierno heredó y de los problemas que ha generado por su ineptitud [...] El Presidente quiere que se hable de otras cosas, por eso quiere marcar la pauta a la opinión pública. Los medios de comunicación no deben caer en ese juego y creo que muchos medios no han caído, por eso el Presidente está tan molesto con las voces críticas".
En 'El vendedor de silencio' así como en diversas entrevistas has dicho que había columnistas que manipulaban a la opinión pública. ¿Esos tiempos acabaron o todavía hay columnistas que manipulan? "Es probable que eso no haya terminado todavía, varios periodistas me lo señalaron cuando publiqué mi novela, también me lo han dicho personas que conocen el medio mejor que yo y supongo que tienen razón. Creo que siempre habrá periodistas mercenarios porque siempre hay fuerzas políticas o económicas que quieren manipular a la opinión pública a su favor. Sin embargo, creo que eso no es una política de Estado como sí lo era en tiempos de Carlos Denegri. De modo que también ha cambiado la manera de querer controlar a la opinión pública. El Presidente sí hizo algo muy bueno, que fue reducir drásticamente la publicidad gubernamental en los medios de comunicación".
Cuando el Presidente dice que es el más atacado, ¿se trata una declaración fundamentada? "Creo que esa es una de sus muchas mentiras. Ya lo desmintió Sergio Sarmiento con datos duros. El expresidente Peña Nieto fue más atacado que él, al igual que Calderón, con la guerra contra el narco. Lo que pasa es que López Obrador tiene una tremenda megalomanía y cree que como está fundando una nueva época de nuestra historia y que es prócer de la altura de Madero, entonces también hay una comparación en la prensa como la tuvo Madero, pero eso no se sustenta en la realidad".
¿Toda esta situación perjudicaría a la democracia? "Esperemos que no. La sangre no llegará al día, esto no quedará más que en una polémica. Lo que espero es que no concreten actos de censura como en el caso de la amenaza a Nexos. No creo que el Presidente quiera tener una mala imagen internacional si actúa abiertamente como un dictador en potencia".