Archivo Alemán de Literatura adquiere cartas inéditas de la poeta y escritora Else Lasker-Schüler
COMPARTIR
TEMAS
La poeta y escritora alemana Else Lasker-Schüler (1869-1945) es considerada una de las figuras claves del expresionismo alemán. Ahora el Archivo Alemán de Literatura de Marbach logró adquirir 64 cartas inéditas que fueron escritas entre 1905 y 1931.
El Archivo Alemán de Literatura de Marbach adquirió 64 cartas inéditas de la poeta y escritora Else Lasker-Schüler (1869-1945), considerada como una de las figuras claves del expresionismo alemán y autora de obra lírica clave en la literatura alemana.
Las cartas, escritas entre 1905 y 1931 y dirigidas al crítico literario y mecenas Nicolaas Johannes Beversen, serán expuestas a partir del 25 de agosto en la Fundación Puerta de Brandeburgo en Berlín.
El Archivo Alemán de Literatura habla de una "pequeña sensación" y destaca que las cartas abarcan casi todo el periodo en que Lasker-Schüler vivió en Berlín.
"Las cartas son un buen complemento de la parte del legado de Lasker-Schüler que ya estaba en el archivo", dijo el director general de la Fundación Cultural de los Estados Federados, Markus Hilgert.
Las cartas documentan cerca de un cuarto de siglo de vida de la escritora e incluyen detalles sobre su vida familiar así como descripciones de episodios antisemitas que tuvo que vivir.
Lasker-Schüler nació en Elberfeld (oeste de Alemania) y se trasladó a Berlín en 1894, donde se convirtió en protagonista de la vida bohemia y literaria.
Beversen, a quien conoció en 1905, apoyó a Lasker-Schüler tanto escribiendo sobre su obra como organizando recitales dentro y fuera de Alemania.
Entre sus poemas más conocidos está "Fin del mundo" que empieza con unos versos que todavía hoy son citados con frecuencia:
"Hay un llanto en el mundo que es como si Dios se hubiera muerto".
Su relación con el poeta y médico Gottfried Benn, 18 años menor que ella, también es legendaria y de ella quedaron varios poemas eróticos.
En 1932 recibió el Premio Heinrich von Kleist y en 1933, ante la amenaza antisemita que representaban los nazis, emigró a Suiza.
En 1939 viajó a Palestina y no pudo regresar nunca a Europa. Las autoridades suizas le prohibieron la entrada y la guerra hacía difícil el traslado.
Su figura es evocada en algunos pasajes de la novela "La mujer del mediodía" de la escritora Julia Frank, publicada en España por Tusquets.