Asociaciones profamilia critican libros de texto que incluyen homosexualidad, erotismo y masturbación
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Solicitarán a SEP retiro de temas de sexualidad y que padres participen
Los nuevos libros de texto de primero de secundaria para la materia de Biología generarán confusión y aumentarán la hipersexualización de los jóvenes, advirtieron organizaciones, por lo que solicitarán a la Secretaría de Educación Pública (SEP) su retiro y la participación de los padres de familia en una consulta.
La educación sexual debe darse de manera gradual y con el consenso de los padres de familia. Los textos tiene “pura información genital, con una visión animalista del sexo”.
Ante estas posturas, académicos e integrantes de organizaciones civiles expresaron que la obligación del Estado, consagrada en la Constitución, es proveer educación laica que no esté basada en el marco moral que dictan las creencias religiosas de algunos grupos.
Calificaron como un acierto para la educación la inclusión de la homosexualidad, el erotismo y la masturbación, porque servirá para informar y crear conciencia en las nuevas generaciones, además de disminuir la incidencia de embarazos en menores de edad, infecciones de transmisión sexual y discriminación hacia la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual coincidieron expertos.
Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México, afirmó que la inclusión de temas como el reconocimiento de la diversidad sexual, la carta de derechos sexuales y reproductivos de las personas, la autoexploración de los adolescentes, la prevención del embarazo temprano, son un avance que debe reconocerse, lo cual no limita el derecho de los grupos conservadores de manifestar su desacuerdo.
La educación no se sujeta a consensos.“La protesta de ciertos grupos, tienen derecho a ella, pero la autoridad educativa no está sujeta a cuestiones de consenso, así como no se puede poner al consenso de la ciudadanía si se enseñan las tablas de multiplicar, tampoco se puede poner a discusión estos temas porque están en el marco del artículo 3o. de la Constitución”, precisó Gil Antón.
Juan Dabdoub, presidente del Consejo Nacional de Familias (Confamilia) consideró que la inclusión de la homosexualidad y la intersexualidad en los nuevos libros de texto provocará “confusión” en los jóvenes, puesto que no han concluido su desarrollo, por lo que pidió a las autoridades educativas retirarlos de las escuelas.
“Estos contenidos generará confusión en los jóvenes y chocará con los valores que les inculcamos los padres de familia a nuestros hijos, están enviciando su educación. La sociedad civil no se puede quedar dormida ante este hecho”, remarcó.
Destacó que es necesaria la educación sexual para evitar el embarazo en adolescentes, pero debe ser integral, puesto que en la formación existe una corresponsabilidad entre familias y Estado.
“Ha habido una mala educación sexual de parte del gobierno, la cual se enfoca en repartir preservativos, pero no se les enseña cómo usarlos, sólo se les incita a la promiscuidad, una cosa es saber cómo funciona un auto y otra saber manejarlo”, refirió.
Red Familia exige revisar textos. Mario Romo, director nacional de Red Familia, dijo que buscarán reunirse con Javier Treviño Cantú, subsecretario de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas de la SEP, para pedirle una revisión de los libros de texto, a fin de realizar un proceso consultivo en el que los padres de familia estén involucrados.
Consideró que con la inclusión de la diversidad sexual se está “vulnerando” su derecho a decidir sobre la educación de sus hijos y detalló que se debe analizar de qué manera se aborda la sexualidad en estos libros, a fin de evitar que se promueva “la promiscuidad”.
Para Ángeles Bravo, dirigente del Frente Nacional por la Familia, el tema de la diversidad sexual debe ser abordado desde un enfoque de tolerancia y respeto, pero la información debe ser “correctamente encauzada”, apegada a la edad del menor y a su desarrollo emocional.
Se debe hablar de la homosexualidad. “No estamos en contra de la educación sexual, pero debemos avanzar hacia un adecuado concepto de la tolerancia. Sí hay que hablar de la homosexualidad, pero desde el sentido de la tolerancia de no juzgar, no agredir, no perseguir”, expuso.
Advirtió que al incluir temáticas como la autoexploración y la homosexualidad, puede aumentar la hipersexualización de los adolescentes, por lo que señaló: “No se puede dar más información a los jóvenes de la que pueden manejar”, por lo que los padres de familia deben involucrarse en el proceso educativo de sus hijos, a fin de ayudar a “procesar” estos temas.
Subrayó que es necesario que exista un binomio padres de familia y escuela, con el objetivo que ambos colaboren en la educación de los menores y agregó que los padres de familia deben de involucrarse más en la educación de sus hijos y estar al pendiente de los contenidos que reciben en las aulas.
“Estos libros de texto muchas veces son desconocidos por los padres, únicamente llegan a casa al inicio del ciclo escolar para que los forren y no los vuelven a ver a lo largo de todo el año, cuando concluye el ciclo, los tiran a la basura y nunca se enteran de los temas incluidos”, apuntó.
La Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) opinó que los libros de texto de Biología para primer grado de secundaria pueden “confundir” a los niños al incluir contenidos de educación sexual que, consideró, promueven el sexo entre adolescentes y la masturbación. Llamó a los papás a que exijan su participación en la decisión sobre cuáles libros se usarán y cuáles no.
“Se habla con pura información genital, con una visión animalista del sexo. Es algo mucho más asombroso que sólo y juntarse, por el amor de Dios. Si hay papás que quieren esa formación, que se la den a sus hijos. ¿Me parece que le aconsejen a mi hijo de primero de secundaria una autoexploración de su cuerpo? ¡Por el amor de Dios! ¿Una autoestimulación? ¡Por favor! Eso no va acorde a nuestros valores”, dijo el presidente de la UNPF, Leonardo García Camarena.
Ofelia Reyes Nicolat, especialista de la Facultad de Psicología de la UNAM, explicó que los padres de familia suelen transmitir a sus hijos prejuicios y mitos relacionados con la sexualidad que aprendieron, porque ellos mismos adolecieron de una educación sexual libre, científica e informada.
Padres carecen de educación sexual. “Los padres no tienen esa educación sexual, entonces ¿cómo van a educar a sus hijos?, como los educaron a ellos: con mitos, prejuicios y falsedades. Si los mexicanos tuviéramos una educación sexual verdadera, así se las daríamos a los niños, pero no es así. Lo único que hacemos es perpetuar mitos, tabúes y prejuicios sobre el ejercicio de la sexualidad”, dijo.
Señalaron que es necesario reconocer a los adolescentes como sujetos de derechos, porque esta es la mejor manera de prevenir el embarazo adolescente y la violencia machista en el noviazgo, como se reconoce actualmente en las aulas.
“Los grupos de ultraderecha han presionado para evitar que los contenidos tengan educación sexual, pero la SEP está obligada a respetar los estándares internacionales. Los libros tienen aportes que responden a las recomendaciones que han hecho organismos y los compromisos que ha asumido el Estado mexicano de garantizar el derecho a una educación integral en sexualidad para evitar la violencia machista”, dijo Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim).
Manuel González Oscoy, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, consideró como un acierto que ahora los jóvenes de educación básica tengan acceso a temas que se reprimieron por años en la educación pública, que no solo servirá para evitar embarazos no deseados sino para quitar prejuicios sobre la identidad sexual.
Acierto, quitar prejuicios. “Es un acierto ampliar de manera clara, objetiva, con tendencia al desprejuicio al volverlo normal, aceptado, estas cuestiones que estuvieron reprimidas y perseguidas tanto tiempo y que ahora los chicos tengan acceso. Es un logro para la educación, porque vamos a acostumbrar a los estudiantes a aspectos de la realidad, los cuales llamarán cada vez menos la atención y la convivencia será más abierta”.
Eduardo Calixto, jefe de neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, expresó que la inclusión de estos temas es una “excelente noticia” siempre y cuando estén bien explicados y se refuercen en la escuela, la familia y la sociedad para abonar en la toma de decisiones responsables.
“Está inclusión es un acierto si es explicada y los docentes están capacitados, porque cuando tenemos una observación puntual de lo que sucede en nuestro cuerpo, nos hace alejarnos de la sensación de experimentar sin tener el contexto adecuado y nos hace responsables al decidir”.
Gustavo Leal, investigador en políticas de atención a la salud de la UAM Xochimilco mencionó que es un acierto total, porque los consumidores tendrán una manera “refinada y mucho mejor planteada para despejar todas las dudas que tengan en relación con la sexualidad”.
Celebró que las nuevas generaciones, al estar informados, tendrán la oportunidad de disminuir la incidencia de embarazos en niñas e infecciones de transmisión sexual: “Hay que pensar en las mexicanas que tienen de 25 a 30 años y no contaron con esta información y las nuevas generaciones vivirán en un marco con más datos, cifras y maneras de prevenir”.