BID suspende préstamos para Venezuela
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Venezuela tiene una deuda total con el BID de 2,011 millones de dólares, de los cuales 212.4 millones de dólares están en mora pero sólo una porción superó el límite de retraso, precisó el organismo.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció la suspensión de los préstamos para Venezuela debido al retraso en el pago de una deuda de 88.3 millones de dólares, lo que deja sin una importante fuente de financiamiento regional al país suramericano agobiado por una compleja crisis económica.
El organismo internacional tomó la medida luego que Venezuela llegó al límite de 180 días de mora que establecen las normas, señala un comunicado que fue difundido el martes en su página de internet. “El Banco no puede realizar ninguna actividad de préstamo con Venezuela hasta que salde su mora”, señala el escrito.
Venezuela tiene una deuda total con el BID de 2,011 millones de dólares, de los cuales 212.4 millones de dólares están en mora pero sólo una porción superó el límite de retraso, precisó el organismo.
Varios acreedores internacionales de Venezuela ha señalado al país en incurrir en incumplimientos de pagos de deudas y algunos han presentado demandas en tribunales para lograr la cancelación de sus inversiones. Las autoridades venezolanos han desestimado las acciones de sus acreedores y han responsabilizado a Estados Unidos de sus dificultades financieras y lo han acusado de mantener un “cerco financiero” al país petrolero.
Washington endureció esta semana las sanciones económicas al gobierno venezolano al limitarle la capacidad de liquidar activos públicos en rechazo por las elecciones presidenciales del pasado domingo en las que el presidente Nicolás Maduro logró la reelección por seis años más en medio de cuestionamientos locales e internacionales. Desde el año pasado, el gobierno de Donald Trump ha impuesto sanciones a Maduro y otros altos funcionarios y al gobierno venezolano al que señala de no mantener prácticas democráticas.
Venezuela está sumida una compleja crisis con una hiperinflación, una creciente escasez de alimentos y medicinas, y una severa contracción económica, situación que amenaza con agravarse ante las dificultades financieras y de caída de la producción que enfrenta la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), corazón económico del país.
