Carles Puigdemont da una respuesta ambigua al ultimátum de Mariano Rajoy

Internacional
/ 16 octubre 2017

Puigdemont ofrece un periodo de dos meses de diálogo frente a una situación que "es de tal trascendencia que exige respuestas y soluciones políticas que estén a la altura".

Quienes han llevado a Cataluña al borde del precipicio aún están a tiempo de rectificar con hechos, no con palabras"...

El jefe del Ejecutivo catalán, Carles Puigdemont, evitó aclarar hoy si declaró o no la independencia ante el ultimátum fijado por el Gobierno central de Mariano Rajoy, dejando así sin respuesta el requerimiento de Madrid y abriendo paso a una inédita intervención del Estado en la región.

En la carta de respuesta a Rajoy, a la que tuvo acceso la agencia dpa, Puigdemont ofrece un periodo de dos meses de diálogo frente a una situación que "es de tal trascendencia que exige respuestas y soluciones políticas que estén a la altura". "Son las que nos pide la sociedad y las que se esperan en Europa", sostiene.

En un tono conciliador, el texto traslada dos peticiones. La primera es que cese "la represión contra el pueblo y el Gobierno de Cataluña", una alusión a las actuaciones de la Justicia contra los organizadores del polémico referéndum soberanista del 1 de octubre y a los incidentes vividos esa jornada entre votantes y policías que tenían orden de impedir la votación.

La segunda petición es concretar "lo antes posible" una reunión para explorar "los primeros acuerdos". "No dejemos que se deteriore más la situación", concluye la carta. "Con buena voluntad, reconociendo el problema y mirándolo a la cara, estoy seguro de que podemos encontrar el camino a la solución”.

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El Gobierno de Rajoy había dado a Puigdemont hasta las 10:00 horas de hoy (8:00 GMT) para responder si declaró o no la independencia de Cataluña el martes pasado en el "parlament" regional, donde anunció ese paso pero lo suspendió de inmediato para pedir diálogo con Madrid.

Si no respondía claramente a ese requerimiento o confirmaba la declaración de independencia, tendría hasta el jueves para rectificar. En caso contrario, el Estado central podría dar un paso inédito e intervenir la autonomía de Cataluña.

El requerimiento de Rajoy mencionaba explícitamente la posibilidad de activar el artículo 155 de la Constitución, que permite forzar a una región a cumplir con sus obligaciones adoptando las "medidas necesarias" e intervenir o suspender a sus autoridades.

Sería la primera vez en la historia que España activa ese artículo. Madrid podría usarlo para reemplazar el "Govern" de Puigdemont por otro de transición hasta la celebración de elecciones regionales adelantadas. La falta de precedentes con el artículo 155 vuelve impredecible la situación.

"Quienes han llevado a Cataluña al borde del precipicio aún están a tiempo de rectificar con hechos, no con palabras", instó el domingo el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en una última apelación a un cambio de rumbo que desactive el choque. Zoido dejó claro que Madrid esperaba "un sí o un no" del Gobierno catalán.

Puigdemont desató la peor crisis institucional de las últimas décadas en España al organizar el referéndum del 1 de octubre pese a que había sido suspendido por el Constitucional español. Según el recuento del Gobierno catalán, un 90 por ciento votó a favor de la independencia. Los partidarios del "no", algo más de la mitad de los catalanes en los sondeos, boicotearon el referéndum.

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