Cien días de Manolo como alcalde de Saltillo: bienvenidos al 2002
COMPARTIR
TEMAS
El próximo martes 10 de abril, Manolo Jiménez cumplirá sus primeros 100 días como presidente municipal de Saltillo. A propósito de la fecha, los medios tradicionales de comunicación informarán a usted que en ese lapso el edil ha cumplido al 100 por ciento sus compromisos de campaña. Cien en cien: la simetría de los números. Un hecho sin precedentes en la historia del Ayuntamiento, asegurarán. Pero lo anterior, justo es decirlo, es falso. Se trata básicamente de una estrategia de difusión que inició con la protesta del cargo y concluye a los 100 días de gobierno con el 100 por ciento de promesas realizadas. Hay consistencia cognitiva en ella: tiene armonía y suena creíble. El argumento se basa –como reveló el Alcalde en entrevista con VANGUARDIA– en la oferta política que “estaba en el díptico de campaña”. Y como el destino de la propaganda electoral es la basura, difícilmente habrá vestigio de ello a un año de haberse distribuido. Digitalmente no existe, ni lo busque. Reitero, es un ardid publicitario. Así hubiese ocurrido en Saltillo un sismo de 10 grados en la escala de Richter que volviese inhabitable su territorio, Manolo habría “cumplido” pues el plan no se detiene pase lo que pase. Camina independiente a la realidad. Y si los hechos no coinciden con la publicidad –parafraseando a Hegel– peor para los hechos. Es predecible que a partir del miércoles 11 de abril, es decir, del día 101, la administración municipal despliegue la segunda parte de la estrategia de comunicación: como ya cumplió, ahora sí puede volver a pedir el voto y reelegirse por consecuencia. Porque ya no tendrá pendientes, pues. Habrá saldado la deuda. Hipotéticamente hablando, desde luego. Y sucederá entonces lo inevitable: se empatará el ejercicio fiscal 2018 con el calendario electoral. Dicho de otra forma: el Ayuntamiento utilizará 2 mil 383 millones 647 mil pesos, de los cuales 81 millones 215 mil están etiquetados para propaganda, a fin de reelegirse. La campaña, cabe señalar, inicia el 29 de abril y dura 60 días hasta el 27 de junio. Aprovechará la coyuntura. Para dimensionar la inequidad en la contienda: mientras el tope de gastos de campaña fijado por el Instituto Electoral de Coahuila es de 5 millones 079 mil pesos, en el presupuesto anual de Saltillo hay 5 millones 138 mil pesos para “productos alimenticios para personas”. El famoso café y pan que Alcalde y dependencias a su cargo, incluyendo la Policía Preventiva Municipal, han repartido al público sin ton ni son, a diestra y siniestra, desde los primeros minutos del 1 de enero. CORTITA Y AL PIE Por lo demás, ¿qué ha sucedido realmente durante los primeros 100 días de administración? Sencillo: actividades menores, propias de un municipio con menos de 250 mil habitantes, no de una capital que linda el millón de personas y tiene una idea de sí misma, aspiracional, que no corresponde con la realidad (“la mejor ciudad para vivir”). Asistencialistas. Unipersonales. Cortas de miras. Que buscan el lucimiento personal a costa del erario. Manolo reparte cobijas. Se monta en la compactadora de asfalto y simula tapar un bache frente al aplauso forzado de vecinos y paleros; entrega prótesis, canjea chatarra por despensa, vende con descuento productos del hogar, culpa de las fallas a su antecesor panista y allá donde se para –generalmente frente a una clientela, nunca en auditorios adversos a su interés electoral– inicia su intervención arengando: “¿en dónde están las mujeres más lindas de Saltillo?”. LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS Somos parte de un plan electoral. A Manolo Jiménez el PRI-Gobierno lo reelegirá con usted, sin usted o a pesar de usted. A la sociedad saltillense le tienen tomada la medida. Y el pelo a los ciudadanos. Sin embargo la historia es cíclica y los pueblos que no tienen memoria están condenados a repetirla. La eventual campaña que iniciará –ahora sí, formalmente– significa volver 16 años en el tiempo, a 2002, con Humberto Moreira como candidato a alcalde. Ahí, donde inició la calamidad para Coahuila. Estás advertido, Saltillo. @luiscarlosplata