A cinco días de su quinceañera, Rubí se quedó sin iglesia
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En declaraciones para 'Despierta América', don Crescencio Ibarra lamentó la decisión, que calificó de injusta. ¿Ahora que pasará?
Este miércoles, faltando menos de cinco días para los XV de Rubí, la quinceañera transformado por error en un evento multitudinario en México, la familia de la homenajeada enfrenta una de las pruebas más difíciles de este proceso: la capilla de la Hacienda Solís, en la Villa de Guadalupe, les informó que allí no podrán celebrar la misa.
“No se me hace justo que a unos días, apenas vengan a decirme. Ya teníamos todo planeado allí, con seguridad, con todo, cómo iba a ser, cómo íbamos a entrar, quién iba a entrar, quién no”, denunció desde La Joya, San Luis Potosí, don Crescencio Ibarra, padre de la quinceañera Rubí, en entrevista con 'Despierta América'.
Su agenda este miércoles se concentraba en "ir a una parte, a ver dónde me prestan (una iglesia...) Yo no sé qué voy a hacer mañana si esto sigue así", soltó con evidente frustración.
La decisión de negarle a los Ibarra García la capilla que habían separado incluso desde antes de que la invitación a los XV de Rubí se transformara en un fenómeno internacional en internet, parecería incomprensible, pues tan reciente como la semana pasada, José Luis Carrillo, custodio del lugar desde hace 20 años, había confirmado que allí la joven del pueblo recibiría su bendición de quinceañera.
La única preocupación que Carrillo manifestó en ese momento a 'Despierta América' fue que en la capilla sólo cabían 200 personas sentadas y, tal vez, colocando algunas sillas, cabrían unas 250. De hecho, durante el fin de semana, el sacerdote Felipe Martínez, quien oficiará la misa, reveló al periódico mexicano El Universal, que la familia de Rubí Ibarra García estaba muy nerviosa por el reventón que se les salió de control.
Martínez, religioso a cargo de La Joya y otras 37 comunidades que conforman la Villa de Guadalupe, les aconsejó que mantuvieran la calma, pues "todo pasa". En ese momento, las más tensas eran la quinceañera Rubí y su mamá, Ana Elda García, quien temía que su salud se afectara pues no estaba preparada para algo tan inmenso.
El sacerdote adelantó que la familia Ibarra García quería realizar la misa más temprano, entre 9:30 y 10:00 de la mañana y que no permitirían la entrada de periodistas pues ese era el momento más importante del día y querían mantenerlo privado.
Al quedarse sin capilla, sus planes se complican.
Este miércoles es el patriarca de los Ibarra García quien se declaró preocupado, pues siente que no le da el tiempo para completar todo lo que falta para que su hija tenga la fiesta de quinceañero con la cual soñaba y que debido a un video que él grabó, invitando a los residentes de ranchos vecinos, se viralizó y se transformó en un evento sin precedentes en San Luis Potosí.
En Facebook, más de 1.3 millones de personas han confirmado que asistirán al festejo el próximo lunes 26, aunque las autoridades y los Ibarra García saben que la gran mayoría no irá.
Se estima que al menos 20,000 personas sí se darán cita por lo que se implementó un operativo de seguridad en la zona que cuenta con la participación del Ejército mexicano, agentes de la policía federal, estatal y de Protección Civil.
Ante la falta de hospitales cercanos a La Joya, funcionarios de la Cruz Roja estarán trabajando para atender cualquier emergencia y canalizar los esfuerzos de manera que, en caso de que hubiese que trasladar a alguna persona a un centro de salud, pueda hacerse lo más rápido posible.
Por petición del invitado gobernador del estado, Juan Manuel Carreras López, el escenario para la fiesta fue trasladado a la comunidad Laguna Seca, en el municipio de Charcas, confirmó Crescencio Ibarra y recordó que en el mismo lugar será la famosa chiva, para la que prometió un premio de 10,000 pesos mexicanos (equivalentes a 480 dólares).
En los XV de Rubí tocarán Marco Antonio Flores y la Banda Jerez, "El Mimoso", Los Indomables de Cedral, Los Cachorros de Juan Villareal, Relevo X y el grupo Innegable.
El patriarca de la familia Ibarra García esperaba el miércoles conseguir la iglesia y luego buscar la ropa que utilizará ese día, pues confesó que hasta el momento no ha tenido tiempo de ir por ella.
En cuanto a quién se encargará de limpiar el lugar una vez todos los invitados se marchen, Ibarra confió en que "gente de aquí, de la comunidad, nos va a ayudar a limpiar". Ojalá que así sea.