¿Cómo la música afecta nuestro comportamiento?
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La música hará exactamente lo que está escrito para hacer la canción. ¿Cómo pongan las letras a las canciones y la música que elija escuchar afecta a casi todas las facetas de su vida
Aunque la industria de la música pueda hacer creer a los oyentes que sus letras no tienen ningún efecto en las normas sociales, Taylor Swift y una serie de expertos están cantando una melodía diferente.
Una controversia se desencadenó en los medios en febrero en respuesta a las 'sexualizadas letras' de Kanye West. West defendió en Twitter su canción "Famous" (famosa) diciendo: "Lo primero es que soy un artista, y como artista voy a expresar lo que siento sin censura".
La famosa pelea y las letras, ahora inmortalizadas en el nuevo álbum de West, "La vida de Pablo" plantean preguntas sobre la misoginia, el contenido, y la censura, en el mundo de la música.
Es un debate que se ha estado sucediendo durante años, como las letras que se escuchan en los géneros populares de la música se han convertido cada vez más violentas y sexuales. ¿Pero este aumento, en letras explícitas, tiene un efecto en sus oyentes?
El aumento de casos
El profesor asociado P. Cougar Hall, de la 'Universidad Brigham Young', junto con el profesor Joshua West y la estudiante Shane Hill, llevaron a cabo un estudio publicado en 2012, que analiza el contenido sexual de las canciones de la lista de éxitos en el 'Billboard Hot 100'.
"En el pasado, los estudios se habían limitado a letras degradantes; por lo general, letras que degradaban a las mujeres, o hiper-sexualizadas. No estábamos buscando canciones que hablaran de sexo, pero nos fijamos en las canciones donde se objetivan las mujeres ", dijo Hall en una entrevista con el Deseret News. "(Sexualización es) cuando la sexualidad se impone a las niñas en particular, cuando su valor es esencialmente la suma de su sexualidad".
En el estudio, Hall y su equipo codificaron las 100 mejores canciones de 1959, 1969, 1979, 1989, 1999 y 2009 por las referencias sexuales generales, y referencias específicas a sexualización, y rastrearon las tendencias.
Descubrieron que los casos de sexualización aumentaron dramáticamente en letras durante los años 90' y los años del 2000. Hall atribuye esta escalada a dos factores principales: "las leyes de asesoramiento a los padres se promulgaron en 1985, y a la popularidad de la música rapera".
"Muchos de los artistas ... estaban preocupados por la censura y las libertades artísticas, pero creo que en realidad el resultado fue todo lo contrario. Cuando el gobierno regularizó la obligación consultiva, permitió que la gente dijera, por las letras, lo que quisieran. Debido a eso, ahora tenemos canciones y letras post '85 que no se habrían publicado. Claramente, se quitaron los guantes", reseñó Hall.
Según el profesor, un aumento de la popularidad de la música rapera llevó a más referencias sexuales, de drogas y alcohol, en las letras. De hecho, mientras realizaban el estudio de las referencias sexuales en las canciones, Hall y su equipo notaron tantas referencias a las drogas que se decidieron a llevar a cabo un estudio adicional centrado en el abuso de sustancias.
"Teníamos más artistas que se identificaban con la cultura 'hip-hop', la cultura de la calle, culturas todas ellas que son de hecho más sexualizadas", indicó.
Sexualización
Mientras que las letras en sí están bien documentadas, sus efectos pueden ser más difíciles de identificar.
En un estudio titulado "Exposición a letras de canciones degradantes versus no degradantes y el comportamiento sexual entre los jóvenes", Steven C. Martino y sus colaboradores siguieron a un grupo de adolescentes durante más de tres años para evaluar la correlación entre la música que escuchaban y sus comportamientos sexuales. Mostraron que las letras sexualmente degradantes están correlacionadas con mayores tasas de actividad sexual en los adolescentes.
"Nuestra investigación sugiere que...las letras sexuales degradantes hacen más que salir por un oído y entrar por el otro", dijo el estudio de Martino. "Puede ser que la escucha de música popular, independientemente de su contenido, resulta una activación cerebral fisiológica elevada que, a través de un proceso de transferencia de la excitación, incita el comportamiento sexual entre los adolescentes".
Las letras degradantes fueron definidas en el estudio como las que "retratan a las mujeres como objetos, y a los hombres como sexualmente voraces e insaciables", dijo Martino en una entrevista. También incluyeron letras que retratan el sexo como algo intrascendente.
"Creo que este tipo de mensajes son frecuentes en la música popular, y no son siempre los tipos de mensajes que estamos buscando como padres. Podrían ser más sutiles. Contenido sexual degradante no significa necesariamente contenido sexual explícito", indicó Martino.
El investigador y su equipo encontraron que los niños con los niveles más altos tienen mayor exposición a las letras sexualmente degradantes, con un 51 por ciento que inicia las relaciones sexuales entre la primera y segunda encuesta. Para aquellos con los niveles más bajos, sólo el 29 por ciento se inició en el acto sexual.
"Estamos hablando de niños que tienen 12, 13, o 14 años de edad. Son muy impresionables. Es un momento en el que están buscando como guía a los medios de comunicación, sus amigos, y sus padres. Tenemos que observar los mensajes que van a recibir antes de que se fragüe un patrón permanente de conducta", aconsejó Martino.
Hall, que dirige una clase de educación sexual en BYU, teme que los adolescentes confunden la letra de la música popular con las normas sociales.
"Si Justin Bieber y Selena Gómez están hablando de su actividad sexual, y tengo 14 años, sólo aumenta esta percepción errónea que tengo de que todos los niños son sexualmente activos. Es la idea de que si estás escuchando música, y nos está saturado con mensajes sexuales, se tiende a creer que todo el mundo lo está haciendo. Eso en sí mismo se convierte en una poderosa perspectiva" dijo Hall.
La agresión y la misoginia
En un estudio realizado en 2006 por Peter Fischer y Tobias Greitemeyer, “Music and Aggression: The Impact of Sexual-Aggressive Song Lyrics on Aggression-Related Thoughts, Emotions, and Behavior Toward the Same and the Opposite Sex,” (Música y Agresión: El impacto de canciones sexual-agresivas en los pensamientos agresivos relacionados, las emociones y el comportamiento hacia el mismo y el sexo opuesto), a los individuos se les dijo que estaban participando en dos estudios: uno sobre la música y otro de alimentos picantes. Después de escuchar la música asignada, los sujetos dieron una porción de salsa de chile picante a una mujer para la prueba.
La mujer, como parte del estudio, dejó en claro que no le gustaba la comida picante; a todos los participantes se les dijo que la mujer tendría que comer toda la cantidad de salsa de chile que le dieran.
A continuación, la salsa de chile picante se midió como un indicador de la agresión. El estudio mostró que los sujetos masculinos, que habían escuchado canciones con letras misóginas, le dieron salsa de chile más picante a la mujer que los otros grupos de control.
"Los niños empiezan a escuchar esta música y a sentir un sentido de permisividad de ella, que es su derecho a tener muchas relaciones sexuales con mujeres sin pensar en sus sentimientos o valores. Eso también puede afectar a su comportamiento", indicó Martino.
En el estudio de seguimiento, cuando los hombres y las mujeres escucharon música misógina o de "hombres odiadores", respectivamente, cada cohorte se le asignó el sexo opuesto para duraciones más largas de "tratamiento de agua helada" que a los grupos de control.
"Los participantes masculinos, en nuestros estudios, sólo escucharon dos canciones diferentes con letras misóginas y mostraron un aumento considerable de agresividad hacia las mujeres", señaló el estudio. "¿Qué se puede decir sobre este efecto en la vida real, donde los hombres probablemente escuchan centenares de canciones misóginas durante toda su vida?"
Jack R. Christianson, autor de "Making the Music Decision" (Tomando una decisión musical) y "Music: Apples or Onions" (Música: manzanas o cebollas), se inspiró para investigar los efectos de la música cuando se dio cuenta de su impregnación en un entorno de alta escuela.
"No voy a decir que si escucha canciones con 'malas letras' va a salir y hacer lo que sugieren las letras. Pero los pensamientos dominantes que usted tiene en su mente son las que impulsan sus comportamientos. La música le permite recordar esa letra", dijo Christianson.
Indicó que este proceso no siempre es deliberado, sino más bien puede ser el acto subconsciente de un cerebro que libera hormonas y estimula los centros de placer en respuesta a ciertos acordes, ritmos, y patrones en la música.
Autoestima
Otra cuestión que puede ser exacerbada por la degradación de las letras es la de una baja autoestima, lo que puede conducir a la ansiedad, la depresión, y los trastornos alimentarios.
Un comunicado de prensa de 2007 de la Asociación Americana de Psicología advirtió que las influencias de los medios sociales, incluyendo las letras de la música, pueden interferir con el funcionamiento cognitivo, la salud física, la salud mental, y el desarrollo sexual.
El estudio de Martino encontró que las letras afectan a hombres y mujeres por igual.
"Las niñas adoptan estas representaciones de la sexualidad tan fácilmente como lo hacen los niños. Así que si el mensaje que las niñas están recibiendo de estas letras es que ellas se deben valorar principalmente por su sexualidad y su atractivo sexual, puede ser perjudicial para la autoestima de las niñas. Ellas sienten que necesitan estar a la altura de las imágenes que provienen de este tipo de canciones, y eso puede ser una cosa difícil para tener que lidiar para las niñas", resaltó.
¿Qué pueden hacer los padres?
¿Cómo pueden los padres, y el público interesado, exponer de manera más eficaz la brecha entre las normas sociales percibidas y las reales? Según Hall, los adolescentes tienen que aprender que son constantemente objetivos y que están siendo manipulados por la industria de la música.
Incluso, si los padres desalientan escuchar música en casa, es omnipresente. En los bailes de la escuela, la radio, eventos deportivos, dispositivos de música personales, y la televisión, dan a los niños un amplio acceso a las letras degradadas.
"Yo personalmente no soy de los que llaman a la censura", dijo Hall. "Creo que algunas canciones subidas de tono son una bendición para mí, como padre de un chico de 17, una de 15, y un niño de 11 años de edad, al tener un tema de debate. No nos involucramos lo suficiente en estas confrontaciones con nuestros jóvenes.
Mientras esto está en los medios de comunicación, ¿por qué no utilizarlo como una señal para la acción? Y por qué no es lo que realmente hablamos con ellos, no sólo el '¿por qué es una canción sucia?', sino ' ¿qué es lo que realmente hace que esta canción sea inapropiada?, y '¿cuáles son los valores y principios que son inconsistentes con lo que creemos?' ".
Según Martino, el establecimiento de límites es apropiado para los niños más pequeños, pero ya no funciona de nuevo cuando alcanzan la etapa adolescente.
"Teniendo en cuenta la clase de acceso que los chicos y chicas tienen a los medios de comunicación y redes sociales, va a ser una batalla perdida tratar de adaptar sus vidas para que nunca estén expuestos a estas cosas. Es mejor tener consejos de padres, que tienen puntos de vista de los padres sobre la sexualidad, para que piensen en ello de forma un poco más crítica", comentó Martino
El peligro radica en esta percepción de "algo normal", según Hall, quien dice que los jóvenes pueden ser engañados por los adictos a las drogas y los comportamientos sexuales de riesgo, que a menudo se ofrecen en la música popular.
"Esa no es la forma en la que la mayoría de nosotros nos relacionamos. Tenemos que hacer un mejor trabajo y aumentar nuestros esfuerzos para ayudar a los jóvenes a entender eso", apuntó Hall.
Christianson adopta un enfoque similar al problema y enseña a sus estudiantes y lectores a elegir por sí mismos.
"La música hará exactamente lo que está escrito para hacer la canción. ¿Cómo pongan las letras a las canciones y la música que elija escuchar afecta a casi todas las facetas de su vida. Lo que quiero hacer es enseñar a mis estudiantes cómo tomar sus propias decisiones sobre la base de cómo las cosas les hacen sentir y actuar. ¿Concuerdan con su brújula moral?
Hay un montón de buenos temas en casi todos los géneros, pero hay algunos que son una subcultura. Tienen la intención de ser malos, y quieren arrastrar a la gente a un lugar oscuro. Se les puede llevar a los picos más altos o a los valles más bajos", concluyó.