¿Compras en exceso para Navidad?, podrías tener un desorden psiquiátrico

Vida
/ 4 diciembre 2017

Las compras compulsivas son catalogadas como una adicción, y, de acuerdo a una especialista de la UNAM, en diciembre se incrementan

Eres de los que tienen muchas ganas de realizar compras y el Buen Fin o Navidad te encantan porque vas a disparar efectivo o “tarjetazos” al por mayor, ten cuidado porque podrías ser un comprador compulsivo, que se considera un trastorno de la mente.

Gabriela Orozco Calderón, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, señaló que el término para describir las compras compulsivas es oniomanía y quienes la padecen presentan euforia al comprar algún objeto, pero posteriormente sienten culpa y caen en depresión por tener que pagar.

La especialista resaltó que este trastorno es uno de los problemas psicológicos más graves que actualmente se presenta en la sociedad mexicana, porque muchas personas buscan a través de las compras responder ante otras emociones como venganza, aburrimiento o tristeza, por lo que en épocas decembrinas se acentúa.

Indicó que el porcentaje de mujeres es mayor al de hombres que presentan este padecimiento y mientras ellas suelen comprar ropa, zapatos o música, ellos se inclinan por gadgets y aparatos electrónicos.

Un trastorno psiquiátrico

A la fecha, los manuales psiquiátricos no incluyen la compra compulsiva como una enfermedad, pero su similitud neurobiológicamente al juego compulsivo la incluyen en conductas adictivas.

Al respecto, la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas indica que la adicción es una enfermedad crónica y recurrente del cerebro, caracterizada por la búsqueda y el uso compulsivo de sustancias a pesar de sus consecuencias nocivas.

Así, puede decirse que la compra compulsiva se vincula con la adicción, porque la característica en común es esa impulsividad de no poder detenerse al realizar las compras, además de relacionarse con depresión, ansiedad, conductas antisociales, y muchas otras adicciones psicológicas.

El diagnóstico incluye una preocupación mal adaptativa o impulsiva por no comprar, pensamientos intrusivos en la vida cotidiana, irresistibles y sin sentido que quitan tiempo para realizar otras actividades por ir a comprar objetos que no se necesitan, y alteran ocupaciones sociales y familiares.

Debido a la gratificación inmediata, el estatus que genera es un perfil de personalidad neurótico, pues se busca el reconocimiento de los demás a través de la aprobación por tener ropa nueva y de marca, o el último celular y la tablet de última generación.

El placer de comprar...

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