Construye matrimonio casa-hogar en ejido de Saltillo, para personas de la tercera edad
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La mujer que antes se dedicara a predicar la Palabra a través de la estación Radio Lobo, hace realidad el refugio para adultos mayores en abandono, en el ejido Puebla
Una noche que se acostó a dormir, no sin antes rezar sus oraciones, Lucía tuvo un sueño.
Y soñó que fundaba una casa-hogar para adultos de la tercera edad, desamparados.
Años más tarde aquel sueño de Lucía Carrizales Sosa, presidenta de la Asociación Transformando Lágrimas en Sonrisas, se volvió realidad.
Lucy cuenta que llegó al ejido Puebla, a 32 kilómetros de Saltillo, por una diosindencia.
Ella tenía un programa en la extinta estación Radio Lobo, donde predicaba las enseñanzas de Jesús, leía la Biblia y daba testimonio de su vida.
Cierto día un hombre de la audiencia le llamó a la emisora para pedirle que hiciera oración por su esposa enferma que vivía en el ejido Puebla.
“Sentí de Dios ir allá”, dice Lucía.
A partir de entonces Lucy y su esposo Luis Trujillo Llanas, pastor de una iglesia evangélica, se propusieron visitar más comunidades de la región como Cuautla, Rincón Colorado, Agua de la Mula, Derramadero, Nogal, para proclamar el Evangelio.
Y se encontraron con adultos de la tercera edad abandonados, desprotegidos, desatendidos por sus hijos.
“Llevábamos despensa, ropa y juguetes para los niños en Navidad y así empezó nuestro caminar”, narra Lucy.
Fue cuando vino lo del sueño.
“Sentí en mi corazón hacer una casa-hogar para los abuelitos que estuvieran desamparados y nos llevó Dios al ejido Puebla”, relata.
Hace cinco años Lucy y su esposo compraron, con su dinero, un terreno enyerbado en medio del paisaje desértico de Puebla.
Consiguieron, a través de donaciones en especie y aportaciones de sus hijos, levantar una construcción con un espacioso comedor, cocina, cuatro recámaras con baño, consultorio, patio, cisterna y un templo.
Hoy, la casa hogar, a Lucy no le gusta la palabra asilo, está aún en obra negra, pero al 60 por ciento de su construcción.
Y es por eso que Lucy pide el apoyo de la comunidad para terminar este refugio en el que se proyecta edificar, cuando menos, otras cuatro recámaras y un quiosco.
Desde que se casaron, hace 49 años, Lucy y Luis, originarios de la Región Centro de Coahuila, decidieron tomar el apostolado de ayudar al prójimo, y fundaron en cada colonia en que vivieron, comedores comunitarios para niños en condición de pobreza.
“Hemos trabajado en los ejidos, en los ranchos, en todas partes donde vemos necesidad ahí estamos. Hemos empezado cuatro o cinco iglesias en diferentes partes, en Saltillo tres. A nosotros no nos interesan las cosas materiales, solamente nos interesa tener para servir y servir a los que menos tienen.
Hay cinco abuelos en lista de espera para entrar en este lugar que Lucía bautizó como Casa de Reposo “El Refugio de Galaad”, que tendrá una capacidad para 32 adultos mayores del área urbana y rural de la entidad.
“Como está más retirado acá, por lo pronto recibiremos a adultos mayores que puedan caminar, que se puedan valer por ellos mimos, que no estén enfermos, y nosotros atenderlos en la comida, lavarles la ropa, el aseo, como ellos se merecen. Vamos a tener que hacer un censo, pero el refugio va a hacer para adultos que no tengan hijos, especialmente que no tengan una casa dónde vivir… y no es necesario que sean cristianos.
“Digo que adultos mayores que no estén enfermos porque como está retirado, necesitaríamos de un mueble para trasladarlos a Saltillo, al hospital. No tendríamos las cosas que se necesitan para recibirlos”, detalla Lucy.