Coronavirus: Con más de mil casos Ron DeSantis gobernador de Florida pide que se declare al estado en "desastre mayor"
Florida está siendo golpeado con fuerza por el COVID-19 que hasta hoy se cobró la vida de 20 personas y alcanzó los 1,467 contagio por COVID-19, por este motivo quiere que se declare la situación del coronavirus en este estado como "desastre mayor".
La cifra de muertos por el COVID-19 aumentó hasta 20 y el número de casos detectados, entre ellos dos nuevos casos de niños, se acerca al millar y medio (1,467) en Florida, cuyo gobernador, Ron DeSantis, pidió al presidente Donald Trump que declare la situación del coronavirus en este estado como "desastre mayor".
Un menor de meses de nacido y una niña de 2 años dieron positivo por COVID-19 en el condado de Broward, aledaño al de Miami-Dade, según informó el Departamento de Salud de Florida.
Mediante una carta, DeSantis pidió al mandatario fondos adicionales para ayudar con el desempleo, ayudas para comida, asesoramiento sobre la crisis o préstamos comunitarios para desastres, ya que los 208 millones de dólares que el estado planea gastar en esta crisis no serán suficientes.
Según las últimas cifras facilitadas por el Departamento de Salud de Florida, actualmente hay más de 1,000 personas pendientes de los resultados de sus pruebas por coronavirus y 13,127 personas examinadas no dieron positivo.
El alcalde del condado Miami-Dade, Carlos Giménez, inauguró un nuevo centro de autoservicio para analizar el coronavirus, en las inmediaciones del estadio de béisbol de los Marlins, en la Pequeña Habana.
Este centro es solo para personas de 65 años o más que tengan síntomas y solo se puede acceder a él en automóvil, con acompañante.
En una conferencia de prensa por la inauguración, el comisionado de la ciudad, Joe Carollo, anunció que "próximamente" Miami contará con el primer servicio a domicilio de pruebas para personas mayores de 65 años que no puedan salir de sus casas y tengan síntomas de la enfermedad.
Asimismo, la Oficina de Manejo de Emergencias (FEMA) del condado Miami-Dade solicitó un espacio a la Feria de la Juventud, que se ubica en una área del Tamiami Park, para un hospital de campaña con 250 camas, que ya se construye.
Por el momento no se declaró la cuarentena a nivel estatal, pero son varias las voces que llevan días reclamando al gobernador que haga algo al respecto, como la congresista Debbie Mucarsel-Powell, que este martes indicó que la declaración de desastre mayor "no es suficiente".
"La crisis del COVID-19 solo irá a peor si el estado de Florida no declara una orden para estar en casa. Sin una medida crítica, el virus se expandirá. Una declaración de desastre mayor no afronta la raíz del problema. Escuchen mi recomendación", dijo en Twitter la congresista.
En este sentido, algunas ciudades del sur de Florida, que es la región más afectada por el virus, ya han comenzado a tomar sus propias medidas como en Miami Beach, que desde hoy al mediodía declaró la orden "más seguros en casa".
El alcalde de esta ciudad, Dan Galber, ordenó a sus residentes "limitar todas sus actividades fuera de casa más allá de las absolutamente necesarias" para protegerlos ante el riesgo de contagiarse.
"Todas las reuniones públicas o privadas fuera del lugar de residencia sin importar el número de personas quedan prohibidas, salvo aquellas para actividades esenciales", señaló el alcalde en un comunicado.
Por tanto, los ciudadanos podrán ir comprar cosas de primera necesidad, acudir a los centros sanitarios, e ir a los restaurantes para recoger comida para llevar o al banco.
También están permitidas las actividades recreativas al aire libre en zonas que no estén cerradas, así como las actividades religiosas en las que se mantengan la distancia de seguridad entre los participantes.
Sin embargo, el gobernador, afín a Trump, se rehúsa por ahora establecer el encierro obligatorio, como lo han hecho los estados de California y Nueva York, los mayores focos del COVID-19 en Estados Unidos, al considerar que es "contraproducente".
Sin embargo, como respuesta, DeSantis promulgó una orden ejecutiva ordenando a todas las personas que viajen al estado por algunos de los "puntos calientes" del virus que inicien una cuarentena voluntaria en sus casas 14 días después de retornar.