Debuta España en la Eurocopa con triunfo ante República Checa
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Piqué rescata a España en su debut ante República Checa. España, logró la anotación hasta la segunda parte del encuentro
TOULOUSE.- Gerard Piqué le dio una patada a la historia y con un soberbio cabezazo a los 89 minutos provocó que España debutara en la Eurocopa trasladando al marcador la condición de favorita que tenía en el papel y que se vio en el campo.
España, que nunca había ganado en un 13 de junio, conquistó el triunfo por insistencia, por querer hasta el último suspiro ganar y mostrar sus galones, por más que enfrente no tuviera a ese equipo fácil que se vendió antes de tiempo. La Roja sufrió por ganar y tuvo que pelearlo.
Hasta el final... Porque en tiempo añadido De Gea volvió a responder de manera mayúscula para evitar un empate que habría sido demasiado premio para el rival.
Hubo quien en los días previos al choque apuntó que la República Checa partía como el rival 'más asequible' del grupo. Y en cinco minutos el equipo de Pavel Vrba desmintió ese tan curioso tópico. Dos lanzamientos de esquina y un golpe franco fueron los avisos de un equipo ordenado, sí, y principalmente conservador, también. Pero para nada indefenso.
A España le sobresaltó la puesta en escena de los checos. Sorprendida por la presión alta del rival, le costó entrar en juego y más aún poner de manifiesto que mandaba en el campo... Pero en cuanto se manifestó Iniesta y se centró Busquets, se puso de manifiesto el mando de la Roja.
Cech, de hecho, fue el responsable de que la República Checa alcanzara el descanso con el 0-0 en el marcador. A los 15 minutos salvó un remate a bocajarro de Morata, que se encontró con su mano milagrosa a los 28 en un disparo cruzado y volvió a intervenir de manera mayúscula en la recta final del primer tiempo ante los disparos de Silva y Jordi Alba.
Sin prisa pero sin pausa, el equipo de Del Bosque le tomó el gusto al partido arrinconando a un rival serio y que no dio más señales hasta el último suspiro, cuando un disparo duro pero centrado de Necid encontró la respuesta de De Gea.
EL CAMBIO
La segunda mitad fue una película distinta. España salió revolucionada y achuchó a la República Checa sin darle respiro ninguno en cinco minutos eléctricos que volvieron a colocar a Cech en el primer plano.
Entrando por banda, principalmente una izquierda en la que Jordi Alba y Nolito mostraron un entendimiento digno de atención, la campeona se desmelenó y obligó a replegarse al equipo rival, cada vez más convencido que solo al contragolpe o a balón parado tendría opciones de llevarse el partido.
Fue así como un remate a salida de una falta de Hubnik obligó a intervenir a De Gea, (56 minutos) para que Del Bosque reaccionara de inmediato poniendo a calentar a Thiago... Y metiera en juego poco después a Aduriz en el puesto de Morata, buscando quizá menos movilidad pero más remate en estático.
España fue creciendo en su mando y la República Checa lo hizo en su intensidad. Viendo que podía rascar al menos un empate que se antojaba muy dificultoso ante la campeona, la selección centroeuropea multiplicó sus esfuerzos, llegó a avisar en alguna ocasión, como cuando Cesc ejerció de bombero milagroso, fio su suerte a un final sin vuelta atrás.
La urgencia llamó a la puerta de una España a la que Del Bosque quiso imponer frescura con la entrada de Thiago por Cesc, por más que a medida que pasaba el tiempo empezaba a sospecharse que, una vez más, el 13 de junio iba a ser gafe para la selección.
Después de cuatro derrotas y un solo empate en los cinco partidos que disputó en tan fatídica fecha, este estreno en Toulouse se quiso contemplar como el día del cambio. Y costó que acabase por conseguirse.
Fueron 89 minutos remando los que se pasó España hasta que Iniesta sacó petróleo de su bota viendo como por el segundo palo aparecía Piqué... Y el central del Barcelona, pitado tantas veces en tantos campos de España, fue quien resolvió el partido con un cabezazo magnífico.
El descuento solo sirvió para que De Gea salvase un remate envenenado y diera mayor lustre a una victoria muy trabajada de la campeona, que se sacó los fantasmas de Brasil para mostrar que a Francia acudió en busca de mayor gloria.