Destino del pitbull que atacó a muerte a Iker Ulloa, aún es incierto
Ministerio Público no ha determinado cuál será la decisión respecto al perro agresor
El destino de “Max”, el perro pitbull que atacó a Iker Ulloa -el pequeño que falleció el lunes luego de que el can le destrozara la tráquea-, aún no se define, pues la Agencia del Ministerio Público no ha determinado cuál será la decisión en relación a lo que sucederá con el perro.
Ayer martes debió de emitirse la resolución, ya que el lunes se acabó el periodo de observación en que se determinaría si el perro padecía de alguna enfermedad o mostraba agresividad, lo que ya ha dicho personal de Centro Antirrábico, que el can está en buen estado de salud y se percibe tranquilo.
Los dueños de “Max” aún podrían reclamarlo, pero hasta el momento no se han manifestado, además está la petición de Raúl Julia Levy, quien tiene una fundación que rehabilita perros agresivos en California, y desde el incidente presentó su interés de hacerse cargo del perro y de cambiar su carácter en tres meses.
Hasta el momento está surgiendo polémica, luego de las declaraciones de Eglantina Canales, secretaria de Medio Ambiente, quien señaló que en su punto de vista lo ideal es que el perro sea sacrificado ya que causó la muerte de una persona.
Juan Salas, director de Control y Bienestar Animal, señaló que si el Ministerio Público determina no entregar el perro a la Fundación de Raúl Julia Levy, se interpondrá un amparo para que el perro pueda ser llevado a California.
El ataque de “Max” contra Iker desató en Saltillo una ola de odio contra esta raza de perros; hace días en la colonia Lomas Verdes un animal fue apedreado hasta la muerte. El pitbull fue amarrado a un poste de cemento con una cuerda de nailon.
Al menos dos casos más fueron reportados de animales de esta raza que amarraron y abandonaron.
ENTÉRESE
> El lunes se acabó el periodo de observación en que se determinaría si el perro padecía de alguna enfermedad o mostraba agresividad.
> Los dueños de “Max” aún podrían reclamarlo.
> También podría ser enviado a una fundación que rehabilita perros agresivos en California.