Dietas altas en fibra pueden ayudar a tratar la diabetes tipo 2

Vida
/ 10 marzo 2018

Un estudio proporciona evidencia de que comer fibras puede reequilibrar la microbiota intestinal o el ecosistema de bacterias en el tracto gastrointestinal que ayudan a digerir los alimentos

La lucha contra la diabetes tipo 2 podría mejorar pronto gracias a un estudio sobre la dieta con alto contenido de fibra dirigido por un profesor de la Universidad de Rutgers, en New Brunswick, Nueva Jersey, Estados Unidos. La promoción de un grupo selecto de bacterias intestinales con una dieta alta en fibras diversas llevó a un mejor control de la glucosa en la sangre, una mayor pérdida de peso y mejores niveles de lípidos en personas con diabetes tipo 2, según una investigación publicada este jueves en 'Science'.

El estudio, en curso desde hace seis años, proporciona evidencia de que comer más fibras dietéticas correctas puede reequilibrar la microbiota intestinal o el ecosistema de bacterias en el tracto gastrointestinal que ayudan a digerir los alimentos y son importantes para la salud humana en general.

Nuestro estudio sienta las bases y abre la posibilidad de que las fibras dirigidas a este grupo de bacterias intestinales eventualmente se conviertan en una parte importante de su dieta y su tratamiento", destaca el autor principal del estudio, Liping Zhao, profesor del Departamento de Bioquímica y Microbiología d ela Facultad de Ciencias Ambientales y Biológicas de la Universidad de Rutgers-New Brunswick.

La diabetes tipo 2, una de las patologías debilitantes más comunes, se desarrolla cuando el páncreas produce muy poca insulina, una hormona que ayuda a la glucosa a ingresar a las células para su uso como energía, o el cuerpo no usa bien la insulina. En el intestino, muchas bacterias degradan los carbohidratos, como las fibras dietéticas, y producen ácidos grasos de cadena corta que nutren nuestras células intestinales, reducen la inflamación y ayudan a controlar el apetito.

La escasez de ácidos grasos de cadena corta se ha asociado con la diabetes tipo 2 y otras patologías. Muchos estudios clínicos también muestran que elevar la ingesta de fibra dietética podría aliviar la diabetes tipo 2, pero la efectividad puede variar debido a la falta de comprensión de los mecanismos, según Zhao, que trabaja en el Instituto de Nueva Jersey para Alimentos, Nutrición y Salud en Rutgers.

En una investigación basada en China, Zhao y científicos de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, en China, y Yan Lam, profesor asistente de investigación en el laboratorio de Zhao, en Rutgers, derivaron de manera aleatoria a los pacientes con diabetes tipo 2 a uno de dos grupos. El grupo control recibió educación estándar y recomendaciones dietéticas, mientras el grupo de tratamiento recibió una gran cantidad de muchos tipos de fibras dietéticas al ingerir una dieta similar en energía y los principales nutrientes. Ambos grupos tomaron el fármaco acarbosa para ayudar a controlar la glucosa en sangre.

MENOS AZÚCAR EN SANGRE
 

La dieta alta en fibra incluía granos integrales, alimentos medicinales chinos tradicionales ricos en fibras dietéticas y prebióticos, que promueven el crecimiento de bacterias intestinales productoras de ácidos grasos de cadena corta. Después de 12 semanas, los pacientes con la dieta alta en fibra tuvieron una mayor reducción en un promedio de tres meses de los niveles de glucosa en sangre. Sus niveles de glucosa en sangre en ayunas también cayeron más rápido y perdieron más peso.

Sorprendentemente, de las 141 cepas de bacterias intestinales productoras de ácidos grasos de cadena corta identificadas por la secuenciación de próxima generación, solo 15 se promueven mediante el consumo de más fibras y, por lo tanto, es probable que sean los principales impulsores de una mejor salud. Reforzados por la dieta alta en fibra, se convirtieron en las cepas dominantes en el intestino después de que aumentaron los niveles de los ácidos grasos de cadena corta butirato y acetato.

Estos ácidos crearon un ambiente intestinal ligeramente ácido que redujo las poblaciones de bacterias perjudiciales y condujo a un aumento de la producción de insulina y un mejor control de la glucosa en la sangre. El estudio apoya el establecimiento de una microbiota intestinal saludable como nuevo enfoque nutricional para prevenir y tratar la diabetes tipo 2.

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