Dos sacerdotes acusados de abusos sexuales irán a juicio por primera vez dentro de la Ciudad del Vaticano

Internacional
/ 13 octubre 2020

El Tribunal del Vaticano juzgará a dos sacerdotes en un juicio oral acusados de abusos sexuales a un joven seminarista que residía en el Preseminario San Pio X, ubicado en el interior de los muros vaticanos, lo que lo convierte en el primero de estos casos en su territorio. Se trata de algo sin precedentes en la historia de la Iglesia moderna.

El Tribunal del Vaticano juzgara desde mañana a dos sacerdotes acusados de abusos sexuales a un joven seminarista que residía en el Preseminario San Pio X, que se encuentra en el interior de la Ciudad del Vaticano, en el que es el primero de estos casos en su territorio.

La Fiscalía vaticana había pedido el enjuiciamiento en septiembre de 2019 por los presuntos abusos antes de 2012 a un chico residente en este presiminario en el interior de los muros vaticanos, donde se alojan una docena de adolescentes a quienes se les conoce como los monaguillos del papa.

Comenzará así en el Tribunal vaticano a primera hora de la mañana la apertura del juicio oral al ahora sacerdote y entonces seminarista Gabriele Martinelli, bajo la acusación de supuestos abusos sexuales, y a Enrico Radice, rector de ese centro en el momento de los hechos, por encubrimiento, pues se le acusa de que aunque conocía los abusos y nunca los denunció.

Las investigaciones comenzaron en noviembre de 2017 después de la publicación de estos hechos en el libro "Peccato originale" (Pecado Original) del periodista Gianluigi Nuzzi y prosiguieron con otros reportajes como los del programa televisivo "Le Iene".

Nuzzi, juzgado y absuelto por el Tribunal vaticano por falta de competencias territoriales en 2016 por la filtración de documentos, se hacía eco en su libro de las denuncias del joven polaco Kamil Tadeusz Jarzembowski sobre lo que ocurría en este seminario.

En el libro, Jarzembowski habla sobre "los abusos en su habitación a otro seminarista, más de 140 veces y de los que él era testigo, por parte de un pupilo del rector que era mayor que él y que después se convirtió en sacerdote".

Jarzembowski, que fue expulsado tras las denuncias y que finalmente no se convirtió en sacerdote, será uno de los testigos de este juicio.

"Los hechos denunciados se refieren a años en los que la ley vigente en ese momento impedía un juicio en ausencia de la queja de la persona afectada antes de que se cumpliera un año desde los hechos", pero el papa Francisco firmó una disposición el 29 de julio de 2019 que eliminó esa condición, con el fin de que este tipo de delitos pudiera ser juzgado, comunicó el Vaticano cuando se abrió la investigación.

Los hechos, según el testigo, se produjeron cuando la víctima era menor de edad y continuaron cuando cumplió los 18 años.

$!Dos sacerdotes acusados de abusos sexuales irán a juicio por primera vez dentro de la Ciudad del Vaticano

Martinelli, que ahora tiene 29 años, fue ordenado en la diócesis de Como el 10 de junio de 2017, a pesar de que el rector había recibido varias denuncias.

Cuando en noviembre de 2017 surgieron nuevos elementos, la Santa Sede delegó en la diócesis de Como la realización de una investigación, durante la cual se adquirieron numerosos documentos y testigos y el expediente se comunicó a la Santa Sede para la continuación del trámite, explican los medios locales.

Mientras tanto, la diócesis de Como tomó como medida, en espera del juicio, la limitación de Martinelli del ejercicio del ministerio y fue suspendido de realizar actividades pastorales con menores y adultos vulnerables y también se tomaron medidas similares contra Radice.

Se trata de algo sin precedentes en la historia de la Iglesia moderna, pues dos sacerdotes irán al tribunal por abusos sexuales cometidos dentro del pequeño Estado pontificio.

Nuzzi revelaba que en 2013 una carta anónima había llegado a numerosos exponentes de la curia, entre ellos el exsecretario de Estado Angelo Sodano y varios colaboradores cercanos al entonces secretario de Estado Tarcisio Bertone, como el cardenal francés Dominique Mamberti, pero al final la carta fue archivada sin ninguna investigación. 

COMENTARIOS

Selección de los editores