El adeudo oculto del Municipio de Saltillo, a Interagbar de México
COMPARTIR
TEMAS
El municipio de Saltillo debe actualmente a Interagbar de México -socio minoritario de Aguas de Saltillo- la cantidad aproximada de 250 millones de pesos. El contrato por 25 años se termina en 2026, por lo que el monto de la deuda podría aumentar otros 80 o más millones. ¿Sabrá eso Manolo?
En el año 2001, los saltillenses perdimos parte de nuestro patrimonio, al haberse vendido el 49 por ciento de las acciones del sistema de agua y drenaje. En su campaña por la Presidencia Municipal de Saltillo para el periodo 2000-2002, Oscar Pimentel González anunció que “resolvería definitivamente el problema del agua de la ciudad”, pero no dijo cómo. A mediados del año 2000, el municipio de Saltillo contrató a la empresa consultora estadounidense Freese Nichols -FN- para evaluar diferentes esquemas de participación de empresas privadas en sistemas de agua. El proceso de licitación fue conducido por Arthur Andersen , en ese entonces asesor contable de Aguas de Barcelona (AGBAR), única empresa que presentó una propuesta y ganó el proceso de licitación.
En agosto de 2001, el Cabildo de Saltillo aprobó la asociación del municipio con Aguas de Barcelona (AGBAR), cuya oferta financiera fue de 81.9 millones de pesos, para hacerse dueña del 49 por ciento de las acciones del sistema de agua de la ciudad. En los dos años anteriores, los gobiernos estatal y municipal y la Comisión Nacional del Agua habían invertido en el sistema de agua de Saltillo, 100 millones de pesos, cantidad superior a la oferta de AGBAR.
El valor en libros del sistema de agua era entonces de 453 millones de pesos, pero el piso financiero fijado por Arthur Andersen fue de 80 millones de pesos. O sea que los españoles pagaron solamente el 17.5 por ciento del valor en libros, usufructuando adicionalmente la infraestructura de tuberías, bombas y depósitos, de acuerdo con lo que quedó establecido en el contrato de asociación firmado entre SIMAS-Saltillo e INTERAGBAR de México -compañía constituida en la Ciudad de México el 25 de julio del 2001, cuyos socios eran: Aguas de Barcelona (que poseía el 51 por ciento de las acciones), e INTERAGUA, Servicios Integrales del Agua, a la que le correspondía el otro 49 por ciento. En las memorias anuales de Aguas de Saltillo, Aguas de Barcelona apareció durante muchos años como el socio privado de la empresa.
En 2008, siendo presidente municipal Fernando de las Fuentes, el Municipio de Saltillo compró 4 por ciento de las acciones que estaban en poder de InterAgbar de México, por la cantidad de 12.6 millones de pesos (3.15 millones por punto porcentual), quedando 55 por ciento / 45 por ciento. El Ayuntamiento de Saltillo ha desaprovechado la oportunidad de comprar más acciones, dado que en el contrato de asociación está estipulado que podría comprar 9.8 por ciento cada 5 años. Esto se pudo haber realizado fácilmente con las utilidades recibidas anualmente (32 millones en 2018) en cambio, ese dinero se ha invertido en gran parte en aspectos no relacionados con el agua. La actual administración municipal tiene la oportunidad única, de comprar hasta 25 por ciento de las acciones. Si no se hace, lo más seguro es que la empresa española quiera renovar el contrato por otros 25 años y seguiremos padeciendo sus abusos por incapacidad de los alcaldes.
(1)El precio actual de las acciones en poder de Aguas de Barcelona ha aumentado a la fecha a 250 millones de pesos aproximadamente y seguirá aumentando con el tiempo, debido a la inflación y a las reinversiones de parte del socio privado (Intergabar de México), por lo que la recuperación de las restantes acciones será cada vez más gravosa para el Municipio de Saltillo. Y al terminarse la vigencia del Contrato de Asociación, dentro de siete años, la deuda será de 350 millones de pesos o más. ¿Estará el municipio preparado para pagarle a su socio?
Los presidentes municipales que han sucedido a Fernando de las Fuentes no han tenido el menor interés en conocer el adeudo que continúa creciendo, ni en conocer el manejo interno de la empresa.
Durante su administración 2018, Manolo Jimenez, se negó a que se cambiara el Consejo de Administración de Aguas de Saltillo (los actuales consejeros tienen entre 11 y 17 años) y a asumir el puesto de Presidente del Consejo (nunca un presidente municipal ha sido presidente del Consejo con excepción de Oscar Pimentel, que lo fue durante unos meses y posteriormente él mismo promovió ante el Cabildo que ese puesto lo ocupara un ciudadano). ¿Cómo puede el Consejo y el alcalde en turno enterarse de lo que sucede al interior de la empresa mixta, si no tienen ningún interés en hacerlo, según lo han demostrado a lo largo de los años?
En la auditoria a modo de Aguas de Saltillo, que en 2018 aprobó el Cabildo de Saltillo, deberían de salir a la luz esta y otras incongruencias en cuanto a la turbia y maquiavélica relación entre SIMAS (que no existe) y Aguas de Saltillo. Y si SIMAS no existe, entonces ¿Quién maneja el timón?
(1) NOTA: Información tomada del documento “Cuestionamientos Ciudadanos a la Gestión del Agua del Sistema Semiprivatizado Aguas de Saltillo, S.A de C.V” . (2018) Por la Asociación de Usuarios del Agua de Saltillo, A.C., disponible en: rodolfogarzag630@gmail.com