El boleto de avión más inútil de la historia

Si de última hora canceló debido a la sicosis del coronavirus, mejor para los organizadores y más para quienes vieron su nombre extranjero en el programa y lo agendaron por eso y por otras cositas.

Pero si se animó a viajar de la CDMX a éstas bárbaras tierras del norte en domingo -dejando la comodidad del ambiente capitalino que tanto le gusta- prepárense para ver y escuchar la apología más gastada, lambiscona y entreguista de la 4T.

Qué miedo, porque hasta ayer a las 4 de la tarde que hablé con algunos de los coordinadores de la Feria del Libro UANLeer, el tipo les dijo: “Hasta este momento, no he cancelado, pero mañana les resuelvo”.

¿Cuál es el único mérito del “conferencista” de quien les platico? Ser marido de Irma Eréndira Sandoval, la Secretaria de la Función Pública. Sí, la misma que hace dos semanas exoneró de todo delito a Manuel Bartlett porque se tragó el alegato del director de la CFE de que el mundo de propiedades que le brotaron como al nopal, no son de él, sino de sus hijos y de Julia Abdalá, que -según el ex priista- no es ni su esposa, ni su novia, si su prometida, ni su cónyuge, ni su movida, ni su consorte, ni su concubina, ni su amante, ni su amiga, ni su roomie, ni su compañera, ni su pareja, ni su socia, a pesar de que tienen 20 años 7 meses 15 días viviendo juntos. Es más, Manuel dice que Julia no es ni siquiera su confidente, ni su asesora inmobiliaria o financiera, porque las decisiones de uno las toma él y las de ella, pos ella.

¿Cuál es el puesto en la 4T del “conferencista” a quien me refiero? Ni él mismo lo sabe, pero a juzgar por su comportamiento público, es el ajonjolí de todos los moles de exportación del gobierno revolucionario de MALO.

Pregunté a mis fuentes dentro del Palacio Nacional y ninguno me supo decir qué pitos toca en la desafinada orquesta morenista.

El año pasado supe que le andaba haciendo el caldo gordo al Rector Graue de la UNAM, porque el gringo éste se muere por ser rector de la máxima casa de estudios de México.

Líderes del consejo estudiantil de huelga me dijeron a mediados del año pasado, que el ajonjolí molero de quien les hablo los estaba “asesorando”.

Fue el mismo que metió a la UNAM, sin autorización -es más, sin siquiera consultar al Rector- al fracasado rojillo argentino Axel Kicillof a dar una conferencia en el Auditorio “Benito Juárez” de la Facultad de Derecho, el 9 de mayo de 2019.

En el presídium de ese día estuvieron el que de hoy me ocupo, más Kicillof y René Ramírez, ex secretario de educación en el gobierno ecuatoriano de Rafael Correa, de 2011 a 2017, y contratado por el gobierno morenista para que los asesore quién sabe en qué, porque fue un fiasco lo que hizo en ese país sudamericano. El tema fue “la izquierda y la nueva ola conservadora en América Latina”.

Lo último que se supo es que el invitado por la UANLeer pretende entrar con calzador al relevo de Lorenzo Córdova Vianello, como consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, el INE que se encargará de las elecciones intermedias del 2021 y de las definitorias del 2024 en las aspiraciones de que la 4T se convierta en una 5T o una 6T o algo por el estilo.

Como no se manda solo, todo parece indicar que se trata de una maniobra para colocar en ese delicadísimo cargo a un incondicional que solo obedezca las órdenes de la corte palaciega.

Incluso la diputada plurinominal por Sinaloa, Tatiana Clouthier, dijo que quienes creen que el partido en el poder quiere apropiarse del INE “no leen ni escuchan, porque los tiempos y el mecanismo para la renovación de consejeros de ese instituto, existen antes de que Morena fuera formado”.

Esto, al reconocer el gringo de quien les hablo que está en su derecho de ocupar un puesto en el comité técnico del INE, el primer paso en la toma de la máxima posición hoy en manos del consejero ciudadano Córdova Vianello.

Y a la pregunta de ¿qué diablos hace en el gobierno de MALO? respondió que la relación entre los dos es nomás de amistad y de una cercanía personal y luego, en medio de escandalosos aspavientos explicó que lo admira por lo que hace y por su trayectoria, pero no respondió al cuestionamiento original.

Lo más que ha dicho es que MALO le ha encargado ciertos proyectos muy específicos, como cuando fue enlace mediador entre Morena y los revoltosos maestros de la CNTE, tratando de calmarlos, cosa que nunca se logró, por cierto.

Se esmera mucho en decir que nunca ha recibido un solo pago del gobierno actual ni de los tiempos de la campaña presidencial.

Al presidente lo conoció por su suegro, Pablo Sandoval Ramírez -que murió hace 20 años- en un mitín político de 1997, cuando el papá de Irma Eréndira era candidato a diputado federal por el PRD en Guerrero.

Dueño de una retórica política sui generis, mezcla un idioma académico con un nacionalismo fervoroso e incendiario que emana el olor a pólvora de la revolución mexicana.

Pero él nació en Filadelfia, en los Estados Unidos. Se nacionalizó mexicano sabrá el Dios de Spinoza por qué y nadie se explica qué pasó con sus residuos gringos, o dicho de otra manera: ¿De dónde y por qué le brotó de pronto ese nacionalismo mexicano del que tanto presume?

Qué chistoso, pero en una ocasión se animó a decir, citando a Chabela Vargas: “los mexicanos nacemos donde se nos da la rechingada gana”. O sea, él se cree mexicano y quién sabe de dónde sacó esto que ni los mismos unamitas creen: Que la UNAM es más grande que Yale. Seguro fue uno de los puntos que MALO tomó en cuenta para dejarlo que se le acercara.

Llegó a México haciendo trabajo comunitario en Tacámbaro y luego en Pátzcuaro, Michoacán y en la huasteca potosina

El papá de quien les habló fue un abogado demócrata que formó parte del equipo que defendió a Clinton en el caso de Mónica Lewinsky.

Su estancia en México se afianzó después de asistir al “Encuentro Intergaláctico por la Humanidad y contra el Neoliberalismo”, (no se rían, así se llamó eso) convocado en La Realidad, Chiapas por el EZLN del sub comandante Marcos y ahí conoció a su esposa, en la selva lacandona en el verano de 1996, bailando en medio del lodo, “La del moño colorado”.

Se cuida mucho al tocar el tema de Venezuela; dice que no se deben hacer juicios sumarios contra Maduro, y luego, cuando se le preguntó: si ponemos en un extremo al “héroe bolivariano” y en el otro al que le está dando en la madre a los venezolanos ¿dónde pones a Maduro? Respondió con un sonoro lapsus:

“Yo creo que Maduro no es ninguno de los dos. Yo creo que México, perdón Venezuela, vive un proceso político muy complejo. Ahí se debe aludir al diálogo ya a las instituciones, igual que como debe hacerse en México”.

CAJÓN DE SASTRE

“El cambio democrático en México / Retos y posibilidades de la 4T, así le puso a su ponencia y si finalmente se trepa al vuelo de Aeroméxico que le pagaron los organizadores, va a ser el boleto más inútil de la historia”, dice la irreverente de mi Gaby.