El boom del zoom, libros y jugo de ego
COMPARTIR
TEMAS
Ahora resulta que todos leen. El boom del zoom derivado de la pandemia ha mostrado una cara bien chistosa del comportamiento humano. ¿Se han fijado en lo que mayormente aparece detrás de quienes participamos en las juntas de jale, conferencias, editoriales de prensa, “noticieros”, aquelarres de amigos y demás hierbas, desde que el 1º de julio comenzó la 2ª temporada de la gustada serie “CUARENTENA”, transmitida en exclusiva por MEXFLIX?
Les platico: Hay estadísticas a las que yo llamo inútiles porque resultan tan “importantes” y “necesarias” como saberse el apellido de la Emperatriz Carlota.
De pronto brotan a borbotones como marginales o residuales de alguna de las investigaciones que hacemos con nuestro BigData.
Antes las tirábamos a la basura, pero hoy que la emergencia sanitaria nos ha enseñado que ya casi nada es desechable por aquello de la esca$ez, antes de botarlas les damos una segunda pasada analítica.
Bueno, sigue habiendo cosas desechables, como los cubrebocas que algunos traen pegados -el mismo- desde mediados de marzo y solo se los quitan para dormir y algunos ni para eso, no vaya a ser que la pareja de cama ande por ahí de disipada cuando no la vemos.
“Pérate, hasta los N95 NO son eternos; no son filtros automotrices de aire, no te confundas”, le dije un día a alguien que se limpiaba los mocos por encima de ese aditamento y que traía migajas de su comida de hacía como tres días, y perdón por el ejemplo escatológico.
Por cierto, y perdón de nuevo por la digresión, pero hay “miembros” del gabinete de la 4T que no se han dado cuenta -ni su patrón- de que son desechables.
Prosigamos: Una de esas estadísticas marginales o inútiles que resultaron revaloradas por su utilidad práctica, fue la lista de los fondos que aparecen atrás de los interlocutores de las sesiones zoom en México. Ahí les va el resultado, en orden de frecuencias:
1º.- Libreros.
2.- Diplomas.
3.- Banderas tricolores.
4.- El participante con personajes “ilustres”.
5.- Perros.
6.- Cuadros.
7.- Gatos.
8.- Caballos.
9.- Fotos del participante con su familia.
En una categoría especial y bien cocidos aparte, están los que así como no queriendo la cosa, cogen su laptop, su tablet u lo que sea y nos dan un trip por su casa como para que nos demos cuenta de lo freguetas que son y de la fregonada de casa donde viven.
“Disculpen”, dicen casual con una sonrisa de magnate, “es que fui por un café”.
Otros clasificados en categoría especial, de pronto le dan una fumada mamona a un puro o a un cigarrillo, valiéndoles madre que el resto empiece a toser nomás de verlo.
Hay otros que son tan “silvestres” que se sientan frente al zoom en el jardín para que todos escuchemos el trinar de pájaros, que a veces son chachalacas, loros y otras especies igual de estridentes.
Cierta vez tuve la irreverencia de sugerirle a uno de éstos, que mejor le pusiera el micrófono al perico que no paraba de decir groserías y que él se metiera a la jaula.
Así de poca madre e ingeniosas estaban las palabrotas que profería el pajarraco…y así era la profundidad de charco que tenía lo que discurseaba el dueño del perico.
Me sacaron del grupo por una supuesta falla técnica y pensé: “Hay, Eric Yuan (dueño de Zoom), si supieras lo que los mexicanos hacen con tu invento billonario, con tal de hacer jugo de ego”.
Y antes de que me pregunten, pongo la laptop en mi mesa de trabajo y atrás está el “coronel” que me cuida de las amenazas que recibo a diario de mamilas que dicen que me van a partir la cara o me retan a un pleito de cantina. Pobrecitos, lástima de apellidos…
CAJÓN DE SASTRE
“Sugiero a los que te quieren partir a mi suegrita, que agarren ticket y se formen en la fila, pues adelante de ellos, hay varios”, les manda decir la irreverente de mi Gaby a los que hasta por zoom amenazan.