‘El Buen Fin’, ejemplo de un programa ganador
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El Programa “El Buen Fin”, que se llevará a cabo del 18 al 21 del presente mes, en su sexta edición, ha demostrado, con sus resultados, que es el mejor plan de ofertas de productos y servicios de México, ya que genera un sano ejercicio de reactivación económica, a lo largo y ancho de nuestro País, en beneficio de las familias mexicanas.
Y es que año con año, cada vez más empresas y organismos públicos y privados, se han sumado a “El Buen Fin”, que fue concebido durante el primer semestre del 2011, cuando se lo propuse al comité ejecutivo de la Concanaco-Servytur México durante una reunión de planeación estratégica. Hay que resaltar que la Concanaco-Servytur ha sido y sigue siendo la principal impulsora de este programa.
Consideramos entonces de gran utilidad proponer un programa nacional de ofertas, que involucrara a todas las organizaciones empresariales de carácter nacional y al sector público (en sus tres niveles de gobierno), con el objetivo de construir un programa de descuentos generalizados al consumidor durante un fin de semana y con esto tratar de impulsar el mercado interno, fomentando el consumo de los habitantes en territorio nacional.
Los principales argumentos que planteamos entonces es que estaríamos beneficiando a las empresas formalmente establecidas y combatiendo la informalidad. Con esa idea central, fuimos reuniendo paulatinamente, no solo los consensos de nuestras cámara afiliadas, sino de las Confederaciones y Cámaras empresariales hermanas, integrantes del Consejo Coordinador Empresarial, así como otras organizaciones empresariales, e Instancias gubernamentales y los medios de comunicación de nuestro País.
Se trataba de efectuar “El Buen Fin” durante el tercer fin de semana de noviembre, previo al “Black Friday”, sin duda la mayor fiesta de compraventa en Estados Unidos, que se celebra precisamente el último fin de semana de noviembre desde hace muchos años. Aprovecharíamos también la Conmemoración de la Revolución Mexicana del 20 de noviembre. Con ello, además de los grandes beneficios para el mercado interno, con descuentos excepcionales del 10 al 80 por ciento en productos, servicios y otros beneficios, en múltiples ramas de la economía, se podría atraer a los consumidores de ambos lados de la frontera con el vecino país del norte, para que las mayores ventas se quedaran con nosotros.
En el 2013, le planteamos al Presidente Enrique Peña Nieto y al Secretario de Hacienda la realización de un Sorteo consistente en premiar a los consumidores que durante “El Buen Fin” adquieran productos en los establecimientos formales, con la retribución de sus compras hasta un límite de 10 mil pesos por persona, a fin de beneficiar a la mayor parte de la población.
El monto de ese estímulo fue ascendiendo año con año, y en el 2016 será del orden de los 500 millones de pesos. Adicionalmente, la mayoría de las dependencias gubernamentales de los tres niveles de gobierno y un gran número de empresas de la iniciativa privada anticipan parte del aguinaldo a sus colaboradores, para que puedan hacer sus compras de manera planificada, durante “El Buen Fin”.
Así, hemos logrado una fórmula sencilla y sólida de ganar-ganar: no solo para las empresas del sector comercio, servicios y turismo (que contribuyen con el 52.5% del PIB y el 53% de los empleos formales del País); la industria que desplaza más productos y que puede programar su producción en épocas de baja demanda y en general, todas las ramas económicas; sino para el Gobierno, ya que como resultado del aumento en las ventas, incrementa su recaudación fiscal, generando con esto un círculo virtuoso.
De esa manera, los Bancos ofrecen grandes facilidades de pago en parcialidades sin intereses, además se ha promovido el uso de tarjetas de débito que nos ayudan a formalizar la actividad económica: agencias de viajes, aerolíneas, cadenas de autoservicio, ópticas, cines, teatros, museos, estéticas, gimnasios, tiendas de artículos electrónicos, del hogar, abarrotes, ferreterías, funerarias, entre muchos otros giros, así como entes públicos, como Fonacot, Infonavit, gran parte de las Secretarías de Estado, el INBA y todo tipo de instituciones, se suman a este gran esfuerzo nacional.
Ahora, en mi calidad de integrante de la 63 Legislatura y Presidente de la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, sigo impulsando decididamente “El Buen Fin”, para que este programa siga creciendo, más allá de intereses políticos o ritmos sexenales, porque los principales beneficios seguirán siendo para la gran mayoría de las familias mexicanas, la actividad empresarial y la economía en general.
Por ello sostengo que la suma de programas y proyectos como éste, consensuados entre los actores económicos, políticos y sociales, son los que requiere México para seguir creciendo y prosperando; pero más que el éxito económico, la aportación más valiosa de “El Buen Fin” nos permite demostrar que cuando logramos alinear esfuerzos de todos los sectores y trabajar en equipo, se pueden alcanzar las grandes metas que reclama el País.
*Diputado Federal (PRI) de la 63 Legislatura. Presidente de la Comisión de Economía de la H. Cámara de Diputados. Integrante de la Comisión de Hacienda. Coordinador y Enlace entre el Sector Privado y la fracción priísta. Ex Presidente de la Concanaco-Servytur.