Ella es Yudy Pineda, la monja que abandonó el hábito y ahora... ¡hace videos porno!

Vida
/ 29 octubre 2018

    Durante ocho años ella se sintió muy bien siendo monja, hasta que conoció a un hombre que daba catequesis por quien decidió dejar la vocación

    Se trata de Yudy Pineda de 28 años, oriunda de Ituango, Colombia y criada en Urabá, a quien le tocó vivir una dura época de violencia, pero finalmente, a sus diez años encontró en la religión un refugio.

    Durante ocho años ella se sintió muy bien siendo monja, hasta que conoció a un hombre que daba catequesis para preparar a los niños, y fue por él, por quien decidió dejar la vocación, pues sentía que no estaba haciendo lo correcto.

    "Hablé con la hermana y le dije que no era correcto lo que estaba haciendo, me había enamorado, y me salí del convento", agregó Pineda.

    Luego tuvo que enfrentarse al estilo de vida de los profanos, y aunque dice que trabajaba en una reconocida empresa, debía cubrir una larga jornada laboral y recibir un sueldo que no le alcanzaba, por lo que entró en depresión. Más tarde conoció a una amiga que la invitó a ser “modelo webcam”, y fue contratada en un estudio en Medellín, donde comenzó su carrera en el mundo del entretenimiento para adultos, aunque solo duró seis meses pues no le pagaban suficiente.

    Después conoció a una persona con amplia experiencia en la industria porno, y gracias a su apoyo y asesoramiento ha avanzado y sus oportunidades mejoraron. Sin embargo, como ya dijimos anteriormente, Yudy no olvidó sus raíces católicas y sigue confesándose con un padre en particular, el cual aprendió a aceptar el estilo de vida que lleva y parece que se llevan muy bien:

    Es una persona que está mucho, mucho, de mi lado y no me juzga. Dice que solamente el que me debe juzgar es Dios, no él. Que todos los seres humanos somos iguales. Ya ni me pone penitencias [entre risas]. Él dice que es perder el tiempo conmigo. La primera vez que yo me confesé con él, me dijo que no lo volviera a hacer, que cambiara de vida, y yo le dije: ‘No, yo no puedo cambiar de vida, porque para mí esto es un trabajo digno y artístico. Entonces, no le veo nada de malo’.

    Yudy ahora tiene dos hijos, a quienes fue muy difícil explicarles el trabajo de su mamá, pero tuvo que hacerlo, ya que en el colegio les estaban haciendo bullying por su profesión.

    Con información de Caracol

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