En sigilo instalan ducto antihuachicoleros
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De manera discreta, las áreas de seguridad e inteligencia de Pemex y otras instancias del Gobierno Federal están probando una nueva tecnología, antihuachicoleros, para transportar combustible. Están instalando 10 kilómetros de ductos con megarreforzamiento de acero, hasta siete capas que cubren la manguera y hacen físicamente imposible chupar el hidrocarburo. Si funciona la técnica, remplazarán mil kilómetros de ductos de un total de 5 mil que tiene el suelo mexicano en sus entrañas, según me han revelado fuentes de primer nivel. ¿Es caro? Sí, mucho. Pero pierde más Petróleos Mexicanos por el robo de combustible, el llamado huachicol, que en un año merma 30 mil millones de pesos. Con ese dinero podrían remplazar toda la red nacional de ductos. El descubrimiento de esta técnica, que está implementando Pemex con el apoyo del Ejército y el Cisen, surgió de la protección que tienen las mangueras abastecedoras de combustible en el mar. Los barcos llegan a unas boyas donde suministran combustibles. Las mangueras por las que pasan los hidrocarburos están selladas con anillos de acero para protegerlas de la presión y los vaivenes del mar. De ahí surgió la idea: El Instituto Mexicano del Petróleo recibió 100 metros de ducto súper reforzado con acero. Tenía la misión de hacerle un hoyo como de huachicolero. Pegarle al tubo, donde fuera, para que se pudiera ordeñar. Según lo que me cuentan, tardaron más de un mes en hacerle un hueco más o menos profesional (como el que hacen los huachicoleros, que cada vez se sofistican más)… y no era muy eficiente para chupar el contenido: éste se desperdiciaba, salía en chorros de fuga fuera de control y se desparramaba dentro del mismo tubo. Incluso hacerle un hoyo simple tarda varios días. Tras este estudio preliminar, la segunda etapa está en curso: recibieron la orden de remplazar 10 kilómetros de ductos viejos por este nuevo súper reforzado. Y hacerlo concretamente en la zona más vulnerable a robos de combustible: Puebla, cerquita de Veracruz. Cómo estarán de graves las cosas que, inicialmente, la empresa privada contratada para realizar la obra (cavar en la tierra al lado del ducto original para tener una nueva ruta con un nuevo ducto) renunció al trabajo porque sus empleados fueron amenazados por el crimen organizado. Tuvo que entrar el Ejército a hacer la obra, militares a picar piedra, literalmente. El asunto está más peligroso que nunca. Según fuentes de inteligencia, el cártel Jalisco Nueva Generación ha abierto una nueva subdivisión, dedicada exclusivamente al robo de combustible. Ya lo controlan en Guanajuato, Querétaro e Hidalgo, y están ahora buscando quedarse también con el jugoso negocio de la región Puebla-Veracruz, que solía estar en manos de una organización dedicada exclusivamente al huachicol, pero que ha sido descabezada por la acción federal y se encuentra debilitada. @CarlosLoret