Enrique Krauze apuesta por que impere la democracia sobre el fanatismo
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Enrique Krauze, historiador y editor mexicano, recibió de manos de Felipe VI el III Premio de Historia Órdenes Españolas.
El historiador y editor mexicano Enrique Krauze apostó por que en Latinoamérica y España imperen siempre la democracia, la ley y la libertad sobre los fanatismos de la identidad, tras recoger de manos de Felipe VI el III Premio de Historia Órdenes Españolas.
Krauze recibió este galardón, que reconoce la trayectoria de autores cuya obra esté relacionada con lo hispánico y su proyección en el mundo, en un acto celebrado en el madrileño Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, presidido por el rey de España, quien señaló que este premio quiere impulsar el mejor conocimiento de la historia "con una visión abierta y universal".
Felipe VI destacó las palabras "lógicas y claras" de Krauze, que tanto contribuyen "y reflejan esa cercanía de México y España y todo lo que significa nuestra herencia común".
Krauze, promotor y director de la revista Letras Libres, fue galardonado, según el jurado del premio promovido por las Órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, por "su visión independiente de la historia mexicana donde se conjugan los elementos indígenas con la cultura cristiana recibida de Europa", basada en la investigación.
En su discurso, el historiador recordó, cuando se cumplen 500 años de la conquista de México, que esa "gran civilización" no era "la arcadia que pinta la historiografía indigenista, pero tampoco el infierno de la contrapartida hispanista".
Indicó que "la historia no es un tribunal" y afirmó que "nadie abraza ya la explicación providencialista de los vencedores o la fatalista que se atribuye a los vencidos".
El historiador habló del mestizaje "que algunos niegan, demeritan o relativizan", pero que, sostuvo, fue el mejor legado de Nueva España a México.
Fue el siglo XIX, de caudillos y luchas fratricidas "tan similares a las españolas", una época en la que el odio impidió dialogar a los bandos conservador y liberal "y el efecto de esa discordia sobre el conocimiento histórico fue desastroso", recordó.
La revolución mexicana, "con su natural impulso indigenista, reabrió las viejas heridas", según Krauze, quien considera que las pinturas de Diego Rivera con su visión idílica del mundo prehispánico y su floración cromática ocultaban "su daltonismo ideológico".
El historiador se mostró deudor de los "maestros" del exilio español provocado por la Guerra Civil (1936-1939) y aseguró que "es imposible cerrar los ojos a las huellas de México en España y la huella de España en México".
Sus escritos, explicó, responden al "vivo interés y la angustia" que le provoca el destino de Latinoamérica y aspiran "a que en esa patria grande, al igual que en España, imperen la democracia, la ley y la libertad sobre los fanatismos de la identidad".
"Hago votos para que siempre, sobre los designios del poder, impere la vocación del saber. Que nunca más el odio impida el diálogo", subrayó el premiado.
En el acto, al que acudió también el ministro español de Justicia, Juan Carlos Campo, la directora de la Real Academia española de Historia, Carmen Iglesias, destacó el compromiso de Felipe VI con la historia y su conocimiento riguroso y veraz, así como con la gran comunidad histórica iberoamericana.
Iglesias realizó la "laudatio" de Krauze, quien, dijo, ha trabajado durante casi cinco décadas en defensa de la democracia y los valores liberales y ha denunciado a las dictaduras de toda índole, los fanatismos de la identidad, el populismo y el autoritarismo.
"México y España poseen una larga historia común de 500 años y 2021 es buena fecha para ofrecer, como dice Krauze, una visión independiente del pasado mexicano: independiente de los mitos (...), independiente de lo que no sea rigor histórico después de cinco siglos complejos y difíciles que hemos recogido juntos", indicó Iglesias.
El presidente del Consejo de las Órdenes Españolas, Pedro de Borbón Dos Sicilias, se refirió a Krauze como un gran intelectual iberoamericano comprometido con los problemas de nuestro tiempo.