Entre Armando Vega-Gil y Kurt Cobain
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Si bien marzo terminó con una histórica inducción al Salón de la Fama del Rock and Roll y el lamentable asesinato de un rapero norteamericano, abril inició en nuestro país con un muy sonado suicidio.
Este correspondió al uno de los fundadores de la legendaria banda de rock mexicano Botellita de Jerez, Armando Vega Gil, a los 64 años de edad justo unos días después de haber sido mencionado en la cuenta de denuncias de acoso sexual por Twitter en contra de músicos @metoomusicamx por parte de una mujer que en dicha página declaraba haber sido acosada sexualmente hace una década cuando contaba con 13 años de edad. En su momento, Vega Gil aseguró que la acusación era falsa, pero explicó que ya no tendría forma de defenderse y que perdería trabajos. El también bajista de la Botella publicó en la madrugada del lunes en Twitter que había tomado la decisión de suicidarse para amanecer colgado de un árbol afuera de su domicilio de la colonia Narvarte.
A pesar de que en su nota de despedida Armando Vega-Gil planteaba que su suicidio no era una declaración de culpabilidad, y desde múltiples amigos o conocidos suyos, líderes de opinión o público en general ponían en tela de duda las denuncias en su contra, para mediados de semana y al momento de escribir de estas líneas ya habían aparecido otros dos señalamientos de acoso en su contra en la misma página para que unas horas después la cuenta @metoomusicamx publicara un comunicado para señalar que dicen “hasta pronto” a su movimiento. “Estamos viviendo en un país sumamente machista en el cual aún no se entiende la libertad, el respeto y el dolor de una mujer”.
Aquí lo más triste es que el dolor de esta pérdida voluntaria por parte de Vega-Gil pega y acompañará por el resto de su vida al hijo al que dedica sus últimas palabras del escrito en la red social donde decía “ … sólo quiero dejar limpio el camino que transite mi hijo en el futuro … “, pero también perjudica a víctimas que pudieron ser o no las que lo acusaron pero que indudablemente las hay tanto en la música como en muchos otros ámbitos, ya que para no ir tan lejos la dramaturga Sabina Berman publicó en su cuenta de Twitter simultáneamente a estas notificaciones que el martes 2 se habían dado 9 muertes de mujeres en diversas situaciones y nadie había ya comentado nada por estar más en esta controversia.
Dejando a un lado todo esto solo dejamos la reflexión y, eso sí, un recuerdo para el músico que como aquí lo escribimos en su momento conocimos en 1987 en la Plaza de Armas de esta capital antes de que pudieran permitirse como actos públicos los conciertos junto a Botellita de Jerez a quienes trajeron clandestinamente por parte de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, y seguimos de cerca hasta todavía hace un par de años que estrenaron su documental, un suicidio que se une en fechas al que cometió el músico en su caso del género del grunge, Kurt Cobain, un día como hoy hace 25 años y que marcó igualmente a la Generación X a la que pertenezco. Fuera de los demonios internos que los llevaron a cometer estos actos, dejaron en la música un legado que sonará para siempre.
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tavoneto69@yahoo.com.mx