Estancias infantiles abren uno de los debates más relevantes para el país

Nacional
/ 12 febrero 2019

La decisión del gobierno federal de cancelar el programa de estancias infantiles ha abierto una de las discusiones más relevantes para el país, pero que al mismo tiempo había sido pospuesta a lo largo de las últimas décadas: ¿cómo construir un sistema integral de protección a la niñez, del cual, la protección, guarda, cuidados, estimulación temprana y enseñanza en la primera infancia, que sea uno de sus componentes principales?

La cuestión es mayor, pues de acuerdo con lo planteado por el propio Presidente de la República, la decisión se asume desde dos posiciones: a) el gobierno “no quiere cargar con la responsabilidad de la seguridad de la niñez”, en estancias públicas y; b) el gobierno asume que dando dinero a las familias, éstas podrán acceder a servicios de guarda y cuidado de sus niñas y niños, bajo el supuesto no demostrado de que existe una oferta suficiente y de calidad de estos servicios.

Por otro lado, el planteamiento de que sean los propios familiares las madres y padres de familia quienes se encarguen del cuidado de las niñas y niños, dadas las condiciones de desestructuración del mundo del trabajo en el país, del desorden urbano que nos caracteriza y de la inequitativa distribución entre mujeres y hombres, del trabajo doméstico no remunerado, constituye un despropósito.

El universo de jefas de familias

El programa de estancias infantiles estaba dirigido fundamentalmente a la prestación de servicios para madres trabajadoras; pero también para hogares en los cuales los responsables del cuidado de niñas y niños tienen que trabajar.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de los Hogares (2017), cuya última actualización hecha por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) fue en mayo de 2018, en el país hay 34 millones de hogares, de los cuales, 30.18 millones son hogares familiares, es decir, están integrados por personas que tienen un vínculo de parentesco.

De esa suma, 21.6 millones son hogares nucleares, es decir, están integrados por ambos padres y sus hijas e hijos; entre ellos, en 16.85 millones el padre es el “jefe del hogar”, es decir, es el principal aportante económico; mientras que en 4.8 millones de hogares, la jefa es la mujer.

Hay además, según el Inegi, 7.78 millones de hogares ampliados; este tipo de hogares son definidos por el Inegi como hogares nucleares, más algún o algunos otros parientes; entre ellos, en 4.8 millones de casos los hogares tienen a un hombre como principal aportante económico, mientras que en 2.97 millones, la jefatura del hogar es de las mujeres.

Finalmente, el Inegi estima que hay 746 mil 122 hogares familiares compuestos, es decir, son hogares compuestos por un hogar nuclear y algún o algunos integrantes que no tienen relación de parentesco con el jefe o jefa del hogar. En este tipo de hogares, 600 mil 780 se encuentran jefaturados por hombres y 145 mil 342 por mujeres.

Como se observa, hay una mayor proporción de mujeres jefas de hogar en los casos de los hogares ampliados, frente a las viviendas nucleares. En efecto, entre los hogares nucleares, el porcentaje de aquellos que tienen jefatura femenina es de 22.6%; mientras que entre los hogares ampliados, el porcentaje es de 38.8%; cabe destacar que entre el segundo tipo de hogares, generalmente su composición tiene más a la “feminización”, es decir, son hogares en los que conviven tres o hasta cuatro generaciones de mujeres que, en no pocos casos, se encuentran solas.

 

Los hogares monoparentales

De acuerdo con el Inegi, un hogar monoparental es aquel que está compuesto por un jefe o jefa de hogar, sus hijos e hijas, pero sin cónyuge. De este tipo de hogares, el Inegi estima que hay en el país 6.14 millones, de los cuales, 5.14 millones son jefaturados por mujeres, y 993 tienen como jefe a un hombre; es decir, se trata de una abrumadora mayoría de hogares de este tipo con jefa mujer, pues constituyen el 83.7% de los hogares monoparentales.

Las entidades con más casos

De acuerdo con el propio Inegi, las entidades donde hay un mayor número de hogares monoparentales jefaturados por mujeres son las siguientes: a) Estado de México, con 722 mil 172 casos; Ciudad de México, con 469 mil 936; Jalisco, con 346 mil 102; Veracruz, con 338 mil 127; Puebla, 275 mil 761; Guanajuato, con 230 mil 559; Oaxaca, con 185 mil 128 y Chiapas, con 178 mil 641.

Por su parte, el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, en su documento titulado, Guarderías/Estancias Infantiles en México; información estadística, consigna la existencia de nueve mil 168 estancias infantiles registradas en el 2016; en ese estudio se presentan los datos por estado, y destaca que las entidades con más estancias son: 1) Estado de México, con  mil 123; Veracruz, con 580; Ciudad de México, con 522; Jalisco, con 487; Puebla, con 466; Guanajuato, con 463; Chiapas con 368; Michoacán, con 337; y Sinaloa, con 330.

Así, utilizando esos datos, se encuentra que hay una correlación de .998 al vincular las variables relativas al número de hogares monoparentales con jefatura femenina, y el número de estancias infantiles por entidad; esto sugiere que la distribución de las estancias infantiles en el país no se llevó a cabo con criterios discrecionales, sino atendiendo a la potencial demanda de servicios de estancias de mujeres jefas de familia.

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