Everardo González y Nicolás Echevarría: Sus pasos por Coahuila
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Hoy hay otra velada imperdible dentro de la programación de jueves de cine que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) transmite desde la Casa Buñuel a través de la plataforma You Tube.
Y es que como hemos podido ser espectadores, e inclusive participantes, en los últimos dos meses de relevantes charlas del oficio cinematográfico de algunos de nuestros más grandes creadores desde la primera que ofreció el veterano realizador Arturo Ripstein al diseñador de arte ganador del Oscar Eugenio Caballero (“El Laberinto del Fauno”), hoy como ya se está haciendo una buena costumbre en punto de las 18:00 horas teniendo acceso en Cultura en Directo.UNAM, estarán charlando dos de los más importantes documentalistas del cine mexicano contemporáneo, Everardo González y Nicolás Echevarría, este último también con una relevante obra en el género de la ficción, y que curiosamente han estado en Coahuila filmando algunos de los mejores trabajos de sus respectivas filmografías.
Everardo González, justo como el mencionado Eugenio Caballero comentó el jueves pasado ante una de las preguntas con respecto a la aproximación del diseño de producción en el género documental, le ha dado un importante realce estético a los documentales de las primeras dos décadas del siglo XXI desde su ópera prima “La canción del pulque”, del 2003, y justo por aquellos años combinaba sus pininos en el Séptimo Arte con el trabajo en series televisivas para el sello Clío que lo acercaron a grabar en Coahuila algunas que llevaron títulos como el de “Madero y Carranza: El Apóstol y el Varón” y “Coahuila siglo XX, Vivir el desierto”, ambas del 2004.
En específico esta última, y haciendo precisamente trabajo de campo en muchas áreas olvidadas en muchos sentidos del interior de nuestro estado, lo enfrentaron a problemas que siguen por desgracia muy vigentes en Coahuila, lo cual lo llevó a desarrollar otro de sus laureados documentales como el ganador del Ariel al Mejor Largometraje del género del 2011, “Cuates de Australia”, que a pesar de la asociación que pudiera propiciar ese título gira alrededor de las vidas de un ejido llamado así en nuestra Región Carbonífera en donde la aguda sequía que afecta a sus habitantes oscurece sus actividades cotidianas en lo que pareciera retratar una especie de pueblo fantasma al que ronda la muerte.
Por otro lado, el cineasta de origen nayarita, Nicolás Echevarría, quien se inició originalmente en el género documental con memorables largometrajes documentales como “María Sabina, mujer espíritu”, de 1978, o “El niño Fidencio, el taumaturgo de Espinazo”, de 1981, en 1990 incursionó con muy buena fortuna en el género de la ficción con uno de los mejores exponentes del llamado “nuevo cine mexicano” de la última década del siglo XX con la épica biopic “Cabeza de Vaca”, de la que ya habló un poco su productora Bertha Navarro en una de sus charlas virtuales anteriores y que se filmó, entre otras locaciones, al oriente de nuestro estado. Así que ya sea para cuestionarlos directamente en relación a estas experiencias, como a su vasta obra en este apasionante oficio, es una cita que no debe dejar pasar.