Familiares sí pueden ver a sus pacientes que mueren por COVID-19
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Así lo menciona el documento titulado Lineamientos de manejo general y masivo de cadáveres por COVID-19 en México
Los familiares de un paciente que fallezca en un hospital por COVID-19 sí pueden pueden ver por última vez el cuerpo de su ser querido, indicó la Secretaría de Salud.
“Como parte de la sensibilidad al contexto cultural, es importante respetar la decisión de los familiares de ver el cuerpo si así lo solicitan, después de su extracción de la sala de aislamiento o área de urgencias”, mencionan los Lineamientos de manejo general y masivo de cadáveres por COVID-19 en México.
En su introducción, el documento agrega que no hay evidencia hasta la fecha, de que exista riesgo alto de infección a partir de cadáveres de personas fallecidas por COVID-19.
Sin embargo, aclara que puede considerarse que estos cadáveres podrían suponer un riesgo de infección para las personas que entren en contacto directo con ellos, por lo que el personal de salud hará ver a los familiares la importancia de no tocar el cuerpo ni los objetos del lugar donde éste se encuentre.
Los lineamientos
Los lineamientos precisan, en la página 7, que para cadáveres plenamente identificados, antes de realizar su traslado a la morgue de la unidad hospitalaria, “puede permitirse el acceso solo a dos familiares y/o amigos más próximos y cercanos, quienes deberán de utilizar precauciones de contacto y gotas, supervisada por personal de salud”.
Esto quiere decir que “se les otorgará los equipos de protección personal necesario y se dará la recomendación de no establecer contacto físico con el cadáver (no tocar ni besar el cuerpo), ni con las superficies u otros fómites (objetos) de su entorno que pudiera estar contaminados”.
Desde su introducción, el documento plantea que las restricciones en los hospitales debido a la emergencia por COVID-19, tales como no permitir el acceso a los hospitales ni acompañar al paciente grave que fallece, pueden acrecentar la pena de los familiares por falta de cierre del proceso de duelo.
En ese contexto, la guía plantea que la institución de salud “deberá de designar a un integrante del equipo de salud para que mantenga la comunicación permanente con la familia”.
En el caso de trabajo social, sugiere que esta área explore posibilidades de apoyo y guía de los deudos, de brindar soporte para el manejo del duelo y facilitar los trámites para la entrega oportuna de los cadáveres.