Fernando Ocáriz es el nuevo prelado del Opus Dei
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El Opus Dei (del latín "Obra de Dios") es una institución religiosa fundada en 1928 por el español Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975) y está considerada como una de las más influyentes y conservadoras dentro de la Iglesia católica.
En los años 60, cuando era estudiante de Teología, Fernando Ocáriz convivió en Roma con Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Ahora, el español se convirtió en su tercer sucesor. Es el nuevo prelado de la institución religiosa, una de las más influyentes y conservadoras dentro de la Iglesia católica.
Licenciado en Ciencias Físicas y en Teología, durante los últimos 22 años acompañó en sus visitas a más de 70 países a su predecesor en el cargo, Javier Echevarría, quien falleció el pasado diciembre. Desde 2014, Ocáriz era su "número dos".
Su elección, que fue confirmada por el papa Francisco, no causó sorpresa y sugiere una línea de continuidad en el Opus Dei tras la que trazaron antes Echevarría y el beato Álvaro Portillo.
Uno de los desafíos de Ocáriz será "dar alegría y esperanza al mundo de hoy", según explicaba hace unos días en una entrevista. "No a un mundo ideal sino a este mundo nuestro complejo, lleno de heridas, tan necesitado de la caridad", añadía.
El nuevo prelado nació en París en 1944, en una familia española exiliada en Francia por la guerra civil que estalló en su país en 1936, a la que siguió la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).
Era el menor de ocho hermanos y estudió en Barcelona Ciencias Físicas, carrera que terminó en 1966. Tres años más tarde se licenció en Teología por la Pontificia Universidad Lateranense.
Obtuvo el doctorado en Teología en 1971 en la Universidad de Navarra. Ese mismo año fue ordenado sacerdote y en sus primeros tiempos como presbítero se dedicó a la pastoral juvenil y universitaria.
En la década de los ochenta fue uno de los profesores que iniciaron la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma, donde fue profesor de Teología Fundamental.
Es, además, consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe desde 1986, de la del Clero desde 2003 y del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización desde 2011.
En 2014 fue nombrado vicario auxiliar de la prelatura del Opus Dei, organización fundada en 1928 por el español Josemaría Escrivá de Balaguer, que actualmente cuenta con 90.000 miembros en todo el mundo.
Aficionado desde joven al tenis, deporte que sigue practicando, ha escrito también numerosos ensayos en diversos idiomas.
Desde algunos sobre teología, como "Naturaleza, gracia y gloria", con prefacio del cardenal Ratzinger, hasta estudios de filosofía como "El marxismo: teoría y práctica de una revolución" o "Voltaire: Tratado sobre la tolerancia". Es, además, coautor de varias monografías.
El Opus Dei, una organización ultraconservadora e influyente
El Opus Dei (del latín "Obra de Dios") es una institución religiosa fundada en 1928 por el español Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975) y está considerada como una de las más influyentes y conservadoras dentro de la Iglesia católica.
Según la historia oficial del Opus Dei, Escrivá de Balaguer sintió la llamada de Dios para fundar una organización que abriera un nuevo camino dentro de la Iglesia que entiende que todos están llamados a ser santos a través del encuentro de Cristo en la vida ordinaria. La gran mayoría de sus miembros son seglares que ejercen una profesión civil y entre ellos predominan los casados. "Todos los bautizados están llamados a seguir a Jesucristo, a vivir y a dar a conocer el Evangelio", se señala en la web de "la Obra".
El Opus Dei tiene en todo el mundo 90.000 miembros en unos 90 países, según el Anuario Vaticano. España y América Latina son las regiones donde cuenta con mayor presencia, y administra universidades, hospitales y otras instituciones sociales.
Canónicamente goza de una forma legal única en la Iglesia, la de "prelatura personal", lo que la convierte en una especie de diócesis con obispo y clero propios pero que no está adscrita a un territorio sino a las personas que se adhieren a ella.
La dirección se encuentra a cargo del prelado en Roma, que suele ser un obispo. Además de por cierto secretismo y por sus conexiones con el poder, en el pasado la organización ha sido criticada por algunas prácticas de penitencia que buscan a propósito el dolor físico, así como el principio de la obediencia por encima de todo.