Hermanos que desaparecieron en 2012 son hallados en fosas de Morelos
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Entre los cuerpos de las fosas de Tetelcingo fueron identificados a los hermanos Andrés y Mauricio, originarios de Chiapas, quienes fueron reportados como desaparecidos en julio de 2012
CUAUTLA, MORELOS.- El próximo 19 de abril otras dos personas más del caso Tetelcingo serán devueltas a su familia, al comprobar científicamente que se trata de los hermanos Andrés y Mauricio, originarios del estado de Chiapas, reportados como desaparecidos en julio del año 2012, informó en un comunicado la Fiscalía de Morelos.
Lo anterior fue informado por la fiscal de Apoyo a Víctimas y Representación Social, Norma Angélica Toledo Camacho, quien detalló que esta identificación se dio mediante confronta genética al correr las muestras biológicas obtenidas de cada uno de estos cuerpos y las de familiares de víctimas de desaparición, que arrojó un resultado positivo en el banco de datos de la Procuraduría General de la República.
Toledo Camacho refirió que los restos de estos hermanos, de 30 y 27 años de edad, respectivamente, serán exhumados del panteón Jardines del Recuerdo de Cuautla el próximo 19 de abril para regresarlos a su familia, que desde años atrás se mantuvo en su búsqueda.
Con base en los antecedentes, el 20 de julio del 2012 los hermanos Andrés y Mauricio salieron de su natal Jitotol, Chiapas. Cinco días después tuvieron la última comunicación con su familia, en la que, por separado, uno comentó estar en el estado de Oaxaca y otro en Puebla, con la coincidencia de que comentaron estar comprando ropa.
Al perder contacto con ellos, su familia inició las denuncias correspondientes en las unidades especializadas en combate al secuestro de cada una de esas entidades, donde les tomaron las muestras biológicas que llevaron a su identificación.
Los cuerpos de Andrés y Mauricio fueron hallados el 26 de julio de 2012 en la carretera local San Marcos, a la altura del rancho El Cazahuate, en el municipio de Jantetelco, Morelos.
Con los hermanos Andrés y Mauricio, son seis cuerpos entregados a raíz del modelo de identificación humana desarrollado en Morelos con el apoyo interinstitucional y de organizaciones sociales representantes de familiares de personas extraviadas o no localizadas.