Highclere abre sus puertas para mostrar los jardines de Capability Brown
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Nacido el 30 de agosto de 1716, Lancelot Brown, apodado Capability porque siempre decía que los terrenos tenían "potencial", es considerado "el jardinero más grande de Inglaterra".
El castillo de Highclere, donde se rodó la popular serie televisiva Downton Abbey, dedica este año a celebrar los jardines diseñados por el influyente paisajista inglés Capability Brown, de cuyo nacimiento se cumplen trescientos años.
Los condes de Carnarvon, George Herbert y Fiona, abrirán en varias fechas su imponente mansión ubicada cerca de Newbury (sureste de Inglaterra) para mostrar el legado de Brown, quien transformó los exteriores de las fincas de la clase alta inglesa en el siglo XVIII y al que se atribuye haber cambiado el aspecto de la campiña británica.
Nacido el 30 de agosto de 1716, Lancelot Brown, apodado Capability porque siempre decía que los terrenos tenían "potencial", es considerado "el jardinero más grande de Inglaterra", por delante de sus precursores Charles Bridgeman y William Kent, y se le conoce por haber sustituido bosques y arboledas por ondulantes colinas y prados despejados con lagos y riachuelos artificiales.
Este paisaje, que hoy día se identifica con el campo inglés, es el que define los jardines de Highclere, mil acres de terreno donde trinan los pájaros y pacen las ovejas, y que el público puede visitar en determinados momentos del año.
"Yo crecí aquí y nunca me canso de apreciar estas vistas que creó Brown", explica a la prensa el octavo conde de Carnarvorn, cuya familia ha ocupado la finca desde 1679.
"Aprovechamos el espacio al máximo, hacemos picnics, rifas para organizaciones benéficas, nos bañamos en el lago...", apostilla su segunda esposa, Fiona, que se encarga de organizar eventos para atraer visitantes y mantener el negocio familiar.
Las grandes mansiones de la aristocracia inglesa suelen abrirse al público, tanto para visitas guiadas como para bodas o reuniones de trabajo, a fin de garantizar unos ingresos que permitan su manutención.
En el caso de Highclere, donde los costes anuales ascienden a "cifras de siete dígitos", según se indicó, los visitantes llegan atraídos no solo por sus jardines, sino también por el majestuoso castillo, diseñado en 1842 por Charles Barry, arquitecto de las Casas del Parlamento en Londres.
Las visitas se han multiplicado, con turistas nacionales y de todo el mundo, gracias al rodaje en su interior de la serie Downton Abbey, que relata la vida de la familia aristocrática Crawley y sus sirvientes en la época poseduardiana.
"La serie se filmó aquí porque (el creador) Julian Fellowes es amigo de los condes -de hecho, ya quiso rodar Gosford Park, pero el productor no le dejó-", cuenta Diane, una de las guías de Highclere.
"Durante el rodaje se utilizó mucho la biblioteca y se empleó el mobiliario original de la casa", añadió la experta, que reveló que "(la actriz) Maggie Smith recibía un trato especial y no solía mezclarse con el resto del reparto".
Un paseo por el castillo permite admirar las múltiples habitaciones con sus lujosos adornos y tejidos así como los óleos de los antepasados de la familia y fotos de las nuevas generaciones con miembros de la realeza, como la propia Isabel II.
El difunto padre del conde, Henry Herbert, era director de los establos de la soberana, muy aficionada a montar y a las carreras de caballos, y la familia mantiene los lazos tanto con la familia real como con figuras del Partido Conservador británico, como indican instantáneas con el ministro de Economía, George Osborne, y el exalcalde de Londres Boris Johnson.
Otro de los atractivos del castillo de Highclere, situado a menos de dos horas de Londres, es la colección de artefactos egipcios recopilados a principios del siglo XX por el quinto conde de Carnarvorn, George Herbert.
Este aristócrata aficionado a los caballos y a las carreras automovilísticas, que murió de una infección en El Cairo a los 56 años, fue el patrocinador de la excavación arqueológica de Howard Carter que en 1922 descubrió la tumba de Tutankamón.
En un sótano de Highclere pueden verse algunos de los objetos desenterrados por la pareja, aunque los más valiosos están hoy en día en museos internacionales, como el Museo Británico o el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.