Hombre inmigrante se refugia en iglesia por casi un año y evita deportación
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Ante su posible deportación a México y temiendo que lo separaran de sus hijos, Javier Flores García se refugió el año pasado en una iglesia metodista del centro de Filadelfia
Los miembros de la congregación le prepararon una habitación improvisada en el sótano y prometieron darle refugio, sin importar por cuánto tiempo lo necesitara.
El miércoles, después de casi once meses, Flores salió de la iglesia convirtiéndose en un raro ganador entre las decenas de miles de inmigrantes ilegales que han luchado contra la deportación este año.
Su caso se resolvió de forma inusual: se le prometió un tipo especial de visa que se otorga a las víctimas de crímenes que ayudan a la policía.
Sin embargo, la libertad de Flores le da al creciente movimiento de santuarios, organizado por templos en todo el país para proteger a los inmigrantes sin documentos, una pequeña victoria ante la mano dura federal.
Su permanencia como refugiado en una iglesia ha sido de las más largas, pero como el presidente Barack Obama también recurrió ampliamente a las deportaciones, hay dos personas más que siguen refugiadas después de más de año y medio.
Esta semana, algunas iglesias en Raleigh, Carolina del Norte; Meriden, Connecticut, y Highland Park, Nueva Jersey, anunciaron que estaban ofreciendo refugio a un total de cuatro personas. La iglesia de Nueva Jersey admitió a una pareja que dijo que podrían ser perseguidos por su fe cristiana si los deportaban a Indonesia. Es la segunda ocasión en que se refugian en esa iglesia, de acuerdo con el pastor, Seth Kaper-Dale, un defensor de inmigrantes que ahora se ha postulado para gobernador con el Partido Verde.
Es política de la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas que las iglesias, escuelas y hospitales son “lugares delicados” donde los funcionarios de inmigración no realizan arrestos, excepto en circunstancias excepcionales.
Hasta ahora, “la política de control en los lugares delicados no ha cambiado” en el gobierno de Trump, dijo Jennifer Elzea, la secretaria interina de prensa de la agencia: “Yo no he sabido de casos en que hayamos entrado en una iglesia o lugar de devoción para realizar acciones de cumplimiento de la ley”.
Con información de The New York Times