Honra Mariano Rajoy a las víatimas del 11-M
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El 11 de marzo de 2004, 191 personas murieron y más de 1,800 resultaron heridas por la explosión de varias bombas que una célula islamista hizo detonar en varios trenes de Madrid.
Han tenido que pasar doce años del 11-M para que el homenaje anual a los 191 muertos y más de 1,800 heridos en la masacre islamista de Madrid se celebre por primera vez en unidad de las asociaciones de víctimas y de los políticos españoles.
El recuerdo del peor atentado de la historia en suelo europeo arrancó hoy con las campanas de todas las iglesias de Madrid sonando al unísono durante dos minutos mientras el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, representantes de todos los grupos parlamentarios y todas las asociaciones de víctimas del terrorismo se reunían en la céntrica Puerta del Sol.
El 11 de marzo de 2004, 191 personas murieron y más de 1,800 resultaron heridas por la explosión de varias bombas que una célula islamista hizo detonar en varios trenes de Madrid.
En los cinco aniversarios de la masacre en los que Rajoy ha estado al frente del Ejecutivo, hoy fue la primera vez que acudió al acto institucional que organiza el Gobierno regional madrileño.
"España seguirá defendiendo, como ha hecho siempre, la vida, los derechos y las libertades de todos los ciudadanos, tanto aquí como fuera del país", dijo.
Encabezando la representación institucional, junto a él estuvieron la jefa del Ejecutivo regional madrileño, Cristina Cifuentes, que pertenece al Partido Popular (PP) de Rajoy, y la alcaldesa de la capital de España, Manuela Carmena, de la plataforma de izquierdas Ahora Madrid.
Los tres depositaron una corona de laurel frente a la placa que recuerda a las víctimas. Sonó el "Réquiem" de Mozart y también el himno de España en medio de la emoción.
Por primera vez, en la Puerta del Sol estuvieron todas las asociaciones de víctimas del terrorismo, representadas por sus presidentas, que tradicionalmente han recordado a los 191 muertos en homenajes separados.
Entre las víctimas hizo mella la crispación política que siguió a los ataques, después de que el Gobierno de José María Aznar insistiera en atribuir la autoría a ETA a tres días de unas elecciones que ganó el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
La sombra de la utilización partidista de las víctimas ha existido desde entonces.
Como todos los años, hoy también se celebró frente a la estación de Atocha, donde explotó la mayoría de las bombas, el homenaje que organizan los sindicatos.
Acudieron los líderes del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, y Podemos, Pablo Iglesias, pero también la jefa del Gobierno regional madrileño, Cristina Cifuentes. Vinculado a la izquierda, a ese acto no asistía hasta ahora ningún alto cargo del PP.
"No nos utilicen contra sus oponentes políticos. No queremos estar en esas peleas", instó a los políticos Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, la mayoritaria entre las víctimas de la masacre y madre de Daniel, un joven que murió aquel día. "Les pedimos que olviden su autobombo y se pongan el traje del respeto y la humildad".
El socialista Pedro Sánchez se comprometió a organizar un acto unitario cada 11 de marzo si logra ser investido presidente del Gobierno. "Me parece que es fundamental", dijo. Pablo Iglesias, el secretario general de Podemos, apoyó la idea.
El líder del PSOE acudió después al tercer homenaje del día, en el céntrico Parque de El Retiro, donde el llamado "Bosque del Recuerdo" -191 cipreses y olivos- evoca a las víctimas.
Cada año lo convoca allí una asociación cercana ideológicamente al PP. La alcaldesa de Madrid, de la plataforma izquierdista Ahora Madrid, asistió también al acto.