HSP Magnavem, un avión supersónico ecológico
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Propulsado por energía de fusión nuclear, es una aeronave ligera, con doble cabina, capaz de llevar 500 pasajeros, volar a 1.5 veces la velocidad del sonido y no produce emisiones contaminantes. El avión supersónico ecológico se construirá a partir del 2030.
A mediados de siglo, los alrededor de 5,600 kilómetros que separan Londres de Nueva York o los cerca de 7,100 kilómetros que hay entre Madrid y Miami, podrán recorrerse en tres y cuatro horas de vuelo respectivamente, a bordo de aviones supersónicos, similares a naves espaciales, con energía de fusión nuclear y respetuosos con el medio ambiente.
“Esto será posible gracias a los avances en inteligencia artificial (IA), nanotecnología, nuevos materiales, física del plasma o cuarto estado de la materia, fuentes de energía inagotables y no contaminantes, superconductores, dispositivos magnéticos y otras tecnologías, que revolucionarán las industrias aeroespacial y aeronáutica en los próximos 10 a 15 años”, según el diseñador industrial y gráfico Oscar Viñals.
Viñals , con sede en Barcelona (España) ha diseñado un prototipo de aeronave supersónica y futurista que incorporará todos estos avances, denominada HSP Magnavem (gran pájaro) y a la que califica como una hiperaeronave, dado que representa la definición máxima o superior de una aeronave en todos sus aspectos óptimos.
“Este avión incorpora dispositivos que funcionan con plasma (un fluido gaseoso con carga eléctrica y características diferentes de los sólidos, líquidos o gases) y sería, en sí mismo, una gran ala con forma de delta, equipada con las mejores tecnologías y soluciones de este siglo XXI”, según Viñals.
También explica que “la principal fuente de energía de esa aeronave será un reactor de fusión compacto” (CFR, por sus siglas en inglés), que está desarrollando la firma Lockheed Martin.
Se trata de un sistema, en el que tendrán lugar reacciones nucleares de fusión similares a las que se producen en el Sol, con un combustible formado por isótopos de hidrógeno (deuterio y tritio) liberando energía en forma de calor, en un proceso que no produce gases.
Este reactor producirá una energía térmica que impulsará unas turbinas que, a su vez, generarán electricidad o propulsión para diversas aplicaciones, y alimentará los motores híbridos (que funcionarán con electricidad e hidrógeno), los sistemas de aviación eléctricos, un sistema ‘limpiador’ de dióxido de carbono (CO2) y la recarga de las baterías del HSP Magnavem.
“El HSP Magnavem se basa al igual que su antecesor, el avión conceptual Flash Falcon, en la posibilidad de equipar un avión comercial supersónico con un CFR, tecnología que hoy enfrenta el escollo de sus dimensiones y peso, pero que podrá superarlo al implementarse nuevas técnicas de construcción y materiales de última generación”, explica Viñals a Efe.
“El CFR podría generar grandes cantidades de energía eléctrica, sin emitir gases de efecto invernadero a la atmósfera”, enfatiza.
TECNOLOGÍA DE PLASMA E INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Este avión estará equipado con una serie de dispositivos de plasma que controlarán el flujo de aire sobre el fuselaje y las alas, para maximizar el rendimiento de vuelo a velocidades supersónicas y subsónicas, disminuyendo la resistencia de la aeronaves, aumentando su poder de elevación, controlando la presión del aire, reduciendo las microturbulencias y disipando el estampido que se produce al rebasar la velocidad del sonido.
“Una de las grandes novedades de este concepto es la utilización de un sistema de IA para controlar activamente el flujo laminar y microturbolencias sobre todo el avión, mediante unos dispositivos denominados ‘actuadores de plasma’, un estado de la materia que ya se proyecta y estudia utilizar en motores para satélites o naves espaciales”, asegura Viñals a Efe.
El HSP Magnavem estará propulsado por dos tipos de motores, que se encenderían dependiendo de la velocidad de la aeronave.
“Estará equipado con cuatro motores híbridos de gran tamaño, que se alimentarán con baterías o directamente con la energía del reactor CFR y le permitirán volar a velocidad subsónica, reduciendo el ruido del avión hasta unos niveles mínimos, en comparación con los aviones actuales”, asegura Viñals.
Esta aeronave también tendrá dos motores Ramjet alimentados por dihidrógeno (H2), que comprimen y combustionan el aire entrante sin utilizar partes móviles, los cuales se encenderán cuando el avión supere los 890 kilómetros por hora (km/h) y llegue a 15,400 metros de altitud, permitiéndole volar a una velocidad de Mach 1.5 (1,852 km/h).
La tecnología Ramjet para velocidades supersónicas ya se emplea actualmente en proyectos de la agencia de investigación de Defensa estadounidense DARPA, apunta Viñals.
“El sistema de IA con el que estará equipado el HSP Magnavem, controlará y optimizará el funcionamiento de los dispositivos de plasma, al analizar y procesar los datos recibidos de los sensores de presión, temperatura y velocidad de flujo de aire situados en la nariz del avión”, de acuerdo a su diseñador.
“La inteligencia artificial de esta aeronave también podrá predecir la fuerza de la turbulencia del viento, para evitar las vibraciones y turbulencias peligrosas, que puedan afectar la estabilidad de la aeronave”, según Viñals.
SISTEMA ‘LIMPIADOR’ DEL CO2 DE LA ATMÓSFERA
“Otra de las ideas más innovadoras de este avión es su ‘limpiador de CO2 atmosférico’ ubicado en la parte posterior y alimentado por la electricidad del CFR, que descompondrá el aire en carbono, hidrógeno y oxígeno, mediante un proceso termoeléctrico a muy alta temperatura, y que liberará esos componentes aéreos básicos de nuevo en la atmósfera”, adelanta Viñals.
“Este avión de dos cubiertas con capacidad para 500 pasajeros y equipado con alas y fuselaje en forma de delta, así como bordes afilados, para alcanzar una velocidad supersónica, podrá despegar y aterrizar en unos ochocientos metros, gracias a sus características tecnológicas y aerodinámicas”, explica Viñals.
“El HSP Magnavem tendrá en su parte inferior una estructura de almacenamiento para la batería, fabricada con nanoestructuras de grafeno, que será ultraligera y fuerte y posibilitará una carga y descarga eléctrica ultrarrápida, así como seis tanques de combustible de hidrógeno”, señala Viñals, que resume el aspecto más importante de este avión en dos palabras: “cero emisiones”.
“Todas estos adelantos que aplico en el HSP Magnavem, nacen de mi investigación personal sobre futuras tecnologías, teóricas y en fase de desarrollo, que pudiesen ser utilizadas en los futuros aviones comerciales para mejorarlos en todos los aspectos posibles”, concluye este diseñador en entrevista con Efe.
DESTACADOS:
--- El avión conceptual HSP Magnavem ideado por el diseñador industrial Oscar Viñals incorpora los avances en inteligencia artificial, nanotecnología, nuevos materiales, dispositivos del plasma y fuentes de energía limpias e inagotables, que revolucionarán la aeronáutica dentro pocos años.
--- La principal fuente energética de esta aeronave será un reactor compacto de fusión (CFR) donde se producirán reacciones nucleares con isótopos de hidrógeno, liberándose una gran cantidad de energía térmica que se utilizara para generar electricidad, sin producir emisiones contaminantes.
--- “Este avión será propulsado a velocidades subsónicas por cuatro motores híbridos que funcionarán con hidrógeno y electricidad, y por otros dos motores de combustión de aire comprimido, que le permitirán alcanzar la velocidad Mach 1.5 (1,852 kilómetros por hora)”, explica Viñals a Efe.
Por Ricardo Segura EFE/Reportajes