Invade la fauna silvestre las ciudades italianas
Un nuevo horizonte paisajístico compuesto por una inhabitual fauna silvestre como halcones o jabalíes y por contenedores rebosantes de basura conforman el actual hábitat de algunas ciudades italianas, una situación "dramática" y de "alto riesgo".
Ratas, lobos, gaviotas y halcones peregrinos son tan sólo algunas especies que viven entre las plazas y calles de Italia, a la caza de comida entre los montículos de basura alrededor de los contenedores, una situación generada por la deficiente gestión de la limpieza y la escasa colaboración ciudadana que abandona desechos en la calle.
Esta escasa salubridad en las calles italianas atrae a toda una fauna que hasta ahora permanecía ajena a los núcleos urbanos.
"Las acumulaciones de basura, las concentraciones de asfalto y cemento y el alza de las temperaturas aseguran el contexto ideal para estas especies que, de un tiempo a esta parte, tan sólo poblaban campiñas y litorales", dijo a Efe el presidente del grupo ecologista italiano Legambiente en la región del Lazio (centro), Roberto Scacchi.
Unos animales que ya parecen estar integrados en el paisaje de la zona norte de la capital italiana, donde manadas de jabalíes se pasean tranquilamente por las calles, pasos de cebra y parques para perros y donde los vecinos pueden escuchar sus rugidos.
Los vecinos de via dell'Acqua Traversa, al norte de Roma, ya parecen estar acostumbrados y, al ser preguntados por la presencia de estos mamíferos, dicen "sí, vienen a cenar todos los días, viven por aquí" y añaden que "dejan el suelo con las bolsas de basura destrozadas".
FAMILIAS DE JABALÍES
Grabar vídeos y tomar fotografías de las familias de jabalíes entre las montañas de bolsas
de basura dispersas por el suelo en hileras se ha convertido en la última moda en los barrios residenciales del norte de la capital italiana.
Una de las vecinas afectadas es Carola Croce, que vive cerca de la estación de Olgiata, al norte de Roma y que halla con frecuencia a algunos jabalíes en el jardín de su casa, al que acceden por la noche haciendo agujeros en la alambrada.
"He contado unos veinte, muchos pequeños y cuatro o cinco adultos. También el año pasado entraron pero no eran más de tres y no había problema, pero ahora destruyen el jardín y tengo que meter al perro dentro de casa porque comienza a ser un problema grave", concluye.
Pero, sin duda, las zonas más afectadas de la capital son via Cassia, Giustiniana y Cortina d'Ampezzo, donde la curiosidad y la inicial simpatía por estos animales pronto dieron paso al miedo.
Ahora, sobre todo por las noches, temen salir de casa porque "apenas tienen visibilidad", dijo un vecino del barrio a Efe.
Este problema ha desencadenado un plan de alarma en la zona norte de Roma, en concreto en el municipio XV, que solicita un plan extraordinario e intervenciones que velen por la protección de los ciudadanos, como una adecuada señalización que advierta de la presencia de estos animales, así como la eliminación o traslado de los vertederos, focos de atracción de jabalíes.
Una situación que los vecinos de barrios más céntricos de Roma temen que se produzca, dado el alto nivel de suciedad en que también se ve sumido el centro de la capital italiana.
"La presencia de animales selváticos en Roma es un fenómeno histórico, esto se debe a su topografía, grandes parques y a la existencia de pulmones verdes como el parque dell'Apia Antica y los ríos Tíber y Aniene. La abundancia de yacimientos arqueológicos también ha contribuido a la multiplicación de nichos ecológicos", explicó Scacchi.
LAS BASURAS Y EL VERANO
Los jabalíes provienen, según los expertos, de la reserva natural de Insugherata, que representa un importante corredor natural en Roma y desde donde se desplazan hasta via Cortina d'Ampezzo, para nutrirse llamados por el olor que desprende con estas altas temperaturas la basura que sobresale de contenedores.
Estos cuadrúpedos también vagan a sus anchas en las inmediaciones de la estación de Monte Mario y en otro de los grandes pulmones verdes de la capital italiana, el parque del Pinetto.
Esta situación también afecta a los agricultores, como relata la mayor asociación italiana de agricultores, Coldiretti, que pone de manifiesto los problemas provocados por el incremento descontrolado de jabalíes.
"Cada verano estos animales huyen del bosque en busca de comida", dijo a Efe el presidente de Coldiretti en la región del Lazio, David Granieri, quien consideró la situación como "dramática y de alto riesgo" en la zona norte de Roma.
"Los avistamientos en el área urbana están a la orden del día, no solo por parte de los agricultores, por lo que es urgente intervenir para defender la seguridad de los ciudadanos", añadió.
Además, Granieri defendió proteger el trabajo de los agricultores que "en pocos meses ven destrozado su labor de meses".
Según las estimaciones de Coldiretti, los jabalíes en Italia suman más de un millón y, cada año, provocan daños que ascienden hasta 120 millones de dólares entre asaltos a establos, accidentes callejeros, destrucción de campos y suciedad provocada en las calles.
Ante esta situación, el comisario del Parque Regional de Veio, un área protegida que se extiende hasta el área urbanizada de Roma, Giacomo Sandri, escribió hace meses al prefecto (gobernador civil) de Roma, Giuseppe Pecoraro para informarle de que, en su opinión, "no es ya una cuestión ambiental sino de orden público".
Muchos vecinos culpan de esta situación al organismo que recoge la basura (AMA), cuyo presidente dijo a Efe que los ciudadanos "deben evitar abandonar las bolsas de basura en el suelo", pero reconoció que AMA "debería ser más puntual en la recogida".
Además, confirmó que la compañía ha adquirido un total de 24.000 bidones nuevos que serán dispuestos en las calles romanas después del verano.
Por su parte, el Consistorio romano se encargará de instalar una idónea señalización en el territorio para avisar a los vehículos que mantengan una velocidad moderada ante la eventual presencia de jabalíes cruzando por las carreteras.
CONVIVENCIA ENTRE ANIMALES Y HUMANOS
Cernícalos, cuervos, halcones peregrinos, loros, lechuzas y colonias de especies no autóctonas como la cotorra monje o la cotorra de Kramer han tomado posesión de los árboles de Villa Ada, Villa Pamphilij y Villa Torlonia, y sobrevuelan los cielos romanos entre los monumentos de la Ciudad Eterna.
Incluso la propia alcaldesa de Roma, Virginia Raggi dijo en su visita a un barrio de la capital donde los niños se entretienen contando ratas, que Roma "no es una ciudad, es un zoológico, después de la plaga de ratas, gaviotas y jabalíes, ahora se hallan serpientes entre los cubos de basura", lamentó.
Roma alberga esta fauna silvestre gracias, en parte, a la Liga Italiana de Protección de Pájaros (LIPU), pues cada año salva a cinco mil ejemplares, entre ellos, 600 mamíferos como lobos, zorros, erizos, murciélagos, puercoespines y tejones, que son trasladados a un
refugio gestionado por la propia organización en la capital italiana.
"Roma es un ejemplo de ciudad verde en Italia, donde la convivencia entre animales y hombres es casi siempre bien tolerada y nosotros intentamos poner en marcha las acciones necesarias para salvaguardar a todos los animales", dijo a Efe el Director de la oficina de Biodiversidad del Cuerpo Forestal del Estado, Alessandro Bottacci.
Más preocupante sin embargo es que, según Bottacci, en 2015 se produjeron 400 avistamientos de lobos en la zona Aurelia de Roma, ya que "probablemente los lobos sigan a los jabalíes y se dirijan hasta la ciudad para encontrar comida, por ejemplo en la zona Eur", explicó.
Esta nueva fauna silvestre y fisonomía no es solo única en Roma, sino que importantes urbes italianas como Florencia, Bolonia o Génova también padecen los efectos de estos animales en su vida diaria.
Por ejemplo, en Florencia, en los últimos meses, la Policía ha capturado una treintena de jabalíes, aunque en la ciudad natal de Miguel Ángel también se están avistando ciervos, lobos, halcones peregrinos, gamos, zorros o muflones, según la Confederación General de Agricultura Italiana (Confragricultura) en la Toscana.
En Bolonia, los animales, sin embargo, no parecen asustados por la presencia del hombre; de hecho, un par de halcones peregrinos viven desde hace años en la céntrica Piazza Maggiore.
"La ciudad es el hábitat ideal para los halcones -explicó a Efe el biólogo Paul Taranto- por los edificios que recuerdan a las paredes de roca que ocupan en la naturaleza y porque abunda su comida favorita, las palomas".
La situación en Génova tampoco es de las mejores: ratas, gaviotas y ahora también numerosos jabalíes por "el abandono de cultivos en las colinas y la abundancia de basura en la ciudad", señaló a Efe un portavoz del ayuntamiento genovés.
Sin embargo, el incidente más grave se ha producido en Trieste (norte), cuando un joven de 34 años que circulaba en moto fue asaltado por dos jabalíes que cruzaron la carretera, lo que provocó la caída del joven y le ocasionó una rotura en el húmero.
"El acercamiento de las especies selváticas a la realidad urbana es un fenómeno creciente que quizás sea ocasional y la presencia sea tan sólo temporal, pero puede ser el inicio de una potencial urbanización de estos animales en las ciudades", confirmó a Efe el etólogo de la Universidad Ca' Foscari de Venecia, Danilo Mainardi.
Puso como ejemplo a los zorros que, según relató, hace pocos años se avistaban tan sólo en contadas ocasiones, mientras que hoy "asistimos a una presencia estable y numerosa de este animal en muchas ciudades europeas".
Casos similares, señaló el etólogo, son los de los jabalíes y los lobos que deambulan por la periferia y parques de las ciudades.
Por ejemplo, el lobo es el gran protagonista de este retorno de los animales a los núcleos urbanos y alcanzan ya los dos mil ejemplares en la zona de los montes Apeninos a lo largo, sobre todo, de las regiones de Toscana, Emilia, Umbria y Basilicata.
Entre los animales más molestos para italianos y turistas se encuentran las gaviotas, especializadas en el robo de comida directamente de las manos humanas, sobre todo en Trieste (norte), donde cada vez proliferan más señalizaciones para advertir del "descaro" de estas aves.
El director del parque Isola della Cona, en la provincia de Gorizia (norte) y experto naturalista, Fabio Perco, proporciona una respuesta científica a esta incómoda situación.
"Las gaviotas han aumentado y estudian nuevas estrategias para cazar comida y algunas aprenden algún modo 'original' de caza que el resto, por imitación, copia", dijo Perco a Efe en una conversación telefónica.
Según expertos de Legambiente consultados por Efe, este comportamiento está íntimamente relacionado con la ingente cantidad de basuras concentradas en las calles italianas.
Esta falta de decoro y salubridad no solo resulta molesta para italianos sino también para turistas extranjeros.
Este es el caso de Paula y Alberto, una pareja argentina de treinta años que para pasar sus vacaciones han alquilado un primer piso de un apartamento en el barrio de Prati,
cercano al Vaticano.
"Es muy molesto tener que cerrar las ventanas con el calor que hace para no morir de la peste que emanan las montañas de basuras en la calle", lamenta Paula.
Y por si la presencia de desechos orgánicos no fuera suficiente, entre los contenedores de la capital italiana también llama la atención también el elevado número de electrodomésticos abandonados.
DESTACADOS:
+ Las zonas más afectadas de Roma por los jabalíes son via Cassia, Giustiniana y Cortina d'Ampezzo, donde la curiosidad y la inicial simpatía por estos animales pronto dieron paso al miedo. Ahora, sobre todo por las noches, temen salir de casa porque "apenas tienen visibilidad", dijo un vecino del barrio a Efe.
+ La propia alcaldesa de Roma, Virginia Raggi dijo en su visita a un barrio de la capital donde los niños se entretienen contando ratas que Roma "no es una ciudad, es un zoológico, después de la plaga de ratas, gaviotas y jabalíes, ahora se hallan serpientes entre los cubos de basura", lamentó.
Esta nueva fauna silvestre y fisonomía no es solo única en Roma, sino que importantes urbes italianas como Florencia, Bolonia o Génova también padecen los efectos de estos animales en su vida diaria.
Por Cristina Rocha/EFE-Reportajes