Investiga la comisión electoral francesa el ciberataque a Macron
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La comisión instó a los medios de comunicación y a los ciudadanos franceses a "no confiar" en los documentos filtrados "a fin de no alterar la sinceridad del voto".
El organismo que supervisa las elecciones en Francia informó el sábado que "una cantidad significativa de datos" fueron filtrados a las redes sociales luego de un ciberataque sufrido presuntamente por el candidato centrista a la presidencia Emmanuel Macron, apenas 36 horas antes de que la mayor parte de nación vote el domingo en la crucial segunda vuelta contra Marine Le Pen.
El equipo de campaña de Macron describió el incidente como un intento de interferir en las elecciones.
La comisión dijo el sábado que los datos filtrados aparentemente provinieron de "los sistemas de información (de Macron) y de las cuentas de correo de algunos de sus directores de campaña".
En un comunicado emitido después de una reunión matutina, el organismo supervisor dijo que los datos filtrados habían sido obtenidos "fraudulentamente" y que probablemente serán difundidos junto con noticias falsas.
La comisión instó a los medios de comunicación y a los ciudadanos franceses a "no confiar" en los documentos filtrados "a fin de no alterar la sinceridad del voto". Las leyes electorales francesas impusieron para el sábado y la mayor parte del domingo una prohibición generalizada a los actos de campaña y la cobertura mediática que pueda interpretarse como un último intento por influir en la decisión de los votantes.
La filtración comenzó justo antes del bloqueo informativo a medianoche, con una puntualidad efectista propia de esta dramática campaña.
Mientras tanto, la votación para el próximo presidente de Francia comenzó el sábado en algunos territorios de ultramar.
El primer territorio francés en votar fue Saint-Pierre-et-Miquelon, un archipiélago situado cerca de Terranova, donde abrieron las mesas de votación. La elección anticipada en otros territorios franceses de ultramar y embajadas francesas en el extranjero comenzaría más tarde.
El temor a los ataques informáticos y las interferencias de campaña ha sido una constante durante la campaña francesa. El equipo de Macron el viernes que fue víctima de una intrusión "masiva y coordinada".
Su campaña dijo que hackers no identificados accedieron a los emails personales y profesionales del personal y filtraron en internet contratos y material financiero de la campaña, mezclados con documentos falsos.
Se desconoce la identidad de los responsables. Aunque el ataque golpeó una campaña ya agitada, no estaba claro si la filtración de documentos podría mermar el apoyo a Macron ante la líder ultraderechista Le Pen.
Los franceses abandonaron en primera vuelta a los partidos tradicionales de izquierda y derecha y ahora eligen entre la visión europeísta y liberal de Macron y la Francia proteccionista y con fronteras cerradas esbozada por Le Pen, que ha encontrado eco entre trabajadores castigados por la globalización. El futuro de la Unión Europea podría depender de los comicios, también considerados como una prueba para el populismo global.
Un usuario compartió en 4chan _un sitio web conocido entre otras cosas por bromas crueles y el extremismo político_ enlaces a una gran cantidad de datos que según el autor procedían de la campaña de Macron. La plataforma de Macron se apresuró a confirmar que su equipo había sido hackeado semanas antes y que al menos algunos de los documentos eran auténticos.
El movimiento político del candidato centrista, En Marcha, describió el ataque como un intento de "sembrar la duda y la desinformación" y desestabilizar el voto, y afirmó que tomará "todas las medidas" para aclarar lo sucedido. El grupo recordó filtraciones similares de la campaña de Hillary Clinton por la presidencia de Estados Unidos, señalando que también mezcló documentos auténticos con otros falsos.
El número dos del Frente Nacional, el partido antiinmigrantes de le Pen, preguntó en un tuit "¿Nos enseñará algo la filtración de Macron que el periodismo de investigación enterró de forma deliberada?".
La comisión electoral también pidió el viernes por la noche al Ministerio del Interior que investigara las acusaciones de la campaña de Le Pen sobre que se habían saboteado las papeletas para beneficiar a Macron. La campaña de Le Pen dijo que los administradores electorales de varias regiones que habían recibido papeletas de ambos candidatos habían encontrado las de Le Pen "rasgadas de forma sistemática".
La campaña ha sido inusualmente enconada. Los votantes han arrojado huevos y harina, ha habido choques entre manifestantes y policías y los candidatos se insultaron en la televisión nacional, en un reflejo del desapego generalizado de los votantes con la política.
Le Pen, de 48 años, ha llevado al Frente Nacional, antes un paria por su racismo y antisemitismo, más cerca que nunca de la presidencia de Francia. Ha aprovechado la creciente frustración de la clase trabajadora ante la globalización y el racismo e incluso si pierde, probablemente se convertirá en una influyente figura de oposición en la política francesa en la próxima campaña para las elecciones parlamentarias.
En una entrevista el viernes con The Associated Press, Le Pen dijo que gane o pierda, "lo cambiamos todo". Proclamó una "victoria ideológica" y dijo que todavía podría conseguir un triunfo inesperado el domingo.
Macron, de 39 años, también ayudó a transformar la estructura política francesa con su campaña independiente al margen de los partidos tradicionales.
Sin embargo, a muchos votantes no les gusta ninguno de los dos candidatos. Temen el pasado racista del Frente Nacional y les preocupa que Macron pueda derribar las protecciones de los trabajadores o parecerse demasiado a su mentor, el saliente y profundamente impopular presidente François Hollande.