Jurado pide la pena capital para latino por la muerte de menor de 8 años
COMPARTIR
TEMAS
El jurado, compuesto por siete mujeres y cinco hombres, culmina con esta recomendación un periodo de dos semanas en el que se ofrecieron testimonios y evidencia escalofriante sobre los repetidos abusos perpetrados por Aguirre.
Los Ángeles (EU.).- Un jurado en Los Ángeles (EU.) recomendó hoy la pena capital para el hispano Isauro Aguirre, de 37 años, quien fue hallado culpable por la tortura y muerte del menor de 8 años Gabriel Fernández.
El jurado, compuesto por siete mujeres y cinco hombres, culmina con esta recomendación un periodo de dos semanas en el que se ofrecieron testimonios y evidencia escalofriante sobre los repetidos abusos perpetrados por Aguirre.
Este jurado halló a Aguirre, un ex guardia de seguridad y que en la época de los hechos era novio de la madre del menor, Perla Sinthia Fernandez, culpable de los hechos el pasado 15 de noviembre.
"La pena de muerte es el único castigo apropiado y justo por lo que Aguirre le hizo a Gabriel Fernández", dijo el fiscal Jonathan Hatami, al presentar sus argumentos de cierre ante el jurado.
"No hay nada peor en nuestra sociedad que un hombre -ya crecido- torturando y asesinando a un pequeño niño", enfatizó.
La defensa, por su parte, pidió clemencia para Aguirre y solicitó cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
El jurado, tras unas siete horas de deliberación, se inclinó por la pena capital. La lectura de la sentencia formal se realizará el próximo 8 de marzo.
Durante el proceso judicial salieron a la luz aberrantes detalles de la tortura que padeció el niño mientras vivió con su madre y con Aguirre, después de que la progenitora recuperara la custodia del menor.
Gabriel Fernández murió el 24 de mayo de 2013 en un hospital local, dos días después de que los servicios de emergencia lo hallaran inconsciente en su domicilio, en Palmdale, un vecindario al norte de Los Ángeles.
Según la autopsia, el menor presentaba fractura craneal, varias costillas rotas y quemaduras en todo su cuerpo.
El hecho conmovió a la comunidad donde vivía el niño y desembocó en una investigación al interior de los servicios sociales y cuidado de niños del Condado de Los Ángeles, que terminó con cuatro trabajadores sociales llevados a juicio.
La fiscalía aseguró que Aguirre, de más de 1,80 metros de estatura y 122 kilos de peso, golpeó, pateó y quemó al niño hasta llevarlo a la muerte porque pensaba que era homosexual.
Las trabajadoras sociales Stefanie Rodríguez y Patricia Clement, al igual que dos supervisores, Kevin Bom y Gregory Merritt, fueron despedidos de sus empleos por este hecho y acusados posteriormente de abuso infantil y falsificación de registros.
Fernández y Aguirre fueron arrestados sin derecho a fianza.
La madre del menor será juzgada en un juicio separado por estos hechos.