Kevin Spacey, crónica de una estrella que se apaga
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Ante la gravedad de las acusaciones, la Academia de la Televisión decidió retirar al actor el Emmy de honor que iba a entregarle este mes como reconocimiento a toda su trayectoria.
Salir del armario debería ser una liberación, pues a partir de ese momento el protagonista ya no tendrá que ocultar sus preferencias sexuales. Por eso, cuando la persona en cuestión es un famoso y lo hace ante la opinión pública, es habitual que se celebre y se alabe su valentía. Sin embargo, al actor Kevin Spacey no dejan de lloverle críticas desde que el domingo se declaró públicamente homosexual. ¿Qué ha sucedido?
Todo comenzó con las acusaciones del actor Anthony Rapp, conocido, entre otros, por sus papeles en "A Beautiful Mind" o "Star Trek: Discovery". Según afirmó, corría el año 1986 cuando, tras una fiesta en el apartamento de Spacey, el protagonista de "American Beauty" intentó forzarlo a mantener sexo con él. En aquel entonces, Rapp tenía apenas 14 años y Spacey, 26, contó a la web "Buzzfeed".
Que Spacey afirmara no recordarlo, pero aun así pidiera perdón "por lo que habría sido un comportamiento profundamente inadecuado como consecuencia del alcohol", no mejoró la situación. Y mucho menos el hecho de que el ganador de dos Oscar aprovechara la ocasión para, a sus 58 años, declarar abiertamente su homosexualidad. Para muchos, el gesto no fue más que una treta para intentar desviar la atención de lo verdaderamente importante.
El foco mediático debería mantenerse en Rapp, en la víctima, escribió en Twitter la presidenta de la organización LGBT GLAAD, Sarah Kate Ellis. "Kevin Spacey acaba de inventar algo que hasta ahora no existía: un mal momento para salir del armario", ironizaba el comediante Billy Eichner. Su colega y lesbiana Cameron Esposito tuiteó indignada que "ser homosexual no tiene nada que ver" con acosar a menores de edad.
¿Fue su confesión consecuencia de la confusión, o más bien una desastrosa decisión de sus agentes y asesores de prensa? Sea como fuere, tan sólo 12 horas después, una portavoz de Netflix anunció que la premiada y exitosa serie "House of Cards", protagonizada por Spacey, finalizaría en 2018 con la sexta temporada cuya producción estaba en marcha.
Aunque supuestamente la decisión llevaba meses tomada, daba la impresión de que, en el marco del escándalo de abusos sexuales protagonizado por el productor Harvey Weinstein, Netflix reaccionaba así ante la mala prensa que estaba generando el caso de Spacey. Finalmente, el martes, la plataforma de streaming decidió suspender incluso la sexta y última temporada "hasta nuevo aviso" para "revisar la situación".
"No existe ningún nivel de embriaguez" que disculpe el acoso "a un niño de 14 años", dijo el escritor Dan Savage, uno de los más destacados activistas LGBT en Estados Unidos. Y cuando el presidente de la corporación Allied Artist, Kim Richards, fue uno de los pocos que trató de defenderlo ("actuar por impulso cuando uno está ebrio habla de sobreindulgencia, no de un comportamiento depredador", escribió), los comentarios contra él se dispararon.
Además, el problema no acaba ahí: al salir del armario como respuesta a las acusaciones de acoso sexual contra un menor, el actor está vinculando peligrosamente homosexualidad y pedofilia, escribe la web "Vox". Como consecuencia, es posible que personas homófobas aprovechen la confesión de Spacey para acusar a homosexuales de abusar de niños o adolescentes.
Mientras tanto, ante la gravedad de las acusaciones, la Academia de la Televisión decidió retirar al actor el Emmy de honor que iba a entregarle este mes como reconocimiento a toda su trayectoria, y a Spacey le golpeó una nueva denuncia, esta vez desde el mundo del teatro: según el actor mexicano Roberto Cavazos, él y muchos otros compañeros del Old Vic de Londres fueron víctimas de acoso por parte de Spacey, que fue director artístico del coliseo entre 2004 y 2015.
"Somos muchos los que tenemos un 'Kevin Spacey story'", afirma Cavazos, de 35 años, en una carta abierta publicada en Facebook. "Parece que sólo hacía falta ser un varón menor de 30 para que el señor Spacey se sintiera libre de tocarnos". Pero igual que ocurrió con Weinstein, a quien decenas de mujeres han denunciado desde principios de octubre, sostiene que serán "muchísimos más los que se atrevan a contar sus historias en los próximos días y semanas".