“La memoria es una fascinación para mí”, dice Paula Hawkins

Para Paula Hawkins, autora de los exitosos thrillers “La chica del tren” y “Escrito en el agua”, las novelas son en este momento más necesarias que nunca.

“Creo que las novelas tienen muchas funciones. Obviamente una de sus funciones es entretener, pero para mí lo más importante, con lo que me he quedado de las novelas, es la capacidad para ponerte en los zapatos de personas diferentes, de ver otras vidas y sentir empatía”, dijo la escritora británica el lunes en una conferencia de prensa en la Ciudad de México. “Creo que en el mundo en el que vivimos ahora eso es quizá más importante que nunca poder empatizar con gente que es totalmente distinta a nosotros y cuya experiencia de vida es totalmente diferente”.

Hawkins, de 45 años, nació y creció en Zimbabue antes de mudarse a Londres. Fue periodista financiera por más de 15 años y escribió novelas románticas bajo el pseudónimo de Amy Silver antes de convertirse en una autora revelación con “La chica del tren” en 2015. Su novela de suspenso ha vendido más de 20 millones de ejemplares en todo el mundo, ha sido traducida a más de 40 idiomas y fue adaptada al cine en una cinta estelarizada por Emily Blunt. “Escrito en el agua” es su segundo thriller y desde su publicación en mayo se ha colocado en la lista de los libros más vendidos en Estados Unidos y múltiples países de Latinoamérica.

“Una vez que consigues el éxito sabes que habrá un montón de gente esperando tu próximo libro, habrá lectores que tendrán expectativas de lo que querrán, hay críticos que esperan a ver qué pasará y qué es lo que pueden decir al respecto”, dijo la autora sobre cómo ha vivido el impacto de su novela.

“Creo que la presión en sí misma es buena porque sin sentirme un poco incómoda no habría hecho nada”, agregó. “Cuando escribía ‘La chica del tren’ la presión era ‘necesito escribir algo porque me siento mal, me siento miserable y mi carrera es un desastre’. Ahora es, ‘necesito escribir algo porque tengo algo que demostrar y tengo que mejorar’. Creo que la presión viene de mí como escritora”.

“La chica del tren” es protagonizada por una joven divorciada que trata de resolver un crimen pero tiene problemas de memoria por su alcoholismo. En “Escrito en el agua”, una mujer trata de resolver la muerte de su hermana ahogada y al hacerlo se adentra en los recuerdos de su familia.

“La memoria es una fascinación especial para mí”, dijo Hawkins. “En este libro (‘Escrito en el agua’) estoy escribiendo en términos generales de lo poco confiables que son nuestros recuerdos y cómo por ejemplo recordamos cosas de la infancia de las que estamos seguros ... y luego un hermano o tus padres te dicen, ‘¿De qué hablas? Así no fue para nada’, y te das cuenta de que tenías una interpretación completamente diferente”.

“En este libro me preguntaba qué tal si ese pedazo de tu memoria es realmente fundamental y cambia el rumbo completo de tu vida y tus relaciones, qué pasaría si descubres después que tu vida está basada en algo que no es real. Me fascina la forma en que la memoria nos traiciona y el modo en que confiamos en ella”, explicó.

Hawkins ha dicho que se siente más a gusto escribiendo historias oscuras.

“Creo que fue Chuck Palahniuk quien dijo que aprendemos muy poco de la felicidad y creo que es verdad. La felicidad, aunque es algo bueno en nuestras vidas, no es tan interesante dramáticamente hablando como novelista. Uno busca conflicto, tragedia y drama”, señaló. “Lo que no puedo explicar es por qué me siento atraída hacia esas historias. No es porque haya tenido una vida terrible, pero desde niña me he sentido fascinada por historias oscuras, por cuentos de hadas, por historias de fantasmas y creo que eso es algo natural y por eso disfrutamos la novela negra tanto y por eso vemos películas de terror”.

Antes de visitar México, la gira de promoción de “Escrito en el agua” la llevó también a Colombia y Argentina. Pero Hawkins al parecer no ve la hora de volver a su computadora.

“Escribir es lo que me gusta. De hecho anhelo regresa a escribir, no me cuesta trabajo, preferiría estar sentada en mi escritorio en silencio sin tener que hablar con nadie, sin tener que estar en una sala llena de periodistas, simplemente creando mis historias”, dijo. “Quizá ahora lo que quisiera conseguir es éxito entre la crítica, no sólo que los libros sean exitosos sino que sean buenos”.