Las remesas hacia México marcan el máximo de los últimos nueve años

Nacional
/ 4 julio 2017

Los envíos de dinero de migrantes alcanzan en mayo los 2.586 millones. Los especialistas auguran nuevos récords por la estabilidad económica de EU y las grietas en las políticas antimigratorias

Los migrantes mexicanos siguen bombeando dinero hacia su país. Los ingresos por remesas alcanzaron en mayo los 2.586 millones de dólares, el monto mensual más alto desde octubre de 2008, según datos del Banco de México. Los especialistas auguran más récords propulsados por la estabilidad de la economía estadounidense –fuente de más del 80% de remesas totales– y la dificultad que está encontrando Donald Trump para implementar sus duras medidas contra la migración irregular.

“Todos los indicadores de la economía estadounidense están registrando alzas, tanto el consumo como el desempleo, como el índice manufacturero. Todo parece estar tomando un mejor rumbo tras la incertidumbre de los primeros meses de mandato de Trump”, apunta Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base. Además del crecimiento sostenido de la locomotora estadounidense, la sombra de un posible gravamen sobre las remesas mexicanas –con la que amenazó el magnate durante su campaña– parece haberse esfumado definitivamente.

En el flanco de las políticas migratorias, otro de los grandes caballos de batalla del republicano, tampoco se están materializando las estrictas medidas anunciadas al inicio de su mandato. Aunque han subido las detenciones de indocumentados y se ha reducido el trasiego ilegal en la frontera, las órdenes de Trump han encontrado un potente dique de contención. Un puñado de ciudades –las que cuentan con un mayor número de migrantes– como Los Ángeles, Chicago o Nueva York, e incluso un Estado como California, se han negado a cumplir al pie de la letra las peticiones federales en materia migratoria. Frente a las cada vez mayores y más duras exigencias de Washington, evitan las identificaciones indiscriminadas y rechazan entregar indocumentados a las autoridades federales sin orden judicial.

Esta bolsa de oxígeno para los trabajadores migrantes se ha trasladado a las arcas mexicanas. “Generalmente mayo es el mes que más remesas se reciben a lo largo del año por los festejos del Día de la Madre. Estimamos que pudieran superar los 2,534.6 millones recibidos en mayo de 2006, y estar cerca del máximo histórico que se ha recibido en un solo mes que fue de 2,637 millones en octubre de 2008”, apuntaban en un reciente informe los analistas de BBVA Research. Sus previsiones se han cumplido y mayo de 2017 ha cerrado como el mejor mayo desde que se tienen registros.

La línea ascendente que han ido marcando las remesas en los últimos meses se vio interrumpida el pasado febrero, con un resbalón del 1,4% interanual. Detrás de esta leve caída se esconden, según los analistas, dos factores: el fuerte crecimiento que se produjo en febrero del año pasado, que hacía difícil que las remesas volviesen a repuntar, y la apreciación del peso mexicano frente al dólar estadounidense, que volvió a tomar cuerpo tras el desplome sufrido durante la campaña y el primer mes de Trump en la Casa Blanca.

El envío de dinero de migrantes y familiares supuso el año pasado el 2,5% de PIB. Un peso solo superado por las exportaciones de la industria automotriz y del sector agroalimentario. “Las remeses tiene además un efecto redistributivo, ya que los Estados que más reciben suelen ser los más pobres de México”, añade Siller. Michoacán, Estado de México y Oaxaca lideran la lista. Después de India, China y Filipinas, México ha sido durante los últimos años la cuarta economía receptora de remesas en el mundo.

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