Linkedin se desploma un 40% en Wall Street
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La plataforma de contactos profesionales decepciona con sus resultados
Los inversores están sometiendo a un castigo sin precedentes a Linkedin en Wall Street, hasta el punto de hundir un 40% su acción durante las primeras horas de cotización en Estados Unidos. Eso equivale a perder más de 9.000 millones de dólares (8.000 millones de euros) de capitalización bursátil. La popular red de contactos profesionales en Internet presentó el jueves resultados que no cumplieron con las expectativas de los analistas.
El portal cerró el ejercicio con unos ingresos por valor de 2.990 millones de dólares, de los que 860 millones corresponden al cuatro trimestre. Pero pese a que elevó la cifra de negocio un 34% en un año cuando se comparan los resultados trimestre a trimestre, las pérdidas se dispararon a 165 millones para todo 2015, frente a 15 millones un año antes. Además, rebajó las proyecciones para 2016.
Linkedin empezó a cotiza en mayo de 2011. Sus acciones se negocian este viernes por debajo de los 120 dólares. Sigue siendo un 30% más si se compara con el estreno bursátil. Pero el portal está en tendencia negativa desde hace tres meses, cuando los títulos se cambiaban por encima de los 250 dólares. Los analistas son de la opinión que no su justifica su valoración.
La compañía proyecta ahora unos ingresos de 3.600 millones para 2016, casi 300 millones menos de lo esperado. Eso implicaría que va a crecer un 15%, a la mitad del ritmo visto hasta ahora. La desaceleración es aún más pronunciada si se compara con el ritmo del 50% con el que avanzaba su negocio en 2014. Esto está provocando un vuelco en la opinión de los analistas, que tenía a Linkedin entre sus favoritas.
La plataforma de contactos profesionales está en pleno proceso de expansión que le llevó a hacer recientemente varias adquisiciones. Pero la incertidumbre económica está poniendo su negocio bajo presión, como señalan desde Goldman Sachs en una nota a sus clientes. Una veintena de firmas procedió este viernes a rebajar su valoración.
Por Sandro Pozzi / El País
