¿Lo que pasó en el Laberinto del Fauno fue real?
La infancia y la cruel realidad. A casi 10 años del estreno de la cinta, Guillermo del Toro ciertamente sabía cómo abordar este tema con impresionantes criaturas y una historia llena de dolor y emoción.
Pero mucho todavía se cuestionan, (sé que yo lo hice cuando salí del cine), ¿si pasó lo que veía Ofelia o se lo imaginaba? Muchos discuten que es más probable que la niña se había apartado por completo de la realidad, y otros argumentan que la magia si existía pero solo que Ofelia, siendo una princesa, era la única podía verlos. ¿Qué es verdad?
Para entender el Laberinto del Fauno se debe conocer el contexto de los personajes dentro de la historia. Personas mermadas que viven en miedo por un nuevo conflicto o la persecución de la dictadura Franquista.
Ofelia no solo es el personaje más joven, sino es simplemente pura e inocente. Arrastrada a un mundo de problemas que busca caerle encima. Sin embargo, hay otro personaje que sueña, o más bien que solía soñar. Mercedes sirve de mentora y compañera de la niña que es la única persona que no ve nada de malo en la imaginación de la niña. Suponiendo que todo fue una ficción.
¿Y cómo es que se acoplan un viejo Fauno y el Hombre Pálido (que tiene un apetito por los niños y las hadas) en esta historia? Si han llegado a saber de El Gran Gatsby muchas veces no recordamos quien hizo qué, o todos los detalles del relato; mas llegamos a recordar el faro. El faro, así como el Fauno, las hadas y el Hombre Pálido, es un símbolo. ¿Pero un símbolo de qué?
Cunado conocemos al Fauno, él dice ser un sirviente de la Familia Real y ser tan antiguo como el bosque. Cuando no puedes hacer a una locación hablar, un personaje puede servir de “intérprete” de dicho lugar o ambiente. ¿Esto lo hace ficticio en la historia? No necesariamente, ya que los personajes, principalmente los rebeldes, realizan sus acciones en el bosque.
No es descabellado pensar que quizá todo lo que Ofelia mira es real, hasta cierto punto en la historia. Cuando la niña “falla” tras su prueba con el Hombre Pálido, el Fauno le reclama que ahora ella y su hermano no podrán regresar a “su mundo” jamás.
El resto bien puede ser una ilusión, o la última prueba antes de la luna llena, que ella inventa como un intento desesperado por escapar con su hermano. Escapar a un mundo lejos de adultos que no pueden soñar.
La película es mensaje sobre nuestro uso de la fantasía para escapar de nuestros problemas, y es algo que traemos con nosotros desde la infancia. Cuando vemos algo desagradable o simplemente horrible, preferimos un escape que de alguna manera disipe el problema que afrontamos.
Así que en lugar de ver la cinta de Del Toro más que una “historia bien triste”, es un recordatorio de que nuestra inocencia nos puede llevar a lugares de donde no hallaremos regreso.
Y si no han visto el Laberinto del Fauno, ¿qué están haciendo con sus vidas?
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