Madres de migrantes reciben la mitad de las remesas a México

Dinero
/ 10 junio 2017

Esposas perciben una quinta parte de los recursos, revela informe de centro de estudios

Prácticamente la mitad de las remesas que ingresan a México tiene como destino la madre del trabajador migrante, mientras la esposa recibe una quinta parte, reveló un nuevo informe sobre el flujo de estos recursos en la región de América Latina y el Caribe.

Después de alcanzar una cifra récord en 2016, este año el ingreso de divisas por remesas a México, así como a la región, llegará a un nuevo pico, afirma un informe del Centro de Estudios Monetarios de América Latina (Cemla), organismo con sede en México auspiciado por bancos centrales de la zona.

Para México, se anticipa en el estudio, las remesas representarán este año un ingreso récord hasta de 28 mil 600 millones de dólares, masa de recursos que llevada al gasto de los hogares representa uno de los motores del consumo interno, la parte más dinámica de la economía.

El destino más frecuente de las remesas que reciben las familias mexicanas es la manutención de la familia, así como para los rubros de educación y salud, de acuerdo con el reporte, en cuya elaboración también participó el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Con base en encuestas realizadas a migrantes de cinco países cuando regresaban a pasar las fiestas navideñas con sus familias –entre ellos los de México– el estudio confirmó que las remesas son transferencias entre personas con vínculo familiar.

Sobresale, destaca el documento, que la madre del migrante alcanzó en las respuestas el mayor porcentaje como beneficiaria de la remesa, ya sea a nivel individual o conjuntamente con otros familiares.

En México –que recibió en 2016 remesas por 26 mil 58 millones de dólares– 48.6 de cada 100 dólares fueron enviados por los migrantes a sus madres; 26 de cada 100 a los padres y 21 de cada 100 dólares tuvieron como destinatario el cónyuge, de acuerdo con el estudio.

Fue una proporción similar a la de los migrantes de República Dominicana y Honduras, en cuyos casos la madre fue receptora de 49 y 50 de cada 100 dólares de remesas, respectivamente. En los casos de los migrantes de El Salvador y Guatemala, las madres recibieron 58 y 54 de cada 100 dólares, estableció el documento.

Un porcentaje elevado del número de envíos de remesas se destina a más de un propósito, pero los más frecuentes son los gastos de manutención, educación y salud.

En el caso de México, 83.3 de cada 100 dólares recibidos por la familia del migrante tiene como destino la manutención y, en segundo la salud. Para establecer negocios propios es destinado un centavo de cada 100 dólares.

En República Dominicana, El Salvador, Honduras y Guatemala, por cada 100 dólares recibidos son destinados a la manutención de la familia 90, 95, 91 y 86 dólares, para cada uno de esos países.

La gran mayoría de las remesas se efectúan en un periodo máximo de un mes, lo que es  consistente con el hecho de que el principal destino de esos recursos son los gastos de manutención, salud y educación, apuntó el documento.

Las remesas durante 2016 a los países de la región alcanzaron el nivel histórico de 70 mil 400, incremento anual de 7.2 por ciento. De esa cantidad, poco más de un tercio tuvo como destino México.

El estudio destacó que el ingreso de remesas a la región en 2016 se vio influido de manera importante por los significativos incrementos registrados en los últimos meses de 2016 por las remesas recibidas por los países de Centroamérica, el Caribe y México, las cuales se originan principalmente en Estados Unidos.

En 2017 habrá monto histórico

Considerando que en dicho periodo prevaleció la incertidumbre sobre la política migratoria que seguiría la nueva administración estadunidense, pero que claramente tenía un tono de endurecimiento de las mismas, aunado a la anunciada posibilidad de que las remesas fueran sujetas a un gravamen, sugieren que el señalado dinamismo de los envíos podría estar reflejando en parte que algunos migrantes adelantaran remesas, o incluso que hayan enviado parte de sus ahorros, a sus países de origen.

De esta manera, el incremento observado por las remesas en 2016 sería resultado no solo de una favorable evolución de sus determinantes naturales en Estados Unidos (empleo y salarios de la población inmigrante, y tipo de cambio), sino también de la incertidumbre prevaleciente en ese periodo.

Para 2017, el estudio anticipa una moderación en el ritmo de crecimiento de las remesas hacia países de América Latina y el Caribe, resultado de factores como la disminución de flujos migratorios hacia Estados Unidos y Europa, que ya venían disminuyendo desde 2015; la falta de claridad sobre las políticas migratorias de Estados Unidos; y la expectativa de una moderación en el crecimiento de las economías de España (país donde es fuerte la presencia de migrantes sudamericanos) y de Estados Unidos, donde la mayoría de trabajadores son originarios de México y Centroamérica.

En 2017, prevé, los ingresos por remesas en la región registrarán un nuevo pico histórico, para alcanzar un monto que se ubicará entre 73 mil 600 millones y 74 mil 300 millones de dólares, incremento anual en el rango de 4.5 y 5.5 por ciento.

Dicha tasa representaría una moderación respecto del ritmo de crecimiento observado en 2016, que fue de 7.2 por ciento.

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