Megan Fox: Los 30 son más fáciles que los 20
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La actriz habla sobre la forma en que sus hijos han cambiado su perspectiva; participa como April O'Neil en 'Tortugas Ninja 2'
Megan Fox está a punto de cumplir 30 años y, a diferencia de cuando comenzaba su carrera, ahora cuenta con dos hijos, además de uno más del que actualmente está embarazada.
Ya no modela para revistas, se separó de su esposo y se quitó un tatuaje que le incomodaba. Dice que no tiene tiempo de leer los cómics que tanto amaba, ni tampoco de jugar los videojuegos que le apasionaban. Afirma que su vida ha cambiado.
No obstante, su sonrisa radiante con la que todos la recuerdan está intacta y asegura que los 30 son mejores que los 20, pues las incógnitas de la vida se disipan y puede disfrutar de lo que tiene sin preocupaciones o complicación alguna.
"Siempre he escuchado que los 30 son más fáciles que los 20 y es cierto porque a esta edad hay más respuestas que preguntas. Antes quieres descubrir quién eres, de dónde vienes, cómo puedo hacer una diferencia, pero en los 30 ya sabes eso y te conviertes en una persona más positiva", comenta en entrevista la actriz, quien se encuentra en Miami de promoción por Las Tortugas Ninja 2, ya que personifica por segunda vez a April O'Neil.
Menciona estar contenta por formar parte de la cultura pop al estar con cuatro tortugas mutantes y recalca que, hoy en día, todo lo hace pensando en sus hijos que son la prioridad. Por ello, señala que no se encuentra trabajando en tantas películas o series y prefiere solo escoger uno o máximo dos proyectos al año, con tal de pasar tiempo con su familia.
"Para mí es importante ser una madre comprometida, pero también me es importante mantener una carrera. Hay dos lados en mí que reflejan quién soy y no puedo sacrificar ninguna de ellas; sin embargo, mi prioridad son mis niños, entonces trato de ponerles la mayor atención", expresa.
Para hablar con ella, hay dos escoltas de más de 1.90 que cuidan la entrada de su cuarto, otras cuatro personas más están al pendiente de lo que necesite y otra que pide de manera amable que no se estreche la mano de Megan para saludarla, ni para despedirse "porque así lo prefiere".
Por el contrario, la estadunidense se encuentra muy relajada, descalza, comiendo dulces y hablando de "lo aburrido" que es su día a día, a pesar de que sabe que a la fecha la consideran como una de las sex symbols más codiciadas de los últimos años.
"En mis días libres hago cosas normales como cualquier otra persona. Me la paso descansando, comiendo, leyendo un libro a mis niños en la noche. Hago cosas muy aburridas que disfruto demasiado", destaca.