Miles de rusos protestan contra Putin
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"Nemtsov fue asesinado por defender la libertad", rezaba la gran pancarta agujereada con simbólicos impactos de bala que abría la marcha
Decenas de miles de rusos salieron hoy a las calles para protestar al grito de "Rusia sin Putin" en el aniversario del asesinato del dirigente opositor Borís Nemtsov, que fue tiroteado hace un año frente al Kremlin.
"Rusia sin Putin". "Chekistas, fuera del poder". "Nemtsov fue asesinado por las autoridades". "No olvidamos, no perdonamos". "Rusia será libre", fueron algunos de los eslóganes pronunciados por los manifestantes que marcharon por los bulevares de la capital rusa.
Las marchas pacíficas convocadas en memoria del político liberal en Moscú, San Petersburgo y otras ciudades de la Rusia europea y de Siberia se convirtieron en manifestaciones antigubernamentales a falta de seis meses para las elecciones parlamentarias.
La oposición extraparlamentaria volvió a acusar al presidente, Vladímir Putin, de crear el clima de odio que condujo a la muerte de Nemtsov, considerado el crimen político más sonado de la historia de este país desde la caída de la URSS hace 25 años.
"Nemtsov fue asesinado por defender la libertad", rezaba la gran pancarta agujereada con simbólicos impactos de bala que abría la marcha, columna que era encabezada por los hijos del político liberal y por el ex primer ministro Mijaíl Kasiánov, su más estrecho aliado.
Cuando fue tiroteado, Nemtsov, viceprimer ministro (1997-1998) y delfín del primer presidente democráticamente elegido en la historia de Rusia, Borís Yeltsin, investigaba la muerte de soldados rusos en el este de Ucrania.
Muchos manifestantes portaban banderas del partido de Nemtsov, PARNAS, pero también muchas tricolores rusas, en un intento de rechazar las acusaciones de que los opositores son "enemigos del pueblo" a sueldo de Estados Unidos.
En Moscú los manifestantes no dudaron en acusar directamente del asesinato al presidente chechén, Ramzán Kadírov, un protegido de Putin que también es acusado de estar detrás de la muerte hace casi diez años de la periodista Anna Politkóvskaya.
"El asesinato de Nemtsov fue, de hecho, un atentado terrorista. Un claro intento de amedrentar a aquellos sectores de la sociedad rusa que están de acuerdo con la política de Putin", dijo a la prensa Iliá Yashin, político opositor y amigo personal del asesinado.
Pese a sus récords de popularidad desde la anexión hace dos años de Crimea y la reciente intervención aérea en Siria, algunos manifestantes, como Valeria, una pensionista de 72 años, acusan a Putin de reprimir las libertades fundamentales.
"Uno no puede ni salir a la calle para decir lo que piensa. Participé en una manifestación contra la guerra en Ucrania, me llevaron a comisaría y tuve que pagar 10.000 rublos de multa. A la segunda, me abrirán una causa penal. ¡Es inaudito!", comentó a Efe.
Además de un incendiario artículo en el diario "Izvestia" en el que Kadírov los llamó "traidores" a la patria, la presión y los ataques contra los activistas opositores ha aumentado en los últimos meses, hasta el punto de que algunos han tenido que abandonar el país.
"La presión sobre la oposición va en aumento. Espero que la crisis impida a las autoridades instaurar una dictadura, que es adonde nos dirigimos", comentó a Efe Guennadi Gudkóv, político que fue privado de su acta de diputado en 2012 supuestamente por compaginar esa labor con sus negocios.
Mientras, muchos moscovitas acudieron también al puente cerca del Kremlin en el que fue tiroteado por la espalda Nemtsov para depositar ramos de flores en un improvisado altar erigido por sus partidarios.
Entre ellos figuraba el embajador norteamericano, John Tefft, que calificó al opositor de "amigo" de EU, gesto que será secundado mañana domingo por los embajadores de países de la Unión Europea.
La reacción del Kremlin y las autoridades ante el aniversario ha sido el más estricto de los silencios, aunque no en el caso de la Duma o Cámara de Diputados, que se negó a mantener el viernes un minuto de silencio en recuerdo de antiguo parlamentario liberal.
"Las autoridades aún temen a Nemtsov. Los diputados tenían miedo de mantener el minuto de silencio, ya que hubiera significado reconocer la culpa del Estado ruso por el asesinato de ese hombre", destacó Gudkóv.
En previsión de posibles incidentes, las autoridades moscovitas desplegaron a varios miles de policías y acordonaron con vallas metálicas la plaza Roja y las inmediaciones del Kremlin.
Aunque los familiares y correligionarios de Nemtsov insisten en que su muerte está políticamente motivada, un tribunal de Moscú se negó a recalificar el crimen como asesinato de un cargo estatal o una personalidad civil.
"Hace un año tuvo lugar el asesinato de un político exclusivamente por decir lo que pensaba (...) Nemtsov fue asesinado exclusivamente por motivos políticos", aseguró hoy Grigori Yavlinski, histórico líder liberal.
No todas las marchas fueron autorizadas, ya que en la principal ciudad siberiana, Novosibirsk, y en Arjanguelsk (norte) la oposición no pudo rendir memoria a Nemtsov, y en Cheliabinsk el organizador de la manifestación fue agredido por unos desconocidos.