Mujeres sufren discriminación y esterilización forzada por ser portadoras de VIH
COMPARTIR
Jóvenes mexicanas y centroamericanas han sido obligadas o intervenidas por médicos en contra de su voluntad para no tener hijos, con el argumento de que pueden contagiarlos por portar el virus
Por Andrea Vega @EAndreaVega para Animal Político
“A mí me pesa más no tener más hijos que mi enfermedad”. “Me entero que estoy operada y no entiendo por qué, pero yo nunca quise eso”, narran mujeres que sufrieron esterilización forzada o bajo coerción porque son portadoras del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
A estas mujeres, originarias de México y Centroamérica, médicos las operaron sin su consentimiento para que no pudieran tener hijos o ejercieron presión para animarlas a tomar la decisión, porque son portadoras del virus.
Amelia 33 años, México; Miriam 22 años, Honduras, Marilú 34 años, Nicaragua; Elena 37 años, Nicaragua; Alicia 32 años, Honduras; Michelle 24 años, México, todas son víctimas de esta situación, pero no pueden salir a denunciarlo abiertamente, porque esconderse también es parte de la discriminación que viven.
“El hecho de que las mujeres no salgan a decir, yo tengo, yo soy, yo fui víctima de, no quiere decir que no existamos, existimos y somos muchas”, dice otra mujer en el video presentado por la organización Balance Promoción para el Desarrollo y Juventud AC.
El video con los testimonios busca visibilizar este problema y es parte de la celebración internacional de los 16 días de activismo contra la violencia de género.
La misma oportunidad
En los últimos años, los avances médicos han conseguido que ser portador del VIH no implica una muerte temprana como en los primeros años de la epidemia de contagios, cuando la esperanza de vida era de cinco años o menos.
Los nuevos tratamientos con antirretrovirales menos tóxicos, con menores efectos secundarios y más eficientes para prevenir la replicación del virus en el cuerpo, permiten a los pacientes vivir hasta 50 años más después de su diagnóstico igual que una persona sana.
Eso incluye, en el caso de las mujeres, la posibilidad de tener hijos con un bajísimo riesgo de contagio para el bebé.
En la corte perinatal francesa que evalúa la transmisión vertical (de madre a hijo), se documentó que ésta va de 0.9% (95/10,239) a 1.8% (9/514, P=0.06) dependiendo del antirretroviral que se usa. Es decir, el riesgo es de menos de 2%.
“Si los niños no salen infectados, por qué motivo ellos vienen y te dicen que los niños van a salir infectados y que para qué vas a seguir teniendo hijos”, dice una de las mujeres que da su testimonio.
Las mujeres portadoras tienen derechos sexuales y reproductivos, entre ellos el de decidir libre y responsablemente el número de hijos y el intervalo entre los nacimientos, señala la cartilla de Derechos Humanos de las personas que viven con VIH o con sida, emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).