Multitudinaria protesta en Sri Lanka pide a ONU que no moleste a sus "héroes"

Internacional
/ 6 febrero 2016

"Los héroes del conflicto no cometieron crímenes de guerra, ellos liberaron el país", aseguró a Efe un parlamentario ceilanés de la oposición, Wimal Weerawansa.

Una multitudinaria manifestación recorrió hoy las calles de Colombo para pedir al alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos que abandone Sri Lanka y deje de presionar para que sean juzgados por crímenes de guerra los "héroes" del Ejército que se enfrentaron durante 26 años a la guerrilla tamil.

"Los héroes del conflicto no cometieron crímenes de guerra, ellos liberaron el país", aseguró a Efe un parlamentario ceilanés de la oposición, Wimal Weerawansa, frente a la sede central de las Naciones Unidas en Colombo, fuertemente custodiada por tropas de elite del Ejército y la Policía.

Weerawansa criticó que con su visita de cuatro días iniciada hoy, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, quiere "llevar a los héroes de guerra a la guillotina", un extremo que, aseguró, no dejarán que ocurra.

"¡Hussein, saca las manos de Sri Lanka!", gritaban los manifestantes, que según la Policía ascendían a un millar, mientras que los organizadores, entre ellos varios partidos de la oposición, elevaron esa cifra a 4,000.

"No lleves a nuestros héroes a un tribunal de crímenes de guerra", decían otros, al tiempo que alzaban pancartas contra Hussein, al que le criticaban de ser "un mercenario pagado por la diáspora" de los Tigres de Liberación de la Patria Tamil (LTTE).

Un veterano de la guerra civil que concluyó en 2009, Udana Akalanka, señaló a Efe que la visita de Hussein a la isla era "el primer paso para entregar el país al LTTE", por lo que solicitó a la ONU que "no divida la patria".

Según diversas fuentes, la guerra entre el LTTE, que reclamaban la independencia en el norte para la minoría tamil e hindú, y el Ejército gubernamental, que representaba a la mayoría cingalesa y budista, dejó una cifra no verificada de entre 60,000 y 100,000 muertos.

 

Hussein aseguró hoy en su primera intervención que durante su estancia en la isla se reunirá "con las autoridades de mayor rango del Estado, así como con representantes de todas las comunidades" y añadió que espera "con interés discusiones constructivas".

El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos está en Sri Lanka para estudiar los avances en el proceso de reconciliación iniciado en el país por el actual presidente, Maithripala Sirisena, que llegó al poder hace un año.

Entre esos avances destaca un informe de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentado el pasado septiembre en el que encontraron evidencias de que fueron cometidos crímenes de guerra tanto por los rebeldes tamiles como por el Gobierno.

Meses después, en diciembre, la Oficina para la Unidad Nacional y la Reconciliación de Sri Lanka anunció la creación de un tribunal especial para investigar esos supuestos crímenes de guerra durante el conflicto civil que azotó el país.

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