Nuevo Sistema de Justicia Penal podría liberar a 50 mil presos en México, ¿qué pasará?

Nacional
/ 19 octubre 2016

Por el nuevo sistema de justicia en los próximos meses se espera que unos 50 mil prisioneros sean liberados. Aunque están acusados de delitos menores, organizaciones civiles temen un repunte en la violencia

¿Cómo va a lidiar México con los 50 mil prisioneros que serán excarcelados?

Fuente: Plano Informativo (Agencias)

CDMX.- En el anterior sistema era muy frecuente que los inculpados fueran encarcelados con sólo las pruebas de la policía

México vive un inédito proceso: desde hace algunos meses se libera paulatinamente a cientos de prisioneros, beneficiados con las reglas del nuevo sistema de justicia penal.
 
La gubernamental Comisión Nacional de Seguridad (CNS) estima que en los próximos seis meses entre 45.000 y 50.000 reos podrán alcanzar su libertad.
 
Son personas que enfrentan juicios por delitos no graves, o que fueron sentenciadas a penas menores por esa causa.
 
Las normas del Sistema de Justicia Penal Acusatorio, en vigor desde junio pasado, establecen que sólo los inculpados de delitos graves deben enfrentar los juicios en la cárcel.
 
Es una clara diferencia del anterior sistema penal donde la prisión preventiva se aplicaba a prácticamente todos, incluso quienes por hambre robaban un pan o una lata de atún.
 
Las liberaciones provocan controversia. Algunos como la organización Alto al Secuestro temen que reincidan muchos de los excarcelados.
 
Pero otros, como Guillermo Zepeda Lecuona, investigador del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), ven lejana esta posibilidad.
 
"En Chihuahua, donde esto ya se ha medido, sólo el 1,8% de los liberados ha regresado a delinquir", explica.
 
Y de acuerdo con el comportamiento de las personas con ese perfil delictivo y que han sido liberadas, es previsible que la tendencia se repita a nivel nacional.
 
El principio básico del nuevo sistema judicial es que los acusados de cometer un delito son inocentes hasta que se pruebe lo contrario.
 
Esto, que en muchos países es normal, no ocurría en México, donde la mayoría de los jueces ordenaban el encarcelamiento del inculpado. Uno de los argumentos más frecuentes era evitar la fuga de los procesados.
 
Pero mediciones como las realizadas por el Instituto de Justicia Procesal Penal indican que los casos son muy pocos. Sus datos muestran que el 95% de los liberados atienden las audiencias de sus juicios, y del resto sólo el 1% se fuga.
 
Sin embargo, durante décadas "se utilizó excesivamente la prisión preventiva", dice Layda Negrete, investigadora de la organización civil México Evalúa. Así, miles fueron encarcelados sin necesidad.
 
"Metían a la persona seis meses a la cárcel por robar un panecillo y al final, cuando se dictaba la sentencia ya habían excedido la pena estando en prisión preventiva", explica.
 
Sin embargo, algunos como Isabel Miranda de Wallace, fundadora de la organización Alto al Secuestro, aseguran que aumentará la violencia con estas excarcelaciones.
 
El problema, dice, es que las prisiones mexicanas no rehabilitan a los internos, y en muchos casos los detenidos por primera vez están en contacto con delincuentes de alta peligrosidad.
 
Actualmente en las 386 prisiones estatales y federales del país existen 254.000 internos, según datos de la Secretaría de Gobernación.
 
Esos datos señalan que de las 372 cárceles de nivel estatal que hay en el país, en el 75% coexisten acusados de delitos comunes y federales, como la delincuencia organizada.
 
El nuevo sistema de justicia penal establece que los acusados de delitos graves no tienen derecho a solicitar su liberación.
 
Eso incluye a los vinculados a secuestros, homicidios, robo con arma o violencia, narcotráfico y otras formas de delincuencia organizada.
 
Eduardo Guerrero, jefe del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social de la CNS, reconoce que existe un problema con la rehabilitación de los prisioneros.
 
"Es algo que siempre se ha mencionado, que las cárceles son escuelas del crimen. No podemos negar que en muchas ocasiones esto pueda ser cierto, que una persona entre por un robo menor, tenga relación con secuestradores y al salir se convierte en secuestrador", explicó.
 
En el anterior sistema era muy frecuente que los inculpados fueran encarcelados con sólo las pruebas de la policía.
 
Para la mayor parte de las personas era suficiente para creer que se había hecho justicia, pero muy pocos se preguntaban si realmente los acusados eran culpables.
 
Este abuso del encarcelamiento "ayudó a que las fiscalías sean lo que son ahora en México: incapaces de investigar, de prevenir delitos, o de generar protocolos de investigación en casos complejos".
 
Pero además entre muchos ciudadanos se creó la idea de que su seguridad se garantizaba al enviar a prisión a todos, desde secuestradores hasta el que roba comida.
 
Y por eso protestan ahora que muchos inculpados enfrentan sus juicios en libertad.

Fuente: Plano Informativo (Agencias)

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