Omar Árcega: ‘El lenguaje de los pájaros’ se adueña del espacio
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El artista poblano presenta piezas que muestran los orígenes de las diferencias entre las naciones y las elimina por completo
En muchas culturas y mitologías ocultistas, el lenguaje de los pájaros es un lenguaje divino que otorga la posibilidad de comprender los más oscuros secretos del conocimiento universal y mágico.
En la exposición homónima del poblano Omar Árcega, se juega con este concepto e invita al espectador a analizar la obra, y de la misma manera que sucede con en este lenguaje de los dioses, conocer el verdadero significado de la muestra.
Inaugurada el pasado viernes 27 de octubre en la Taberna El Cerdo de Babel cuenta con los elementos necesarios para descifrar el acertijo de su discurso. Técnicamente, en palabras del artista, se trata de “una instalación gráfica compuesta por 150 piezas de acrílico y grafito sobre papel, montadas en bastidores de madera”.
Cada una de ellas son sintetizaciones de banderas del mundo. La primer prueba comienza cuando el espectador se encuentra con imágenes en escala de grises, despojadas de todo detalle figurativo como escudos o lemas.
Identificar entonces, dónde está la relación con los lábaros de estas naciones sólo es posible al momento de reconocer entre los cientos de piezas algunas que, incluso sin color, por sus formas como círculos, rombos, cruces, triángulo.
Hay amplia variedad, siendo el mejor ejemplo la “Union Flag” del Reino Unido, ubicada entre sus pares en el segundo piso de este establecimiento convertido en galería y centro cultural.
Y coincidentemente, fue en este país donde nació y se exhibió por primera vez la exposición.
“Esta instalación estaba planeada para una exposición individual que tuve en Londres. Un año antes tuve otra exposición individual allá y me dijeron que fuera pensando en un proyecto grande y obviamente tenía que tener una relación con México, que hubiera una vinculación mía como artista mexicano con la ciudad donde iba a exponer, para que hubiera un diálogo”, explicó Árcega.
“Pensando en eso fui al Museo Británico y había ahí un espejo negro de un brujo mexica que lo usaba el consejero real de la reina. Este tipo se supone que era como que el ocultista más poderoso de América, cuyo poder se basaba en un objeto prehispánico”, añadió.
El espejo al que se refirió se trata del mítico espejo de obsidiana del escritor, científico y filósofo John Dee, consejero de la Reina Isabel I el cual llegó al viejo mundo en las expediciones de saqueo de los conquistadores españoles.
Esta interacción entre las naciones es el principal aspecto de la exposición y el artista lo relaciona de nuevo con otro mito, el de la Torre de Babel.
“Estaba leyendo sobre Babel y está la parte esta de la confusión de las lenguas. Siempre he leído sobre este castigo y que de ahí se generaron los diferentes lenguajes, la causa de que nos confrontemos entre nosotros, pero nunca había leído su origen, si había un lenguaje original, que nos uniera y ese es también el lenguaje del los pájaros”, comentó Omar.
“Lo que me pareció interesante de eso fue que en esta época no había banderas ni divisiones y pues es esto, a la hora de que a estas banderas les empiezas a quitar información, los escudos, los colores y a veces hasta los tamaños originales, se vuelve una cuestión como de un abecedario, de lengua” explicó mientras señalaba las piezas montadas en el bar.
Y añadió “ya venía yo haciendo una investigación y revisión sobre elementos de poder, como simbología, pero más enfocado en su función; cómo funciona un escudo, cómo representa tales cosas, qué lo conforma. Y de ahí se desprendió lo de las banderas”.
El oscuro reflejo del espejo de Dee fue transportado a las piezas con el grafito, que aunque no tiene la misma capacidad reflectiva del vidrio volcánico, sí le otorga un interesante y atractivo brillo, difícil de lograr, para el cual recibió la ayuda de alumnos de la Escuela de Artes Plásticas Prof. Rubén Herrera durante una estadía que realizaron en su taller en 2015.
“Cuando Daniel (Alcalá) me invitó a exponer acá le dije que no tenía obra, pues toda esta en otra exposición reciente en Puebla, y me acordé que en mi galería de Monterrey tenían estas piezas.
“Unos chavos fueron a hacer sus prácticas, yo tenía un mes para hacer todo esto, y sabía que no me daría el tiempo para terminarlo, pero ellos fueron quienes me ayudaron a completar esta labor.
“Y en esta idea de que tiene que haber una conexión, pues la conexión es que las piezas las hicieron chavos saltillenses y esta es mi retribución” comentó.
“El lenguaje de los pájaros” estará en el Cerdo de Babel durante un mes. Además, la apropiación que Árcega hizo del lugar lo cambió de sobremanera.
“Si te fijas la instalación, está diseñada para habitar con el espacio, cambiarlo, si ya habías venido al Cerdo, este es otro Cerdo, mi versión del espacio y del lugar”, finalizó.