Paul McCartney hace un "mixtape" para sus fans
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"Pure McCartney" es una introducción sustancial, honesta y gratificante a la larga y productiva carrera de este gigante del pop, un menú de degustación que deja apetito para más.
Paul McCartney hace una revisión de sus discos post Beatles en "Pure McCartney", una mezcla estrafalaria de 67 de sus éxitos y canciones favoritas que resulta encantadora y a la vez desconcertante.
Con más de 300 canciones de las que elegir desde que debutó como solista en 1970, la antología de Sir Paul confirma su don para la melodía. Incluye mucho más que canciones conocidas en una mezcla ecléctica, aunque con algunas ausencias notables.
Lanzado también como un CD doble que actualiza mas no supera la colección de 2001 "Wingspan" y una edición de cuatro discos de vinilo, "Pure McCartney" tiene más sentido como un paquete de cuatro CDs, a menos que uno ya tenga todos los discos de McCartney.
Hay unas pocas rarezas, como algunos remixes y "Hope for the Future", escrita para un videojuego de 2014, mientras que 25 canciones han sido nuevamente remasterizadas.
La compilación es una especie de "mixtape" de McCartney, una versión de cómo ve su carrera. Al igual que sus fans, McCartney tiene sus piezas favoritas entre sus éxitos y álbumes. Hay ocho canciones de "Flaming Pie" y cinco de "New", mientras que no hay ninguna de "Flowers in the Dirt" o "Driving Rain", lo que deja en claro sus preferencias.
No hay versiones de temas de otros músicos, lo que va acorde con el concepto de "pure", o puro en inglés, pero excluye su ardiente versión de "No Other Baby".
Es imposible complacer a todo el mundo pero, ¿por qué poner una vez más "Bip Bop" en vez de "Some People Never Know" o no incluir "Little Lamb Dragonfly", "Spies Like Us", "My Brave Face" y "Only Love Remains"? Se entiende la animada "Wanderlust", ¿pero dónde están "Somebody Who Cares" o "Take It Away"? ¿"Warm and Beautiful" en vez de "Beware My Love"?
Aun así, "Pure McCartney" es una introducción sustancial, honesta y gratificante a la larga y productiva carrera de este gigante del pop, un menú de degustación que deja apetito para más.